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Antón Castro

J. D. SALINGER O EL ESCRITOR INVISIBLE

J. D. SALINGER O EL ESCRITOR INVISIBLE Jerome David Salinger decidió convertirse en un misterio en 1965, cuando se retiró del mundanal ruido. No soportaba la celebridad ni el éxito ni las entrevistas. Vivía aturullado y decidió retirarse a un rancho sencillo de Cornish (New Hampshire) a escribir con lentitud y a cultivar hortalizas. Consciente de su inmensa fama, guardaba sus manuscritos inéditos en una caja de caudales. La publicación de «El guardián entre el centeno» en 1951 fue como un relámpago: mucha gente se sintió tocada en algún lugar del corazón por el relato de ese adolescente más clarividente que confuso que se rebela contra los valores de la aristocracia, contra la educación y las leyes de los adultos, y decide dar rienda suelta a su imaginación y a su estupor. En su fuga de tres días, Holden Caulfield revolucionó la vida de muchos jóvenes: era un Huckleberry Finn moderno que se declaraba partidario de la pureza adolescente y que mostraba la repugnancia que le provocaban el vacío y el conformismo de sus mayores. Para muchos críticos, ese texto anticipó la rebeldía y las revoluciones de los jóvenes en los años 60.

J. D. Salinger no quiso nunca que escribiesen de él. Le indignaba que hurgasen en su infancia y adolescencia, en los secretos de su familia (durante años se dijo que era hijo de un rabino y que su madre se había cambiado el nombre), que descubriesen sus novias, sus bodas y algunos pecadillos de egoísmo. Ian Hamilton, autor de «En busca de J. D. Salinger» (Mondadori, 1988), escribió su bografía y la crónica de las dificultades con que se encontró: Salinger le denunció en varias ocasiones y fue objeto de algunos procesos. Sin embargo, el libro se lee muy bien, como una novela, y tiene datos jugosos: el más importante, más allá de desvelar «el misterio Salinger», es que «El guardián entre el centeno» puede leerse a la luz de la biografía del escritor. Holden Caulfield, el héroe, tiene mucho que ver con el adolescente que fue Salinger y que vivió en carne propia las contradicciones del siglo.

EL CHICO RICO DE LA CIUDAD
Jerome David Salinger nació en Nueva York el uno de enero de 1919 en el seno de una familia acomodada. Jugó entre los grandes edificios, paseó en bicicleta por Central Park y gozó de estupendos juguetes. Con doce o trece años se mudó a una casa mejor: era un chico rico de la gran ciudad. Cuando rondaba los quince años, su padre creyó que debía matricularse en la Academia Militar de Valley Forge. Allí se manifestó como un tipo especial. Era silencioso y pensativo, pero a la vez resultaba ingenioso y sutil, poseía un sentido peculiar del sarcasmo y se mostraba un tanto presumido y pomposo. Hacía muy bien las imitaciones de compañeros y famosos, y tenía una vocación clara hacia la interpretación. Usaba un lenguaje irreverente y amaba el periodismo y la literatura. A los quince años ya decidió ser escritor, y empezó a redactar los cuentos que le conducirán a la rara e inspirada perfección de su obra maestra.

Entre 1936 y 1937 hizo un viaje por Europa (París, Londres y Viena) y lo aprovechó para escribir relatos. Más tarde, cuando se desató la II Guerra Mundial, participó en ella, sobre todo en Europa, como sargento de infantería e incluso escribió una elegía por sus compañeros muertos. La experiencia bélica nunca le excitó ningún tipo de creatividad. Pero, su constancia y su firme vocación le llevaron a publicar sus primeros textos en la revista «Collier’s» y posteriormente en la mítica «Esquire». En 1941, le ocurrió algo singular: «The New Yorker» le había aceptado un relato sobre un muchacho desertor llamado Holden Caulfield, pero luego lo pensó mejor y se lo rechazó. No se debía alentar a los desertores en un tiempo tan complicado. En aquellos días alimentaba dos pasiones un tanto desapacibles: la de Oona O’Neill, hija del dramaturgo y más tarde esposa de Charles Chaplin, y la de Elizabeth Murray.

