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Antón Castro

DESDE EL CUARTO DEL MARINO EN TIERRA

DESDE EL CUARTO DEL MARINO EN TIERRA

Ayer, en diálogo con Beatriz Pécker, una de las mujeres que mejor ríe en la radio, el crítico Félix Romeo recomendó tres libros: la novela “La hora azul” (Anagrama) del peruano Alonso Cueto (Lima, 1954), ganadora del Premio Herralde, cuya portada es un retrato de René Burri, un magnífico fotógrafo; recordó que uno de sus libros favoritos del 2005 es “La vieja escuela” (Alafaguara) de Tobbias Wolf, y recomendó el libro de un joven narrador de 24 años, “El fumador pasivo” de Daniel Gascón (Zaragoza, 1981). Además de calificar su literatura de “potente” y señalar que era como una falsa novela protagonizada por el narrador en cinco historias, dijo que le parecía sorprendente que “un chico tan joven conociese tan bien el alma humana”. El chico, la madre del chico, la hermana actriz del chico y el padre del chico ni parpadeaban en la habitación desordenada de marinero en tierra del chico escritor.

Más allá del cariño que había en la visión, me encantó lo bien que da Félix Romeo en la radio, la pasión con la que habla de los libros, el tono desenfadado pero hondo, la serenidad, la erudición amena y parsimoniosa, y lo bien que comunica, llenando su intervención de risas y de guiños con el público y con Beatriz, que fue entrevistadora en “La Mandrágora”, cuando la dirigía Félix. Esta nota le molestará al viajero y lector de Las Fuentes porque el elogio entra en lo que él considera los parámetros del pelotilleo, aunque lo dice de otro modo. Pero como no entra nunca en estas páginas y no se habla mal de él, no se enterará. “La hora azul” está desde hace varios días en mi  mesilla de noche; tras oír a Félix, me apetece más leer la novela. El libro es el descubrimiento por parte de un abogado de la espeluznante figura de un padre militar que torturaba, violaba y mandaba torturar a las prisioneras. Y a la vez se entera de que vivió una historia de amor con una indígena…

Anoto un fragmento importante, tras el encuentro del abogado y la indígena:

-“A su papá lo odié tanto, le digo, a su padre pude haberlo matado si hubiera podido, porque me engañó tanto, y abusó de mí, en ese cuartito, yo lo odié tanto, por culpa de ellos, de los soldados, de los morocos, perdí a mi familia, ya no pude ver a mi familia, ya no los alcancé, se murieron, se murieron sin mí, y yo lo odiaba tanto a su papá, pero ahora ya lo odio, ya casi lo quiero”.  

 

*René Burri (Zurich, 1933) se ha confesado "un optimista incurable en estos tiempos terribles". Pertenece a la agencia Magnum, vino a Madrid el pasado 2004 para participar en Photo España. Esta foto, datada en Amboise en 1967, se titula "Yasmine y David". Me parece ideal, como los libros recomendados, para empezar el año. Os dejo: es casi la una, tomo mi revista "Matador" y me subo a la bicicleta en dirección a Oriente.

2 comentarios

A.C. -

Gracias por el poema y por los buenos deseos. Y enhorabuena por esa niña.

Anónimo -

Con tu mano tendida
llegas hasta mi pecho enarenado.
En tus labios aromas
de amapolas y trigo.
En los ojos profundas primaveras.
Mil palomas locas revolotean
y esculpen tus deseos en el aire.

Sirena iluminada.

Enciende mi silencio
con dos lunas perfumadas y blancas
que naveguen mi cielo
lleno de soledad...

No dejes de salvarme cada noche
y acariciar silente mis orillas
con la espuma tan dulce de tus olas.
(Es mi manera de decir feliz año nuevo a toda la gente del blog y a su entrañable creador. MAY)