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Antón Castro

JUAN ÁNGEL JURISTO PUBLICA SU SEGUNDA NOVELA

JUAN ÁNGEL JURISTO PUBLICA SU SEGUNDA NOVELA

Me hace mucha ilusión recibir libros dedicados. Conocí hace años a Juan Ángel Juristo en un premio Planeta: pertenecía al círculo de críticos como José Carlón, Javier Goñi o Juan Manuel González. Lo leía mucho en los tiempos en que era un comprador y lector compulsivo de la revista El urogallo. De él he leído su edición de Bryce Echenique, un volumen con una selección de sus críticas en diversos medios y su primera novela, Detrás del sol. Juan Ángel me hace llegar su novela El hilo de las marionetas (Trama), que es una novela río de múltiples personajes y múltiples voces que residen y malviven en el barrio del Refugio, que intentan huir del abismo y de las llamaradas del infierno. Lo hacen como pueden, en un abrasador verano, con las historias, con el sexo, con los sueños. Andan de aquí para allá empapuzados de miseria, en el filoso envés del olvido y la miseria.

 

Juristo me envía su novela. Nos conocimos en una comida hace un par de años en Madrid, en unas jornadas sobre la crítica que organizó el Círculo de Lectores. La gran Lola Ferreira fue nuestra anfitriona: aquel día hablamos de todo, de escritores, de anécdotas madrileñas, de editores, de libros. Sospecho que él ya no se acordaba de aquel encuentro. Recuerdo a Juristo como un hombre apacible, de vuelta de muchas cosas, dispuesto a difrutar leyendo y a disfrutar, aún más, contando sus historias: dándole vida a estos personajes (Simone, Renán, doña Francisca, Antonio…) cuya vida se alimenta de fábulas, de secretos, de delirios y de las palabras que el autor esparce en el viento con una exactitud sensual.

*Me ha gustado mucho este retrato de época de la joven actriz Bárbara Goenaga.

2 comentarios

Nunzziatina -

Yo también estoy leyendo el libro de Juristo, aunque no lo he "recibido dedicado", a mí me llegó de forma más pícara y tiene una trama apasionante. Me parece conocer a todos los personajes, sus ambientes, sus miserias cuando paseo por el centro de Madrid. Se atreve con escenas eróticas... Si todavía voy por la mitad, ello se debe a la letra, esmirriada como la de la guía telefónica. Una crueldad de letra, hacía tiempo que no veía yo una así de odiosa. Me duelen los ojos, me duelen las articulaciones y hasta la piel, como a Calígula. Además, tiene algún que otro fallo ortográfico, que, junto con la letra, tampoco la beneficia. Voy marcando con un lápiz grafito cada fallo, sobre todo en los acentos, y no se libra ni una página, todas quedan señaladas. Con la oferta lectora de hoy en día, TRAMA, no podéis arriesgar tanto. Tratándose de una buena novela, merece leerse libre de estos fallos.

mmmmm -

¿Qué pinta la foto de esa tía ahí?