EL ÉXITO INSOPORTABLE
Le costó una década publicar el libro «El guardián entre el centeno», que alcanzaría fabulosas cifras de venta y se transformaría en uno de esos libros de culto, en una narración auroral, porque propone una angustiosa, lúcida y humorística búsqueda de la identidad a través de la ironía, el dominio del lenguaje, el desparpajo y la dudosa ejemplaridad de un joven que no se resigna a aceptar lo que la sociedad le ofrece. Se opone a la falsedad con una crítica mordaz que nos abarca a todos, a la humanidad al completo, sin hacer nada exactamente insólito, y expresa los miedos y los fantasmas del anhelo adolescente. La primera traducción al castellano, «El cazador oculto» (por cierto, con ese título lo leyó por vez primera Soledad Puértolas), apareció en Argentina en 1961 y la firmaba Manuel Méndez de Andes; la que podemos leer ahora en Alianza y Edhasa es de Carmen Criado. Ni el propio J. D. Salinger había soñado tal éxito, que se vio ratificado con sus siguientes títulos: «Nueve cuentos» (1953; en la actualidad, Salinger está considerado quizá el mejor cuentista norteamericano junto a Raymond Carver), «Fanny Zooey» (1961) y «Levantad, carpinteros, la vida maestra y Seymour: una introducción» (1963).

Convertido en un fantasma viviente desde 1965, sigue escribiendo. No quiere que le tomen fotos, no ve a nadie, y desprecia a los intrusos. Lo que no puede evitar es ser un mito literario del siglo XX y haber escrito uno de los libros más vendidos y leídos en Estados Unidos y en el mundo entero: millones de jóvenes se ven reflejados en su radical protagonista. Podemos decir que es un relato, un clásico ya, traducido a 30 idiomas, que sigue las huellas del «Wilhem Meister» de Goethe y que encabeza imprescindibles textos de formación o de educación sentimental. Pensamos en «Vida de este chico» de Tobias Wolf, «La senda del perdedor» de Charles Bukowski, «Agostino» de Alberto Moravia, las novelas de Bandini de John Fante o «Los hermosos años del castigo» de Fleur Jaeggy, entre otros.

20 comentarios

walter quiroz oblitas -

No hay duda que leer "El guardián entre el centeno" corrobora lo mencionado por GABO; todo escritor escribe de sí mismo...

unai reinoso -

es muy extraño, aparte de aburrido.




Dominique Lemoine -

Yo ahora leo el libro que aún no me convence pero sí que me muestra algo. dejemos el tiempo correr. De todas formas: léanme. 'Tiananmen vaginas España', léalo en google.

francisco lissandrello -

con lo que mas me sentí identificado es el poder que tiene en poder acomodarse en la ebullicion e inocencia de un niño o un adolecente realmente creo que tenemos que volver nuestras almas como niños

Angel García Gallego -

Creo que Salinger es un escritor inolvidable. Sus cuentos son pequeños universos con seres en busca de la felicidad y en medio de la rutina o la desgracia.Es decir la gran literatura que llega hasta el fondo. Estoy deseando comprar mas libros suyos. Espero que editen pronto lo que falta. Imprescindible.

J.J. Núñez -

Este artículo nos brinda mucha información sobre la vida de este emblemático y casi invisible escritor.
Antón Castro, lo felicito por su excelente comentario.

Pepe Peralta -

Posta, estoy en total acuerdo con Cruz Montoya, sos un infeli´. Pasate que te enseño

cruz montoya -

flaco, o sea, si vas a hablar de salinger, deci cosas que sean verdaderas, consegui verdaderas fuentes para hablar de un genio como el.
Lo unico que te voy a decir es que no podes ser asi y poner que la obra se llama, levantad, carpinteros la vida maestra (?). o sea es cualqiera,
Levantad, carpinteros la vida del tejado. asi es

dany -

y salinger que hace hoy..

