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Antón Castro

EL NIÑO RURAL / 2 (Según Víctor Juan Borroy, fotógrafo)

Acabo de ver esa deliciosa foto de Víctor Juan Borroy en su página web: tiene algo de toma por sorpresa de André Kertèsz a todo color. Todo en ella es singular: como de cuento, como de cuento en un cuento. El niño o niña con el casco con alas –¿será un arcángel que se ha colado en la habitación?-, la lectura, esas páginas de cómic, la concentración absoluta (la criatura está poseída por el libro y viaja en el tiempo alrededor de la aventura y alrededor de sí misma en una travesía perfecta)... No podemos olvidarnos del fondo: el jarrón de cristal con flores sejas, ¿son de trigo?, y los reflejos y las luces que tiemblan en la pared. La foto ofrece intimidad, atmósfera, reposo transido de espectros, viaje desde el sosiego, desde una calma con precipicios. ¿Será el niño Guillermo el que lee? He aquí otro elogio de la lectura: otro modo de vivir hasta olvidarse en las palabras, en la deliciosa melodía de su tormenta apacible que envuelve y enajena. Este niño que aquí he visto –deduzco que vive en un paraíso de pinos y enramadas, mientras las aves aletean y amortiguan su cántico- me ha hecho pensar en “El niño rural” del que hablé en otro momento.

1 comentario

v. -

Gracias, Antón, por las palabras. Guillermo lee y crece. Espero que el gran Jorge esté ya recuperado.
abrazos,
v.