Blogia
Antón Castro

LA FIESTA INAGOTABLE

LA FIESTA INAGOTABLE

 Zaragoza es una fiesta inagotable, un arsenal de alegría. La gente va y viene en la ciudad rejuvenecida: dispara la avalancha humana. No sé si estas fiestas son mejores o peores que las de años anteriores: cada Pilar es un axioma. La multitud se entrega, disfruta, pasea, acude a bares y conciertos: se siente el elenco estelar de la gran representación. No se puede ir a todas partes, ni quizá se deba. Y cada uno se mete donde le peta. Hace unos días, al subir a un autobús, oí decir a una señora que había ido el año pasado a ver a Manolito Royo, y que tenía claro que iba a repetir. Y otros han ido a ver la gran exposición de Cano. Una señora dijo: “Me gusta este cuadro, pero ¡cómo lo voy a tener en casa ante mis ojos a todas horas!”. El gran éxito lo ha protagonizado Héroes del Silencio: ha probado que es un grupo sin complejos, de talla universal, que plantea un espectáculo exuberante, del nivel de REM o Los Rolling. Y sus componentes están ahí, con las voces y los cuerpos rotos, entregándose, muriéndose por las canciones y por su público, que corea casi todos los temas. Bunbury, Cardiel, los Valdivia (en este  caso Juan y Gonzalo) y Andreu no dejaron lugar a la nostalgia: están vivos, encendidos, poseen fuerza, energía. Conmueven. Creen en su oficio. A otro nivel, me ha deslumbrado María Dolores Pradera. Cantó mejor que nunca, descansada, con el tono exacto y acariciante, y con esa presencia de diosa de imprecisa edad. María Dolores, divertida e irónica, diría luego: “Soy frágil”. Independencia es un escenario imposible. Hacerse oír es una gesta. Violadores del Verso lo intentaron y lograron a medias. Y eso ya fue un triunfo.

*En la foto de José Antonio Melendo, Joaquín Cardiel y Enrique Bunbury.

1 comentario

Luisa -

Este año he estado poco festera. El año pasado fui a muchos conciertos. Este año, recién llegada de fuera, caí en mitad de la celebración y he seguido un poco fuera. No siempre se está. Pero la fiesta, desde lejos, parece que ha sido muy vivida, sí-