Blogia
Antón Castro

JESÚS MARCHAMALO, EL IMPACIENTE

Uno de los personajes más ordenados y más minuciosos que conozco es Jesús Marchamalo. Casi como su amigo Pepe Melero. O como Fernando Sanmartín. De esa estirpe de cultivadores de perlas. Le encanta la literatura, el arte, el mundo de los objetos, el vasto e inagotable campo de los afectos. En todo encuentra un motivo sobre el que reparar, acerca del cual escribir, al que tomar una foto o inventar una espiral de anécdotas o de hechos. Hace algo más de tres meses, creó su blog: El don de la impaciencia. http://jmarchamalo.blogspot.com/. En ese tiempo, ha recibido más de 7.000 visitas.  O cerca de ellas. Sinceramente, me parecen pocas: el suyo es un blog maravilloso, de esos que dan envidia: mimado, cuidadísimo en todo, pensado para disfrute propio y para disfrute de los otros, sutil, con una mezcla ideal de textos y fotos.

Estudio de Javier Zabala, reproducido por Jesús Marchamalo.

Hace mucho que no veo a Marchamalo, a Jesús Marchamalo, el amigo de los escritores, el que visita los estudios de los pintores, el maestro del daguerrotipo, el escritor que enreda con los sueños. Desde aquí le mando mis felicitaciones. Y, citando a Fernando Fernán Gómez, toda mi envidia: la envidia, que no el menosprecio. La envidia, según Fernando Fernán Gómez, es una manera de decirle que yo querría ser como él.

 

Copio aquí uno de sus textos recientes.

EL SECRETO DE LOS LIBROS

Por Jesús MARCHAMALO

El otro día me llamó mi amigo Miguel. Tiene una librería de viejo cerca del Palacio de los Deportes, en Madrid, y me avisa cuando descubre algo que piensa que puede interesarme.
Ocurrió esta vez con un ejemplar de las Poesías Completas de Alberti, publicadas por Losada en 1961.

Un libro de cubiertas rojas algo rozadas (fatigadas, dicen los libreros en ese peculiar idioma suyo), que tenía una foto pegada en las guardas. En ella se ve a Rafaell Alberti y María Teresa León, junto a otras dos personas, tomada en Panamá en 1935, como se aprecia en la nota manuscrita. 

En el reverso de la foto, escrito a mano, se identifica al resto de los personajes: a la izquierda, Rogelio Sinán, (1902-1994), narrador y poeta panameño, amigo, entre otros, de Pablo Neruda y Gabriela Mistral. El de la derecha aparece identificado sólo con sus iniciales, R. J., lo que dificultaría conocer su identidad.

 
 

Pero, en las primeras páginas se aprecia un EX LIBRIS, el del escritor Roque Javier Laurenza, (1910-1985) cuyas iniciales coinciden con las del cuarto personaje de la foto.
Se sabe que Alberti visitó Panamá en 1935, tras un viaje por México y Centroamérica, y de su visita a Rusia, y allí debió coincidir con Sinán y Laurenza.


El resto son preguntas, como siempre. Ese mundo se secretos insólitos que, a menudo, guardan también los libros, y que explican que uno los encuentre en las librerías de viejo. 

 
 

 A Panámá dedicó Rafael Alberti un poema que empieza:


            "Yo he visto Panamá desde las nubes
             como albos continentes sin viajeros,
             de norte a sur y comprobando el Istmo,
             sobre una larga zona de uniformes"

Y yo estoy pensando en poner también mi exlibris, en alguna página escondida, para continuar con las preguntas.

 

1 comentario

Beatriz -

tienes razón Antón, es un verdadero cultivador de perlas, gracias por el dato.