Blogia
Antón Castro

GARRAPINILLOS 3-PERDIGUERA 1

GARRAPINILLOS 3-PERDIGUERA 1

CUARTA VICTORIA DEL GARRAPINILLOS, ANTE EL PERDIGUERA 3-1

 Garrapinillos jugaba por segunda jornada consecutiva en el campo de San Lorenzo. En esta ocasión recibía al Perdiguera, uno de los equipos más fuertes de la categoría, al menos con fama de conjunto sólido. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Álvaro, padre de Raquel, nuestra taquillera, integrante de la directiva y mujer que realiza un sinfín de tareas en el equipo. Era una tarde de sol, una luminosa y caliente tarde que nos traía algún que otro desvelo: esta semana fueron las fiestas de Casetas y algunos las disfrutaron a tope.

Teníamos varias bajas, de diversa índole. Al final, armamos un equipo con cinco o seis jugadores que apenas habían jugado de titulares: Sergio Calvo; Jaime, Javier Lacabe, Jorge Beltrán, Pequerul; Alejandro Luna, Diego Rodríguez, Enrique Romero; Jorge Rodríguez, Jorge Blasco y Alberto Rubio. La media era completa inédita, y los tres delanteros aún no habían jugado juntos este año. En el último instante, por una pubalgia, Rafa tuvo que dejar su puesto de lateral zurdo. En el banquillo quedaron: Pitu, David Mateo, Fran, Néstor y Óscar Cambra, este tocado en su tobillo derecho. También se quedaron fuera Eloy, Pirri, Quique Alcubierre, Jesús Ángel (que está haciendo una importante labor como preparador físico y como jugador) y Luis, entre otros.

El Garrapinillos regó un poco el campo para que corriera más el balón. Le costó cogerle gusto al partido, pero acabó haciéndolo. El Perdiguera es un equipo sólido y trabajador, quizá algo débil en defensa, su capitán y central estuvo muy bien por encima del resto de compañeros de zaga, así como el número veintidós, que era la referencia del bloque en el centro del campo. Se adelantó el Garrapinillos con gol de Jorge Rodríguez, un gol raro donde se produjo un leve desencuentro entre el central y el arquero y donde hubo un gesto de astucia y de atrevimiento de nuestro delantero, señalado por la fortuna.

El Perdiguera no le perdía la cara al partido: con balones largos y aperturas a las alas ponía intensidad a la tarde. En un fallo defensivo, derivado de un mal bote del balón, los monegrinos aprovecharon para empatar. E incluso generaron dos o tres claras jugadas de pelibro. El Garrapinillos se vio sorprendido, especialmente al contragolpe. Y así nos fuimos al descanso: con empate.

En la segunda parte, el Perdiguera trianguló bien durante unos instantes, pero pronto iban a cambiar las tornas: la entrada de Óscar Cambra fue determinante: marcaría dos goles y serviría otro a Diego Rodríguez, que no acertó a enviar al fondo de la red. El Garrapinillos creó más ocasiones, imprimió un ritmo más vertiginoso, robó balones y se amarró a las internadas de Óscar, el despliegue de Diego R., los córners de Jorge R. y la seriedad de la media y la solvencia de la retaguardia. Jaime entró por vez primera de inicio y cumplió con creces, a pesar de jugar de lateral derecho cuando su puesto natural es el de volante derecho; Jorge Beltrán y Dani Pequerul mejoraron su rendimiento a medida que avanzaba el equipo. Javier Lacabe siempre es Lacabe: una referencia, da consistencia a la zaga y tiene calidad y sentido del pase para iniciar la jugada. La media se fue entonando cada vez más: Fran reemplazó a Enrique Romero, que se sacrificó al principio en tareas defensivas y se lanzó luego al ataque, Luna estuvo muy serio y sólido en su primer partido como titular y además completo, y Diego volvió a vaciarse, desde el puesto de medio centro y luego desde el interior derecho.

Arriba, volvió Jorge Blasco (uno de nuestros veteranos, veteranos jóvenes), que no había debutado en la Liga, y Jorge R. y Alberto R. trabajaron mucho y crearon diversas ocasiones. Imprimieron velocidad, desborde y ese entusiasmo invencible de los pequeños. Y el portero Sergio Calvo, que llevaba dos semanas sin jugar por las rotaciones, ha estado a un buen nivel.

El Garrapinillos mejoró de largo el partido de la semana pasada ante el San Juan, y sigue ahí sumando puntos. Lleva cuatro victorias consecutivas. Doce puntos y mira hacia arriba. El partido de hoy, por otra parte, arroja un saldo muy interesante: todos los jugadores pueden jugar sin que se resienta el conjunto, todos los jugadores están entrenando con mucha seriedad para disputar partidos intensos, trabados y emocionantes.

1 comentario

Vicente -

¡Enhorabuena, campeones!