Blogia
Antón Castro

EL TIMO DEL PÍCARO DE CALANDA

EL TIMO DEL PÍCARO DE CALANDA

 

"EL COJO DE CALANDA FUE EL PÍCARO DE CALANDA, UN TIMO"

 

Antonio Gascón Ricao y Ángel Briongos Martínez publican en Geoda 'El migrado del cojo de Calanda. La génesis de un mito?

 

"El milagro de Calanda no fue tal milagro, fue un timo. El timo de un pícaro que fingió una amputación en una pierna, que metió la mano en el cepillo y que finalmente aparentó haber recuperado aquella extremidad, pero no la recuperó en su estado natural sino con las señales y las heridas del accidente que sufrió en Castellón al ser pisado por un carromato o chirrión", sostienen Antonio Gascón y Ángel Briongos. “El cojo de Calanda fue, en realidad, el pícaro de Calanda”: esa sería la conclusión decisiva del libro ‘El milagro del cojo de Calanda. La génesis de un mito’ (Geoda, 2015. 738 pp.) que presentaban esta tarde el historiador Antonio Gascón, residente en Barcelona, y el periodista Ángel Briongos, en la Biblioteca de Aragón. Llevan más de una década trabajando sobre ese asunto y han constatado que en ningún sitio se dice que Pellicer pidiese en el Pilar.

José Luis Corral y Javier Sierra oficiaron de presentadores. Corral dijo que ese milagro, fingido, nacía de la existencia de dos Cabildos y de dos catedrales distintas en la ciudad, la Seo y el Pilar, que se llevaban a matar. Dijo que el libro contenía varias novelas fascinantes y que era un libro de documentos que explicaba el periodo convulso de Felipe IV y que detrás de cada documento –modificado, rescrito, perdido, manipulado- había el germen de varias novelas.

Gascón y Briongos contaron todo el proceso de investigación, tan envolvente e inverosímil como la propia historia. Todo empezó con el desenterramiento de un hombre en Calanda en 1950; tirando, tirando, tirando del hilo, logran probar la cadena de errores y de falsificaciones. Y de pérdidas y extravíos de los procesos. Se recordó que de los seis testigos, tres eran familiares de Miguel Juan Pellicer, cuatro analfabetos y los más sensatos, que no habían visto demasiado, afirmaron que “tal o cual persona había visto, había dicho...” La conclusión, matizada, es que Miguel Juan Pellicer sí estuvo cojo pero no le cortaron la pierna. Todo fue un mito puesto en marcha desde la basílica del Pilar, y parece que Miguel tampoco llegó a conocer a Felipe IV, ni lo visitó ni fue visitado por él.

Uno de los episodios más apasionantes y extensos del libro es el robo de los libros de La Seo, que se prolongó en el tiempo desde los años 20 hasta 1963 y tuvo a un gran protagonista: el italiano Ferrajoli, aunque contó con aployos desde el Cabildo y desde fuera, desde la sociedad civil. Gascón y Briongos han podido acceder al proceso completo, constatan el robo de más de 750 volúmenes, entre ellos un proceso del milagro de Calanda que sería de perfil crítico. “Las visiones críticas ya existieron desde el principio”. En esta larga investigación, un vicario les permitió acceder al material y les dijo: “Soy creyente, pero la historia del milagro no me la creo”. Y les permitió copiar y acceder a muchos documentos.

 

*En la imagen, Ramón Stolz pintó así la leyenda del cojo de Calanda.

 

 

6 comentarios

David -

El truco de negar el milagro negando, a su vez, la enfermedad es muy viejo. Lo siento por los autores, pero sus argumentos no me convencen para nada.

Javier -

Un gran trabajo y una tremenda investigación. Un libro para releer y estudiarlo. Felicidades a los autores!

Hypatia -

No ha defraudado mis expectativas. Ni las de Vittorio Messori dado el rigor de la investigación y el acierto de la interpretación.

Hypatia -

Estaba esperando este libro como agua de mayo. Conocía la exhumación de los restos del, no tan presunto, Miguel Juan Pellicer Blasco. Se me pasó por alto la publicación y ahora podré disfrutarlo.

Hechosextraordinariosrequierenpruebasextraorinarias -

Ya salió un beato. Vete a rezar, que aquí se habla de historia y de investigación científica.

José Antonio Bielsa -

Los únicos pícaros de esta operación comercial son los ¿señores? Antonio Gascón Ricao y Ángel Briongos Martínez. En efecto, su libro ni tiene valor como "ensayo de investigación" (que no lo es) ni en cuanto a las tesis finales que postula, pues no apuntan en su confección sino a la re-construcción de una nuevo RELATO, antitético del original. Por lo demás, es preciso reconocer lo astuto de su manipulación, en cuanto lectura en negro de las previas investigaciones de Tomás Domingo, bastante más avezadas. Lamentable por cierto el encabezado de su artículo, "EL TIMO DEL PÍCARO DE CALANDA", que denota un partidismo y una autosuficiencia poco menos que improcedente. He dicho.