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Antón Castro

LA HISTORIA DE YORGOS SANMARTÍN, HOY EN CÁLAMO

LA HISTORIA DE YORGOS SANMARTÍN, HOY EN CÁLAMO

 

[Esta tarde, a las 20.15, en la librería Cálamo, se presenta uno de los libros más conmovedores y poéticos de los últimos tiempos entre nosotros: Heridas causadas por tres rinocerontes (Xordica) de Fernando Sanmartín, que estará acompañado por Paco Goyanes y por Mariano Berges, que hará de presentador exhaustivo de este libro que “puede leerse como el dietario de unos meses donde la desesperación se adueñó de la vida del autor; o como un libro de viajes en el que Fernando Sanmartín nos narra su travesía más triste; o como un cuento en el que un niño de cuatro años se pierde en un bosque y, tras enfrentarse a demasiados peligros, logra salir indemne. (…) En Heridas causadas por tres rinocerontes hay rabia –mucha rabia-, angustia, desolación, incertidumbre, pero también ternura, alegría, compasión y esperanza”.

Mientras Yorgos reposaba en la habitación de un hospital, escribí esta historia en dos partes. Jorge Sanmartín, Yorgos, que tiene un caballo secreto como puede rastrear el lector del blog, es un gran aficionado a las sirenas. Sé que Fernando le leyó el texto durante la enfermedad. Este texto ha sido ilustrado bellamente por Alberto Aragón en un cuidadoso álbum que busca editor.]

JORGE Y LAS SIRENAS

Jorge tiene seis años y siente un gran amor por las sirenas. Le gusta verlas sentadas sobre una roca, pintadas en las primeras páginas de los libros que le dedican a su padre o a él mismo. Les pone nombres: Margarita, Leonor, Mar y Mar, Luna, Floralba, Josefina, Mamá. A veces tiene la sensación de que se le agotan los nombres. Juega con ellas, como juega con la bicicleta o los soldados. Pregunta a su padre: “De dónde han salido las sirenas”. “¿Cantan tan bien como se dice?”. “¿Cuándo podré oír su voz?”. “¿Es cierto que sólo se alimentan de almejas y de algas?”. Siempre le pide que le cuente historias de sirenas.

Jorge las mira. Pasa las páginas de los libros, les inventa nuevas historias y quiere saber si el sol es siempre de fuego y si hay gaviotas o peces en las olas del mar de sirenas. Jorge, sin saberlo, es un poeta de seis años.

Una noche, lo despertó un ruido. Abrió los ojos y allí las vio, al pie de su cama, con la mirada encendida y las escamas brillantes, como si fueran de plata azul. Luego se durmió con otra pregunta en los labios: “¿Cuándo dormirán las sirenas?”.

Por la mañana, cuando su padre acudió a despertarlo para ir al colegio, el niño le dijo: “Han venido a mi cuarto y me han cantado. No fue un sueño”. Su padre, Fernando, le respondió: “No lo fue, Jorge. Una se ha quedado: ahí está, chapoteando en la bañera”. Aquel hecho conmovió a las gentes de su barrio y luego a las de la gran ciudad, cuando lo leyeron en la prensa.

Desde que salió su increíble historia en los periódicos, a Jorge le ocurren cosas extraordinarias. Recibe marionetas, lápices de colores, libros dedicados con sirenas y postales. Hace poco recibió, desde Alaska, una foto de 17 pingüinos y una sirena de piedra. Algunos amigos acuden a su casa casi a diario. Aunque nunca ha sorprendido ninguna conversación sospechosa entre los recién llegados y sus padres, Mar y Fernando, él sabe que los amigos de sus padres y los padres de sus amigos van a ver su sirena.

Cuando llevan unos minutos en su casa, jugando con él o hablando con su padre de libros, de la colección de sirenas que pintó Nacho, el profesor de dibujo, y de bicicletas de carreras, preguntan, como si no lo supieran: “¿Dónde está el baño?”. “Ahí, a la izquierda, en la tercera puerta”. Entran y ven su sirena. A Jorge no le importa. La conoce muy bien: es una presencia cotidiana, un animal de la familia, como el hámster de ojos rojos, el jilguero Lorenzo o la tortuga Dora.

Cuando los amigos vuelven del baño, como si quisieran disimular su asombro, les dice: “Sé que por las noches canta a los pies de mi cama mientras duermo. Tarde o temprano acabaré por oírla”.

3 comentarios

francis -

la historia de la sirena

casesbi -

hace años que no leía un libro tan bueno y tan duro como este nuevo de Sanmartín. Y cuando salga ese álbum será seguro sublime.

Blanca -

Ah, qué bello tiene que ser este album, mitad de Alberto, mitad tuyo. Una obra sublime y exquisita, estoy segura.

Ojalá consigais editarlo pronto. Yo quiero comprarlo!! :)