¿murio o no?

Alejandra -

Personalmente no me gusta leer, puesto a que muy pocos libros cautvan mi interes. Pues este es uno de ellos ya que te habla de muchos temas que tengas actuales por los que se rige la vida actual.Me siento muy eidentificada cobn este libro porque aunque paresca que tengas amigos, ellos no son los verdaderos. Yo muestro una mascara distinta con cada una de las personas,que no permiten mostrar mi verdadera persona que es lo que holden evita y critica la hipocresia de la sociedad.
Mi gusto por este libro proviene de esto, para poder sobrevivir las criticas de la sociedad

Santy -

Estoy gratamente sorprendido ,una lectura de las que hacen aficion por los libros de culto.

soledad -

un saludo para salinger y su flia che

Begoña -

Muy bueno, buenísimo. Tiene un estilo fácil, rápido y muy agradable; pero esto no es un comentario. Salinger y el guardián entre el centeno están ya muy, pero que muy comentados. Lo mío es una pregunta: ¿sabe alguien si existe algún relato de Salinger sin traducir aún?

fernandez -

acabo de terminar de leer el libro que me parecio increiblemente maravilloso. "Anónimo de Pastriz" juegas a ser Cauldfield con tu comentario, sin exito tal vez.

Gaizka -

un saludo a Salinger ..allá en su rancho perdido

Siul -

Si bien el estilo del artículo es bastante cuidado, espero sinceramente que las frases «La publicación de "El guardián entre el centeno" en 1951 fue como un relámpago: mucha gente se sintió tocada en algún lugar del corazón... [sic]» (así como todo el primer párrafo) sean una mala traducción del inglés, ya que no parecen pertenecer ni al español coloquial ni al culto. Una cosa más: los títulos de publicaciones completas (como por ejemplo los libros) van en cursiva y no entre comillas.
Por cierto, estoy de acuerdo con «Anónimo de Pastriz», en tanto en cuanto el artículo de Salinger dice muy poco teniendo en cuenta la extensión del mismo.

stiller -

Demasiados arabescos en la narración pero gracias,me ha sido muy útil la descripción de Salinger,pues también comparto el haber disfrutado recientemente de él.

Ámbar -

He leido este artículo con motivo de un trabajo universitario que estoy realizando sobre El Guardian entre el centeno, un libro que más que un libro es un túnel oscuro pero que paradójicamente ilumina, detrás de la fustración de un inconformista como Holden me he enamorado más aún de ese tipo de almas perdidas que abundan sobretodo en la literatura ya que en la vida cotidiana aún no he encontrado a ese Holden que juegue conmigo entre el centeno.

Manuel Sánchez Dalama -

Hace uno 25 años leí "El guardián en el centeno", y se convirtió en uno de los libros que prevalecieron en mi memoria. Hace par de semanas decidí releerlo y debo decir (a diferencia de tantos otros de mis "clásicos" que no resistieron la prueba del tiempo)que el libro aún susurra cosas importantes en mi oido. Lo recomiendo a todos los que estén vivos, o crean estarlo.
Gracias al autor de este artículo por brindarnos nuevos e interesantes elementos que ayudan a comprender la obra de Salinger.
Con relación al comentario hecho por "Anónimo de Pastoriz" creo que a él sí le gusta esta página (aunque escriba lo contrario)pues no solo la sigue visitando sino que además dedica su tiempo a hacer comentarios; cosas de la naturaleza humana, que tan bien describió Salinger.

Anónimo de Pastriz -

Señor Castro:
Escribe usted unos artículos muy largos. ¡Tanto esfuerzo para nada!

Reconozco que me da mucha pereza entrar en su página.
Soy un poco tocahuevos