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Antón Castro

"EL GUIONISTA ES UN OBSERVADOR DE LA VIDA"

ENTREVISTA CON TIRSO CALERO*, QUE IMPARTE
DESDE HOY UN TALLER DE GUIÓN EN EL JA JA FESTIVAL

-¿Cómo se cuenta una historia?
-Lo importante es estructurarla en tres partes: planteamiento, nudo y desenlace. Ése es el abc del guión. El planteamiento avanza algo de lo que va la película; el desarrollo presenta las peripecias que viven los protagonistas y los deja al borde de la culminación; y el final resuelve esa culminación y revela si los personajes logran su objetivo o fallan en el intento.

-¿En qué se inspiran los guionistas?
-En la propia vida. En lo que les ocurre a los vecinos, a la panadera, en las noticias de la prensa o en el comentario que te hace el taxista. Para encontrar buenas historias no hay que ir tan lejos. El guionista es un observador de la vida.

-¿Cómo se crean los personajes?
-Yo creo que hay que dimensionarlos con los elementos que da la propia vida. Ahí tenemos el ejemplo de William Shakespeare, que creó el mejor personaje posible: Hamlet. Es sumamente contradictorio. Es celoso, posesivo, y a la vez noble y leal; es asesino y generoso, está enfermo y cuerdo, todo al mismo tiempo.

-¿Cuáles son los grandes personajes del cine?
-Muchísimos. Por ejemplo, Hannibal Lector, que es un psicópata y a la vez culto y refinado. O “Terminador” O Norman Bates, el personaje de “Psicosis” de Alfredo Hitchcock, que es incapaz de matar a una mosca y sin embargo asesina a jovencitas por designio o mandato de su madre.

-Explíquenos las fases de la redacción del guión.
-Me está usted pidiendo que resuma el taller del Ja Ja Festival.

-De eso se trata. Siga…
-Serían cinco fases. Primera: es la idea, que debe poder resumirse en 25 palabras. Segundo: la sinopsis, que no debe pasar del medio folio. Tercera: el argumento, que debe poder concentrarse en un par de páginas. Cuarta: el tratamiento, que ya debe tener todas las secuencias de la película, entre 100 y 120, susceptibles de resumirse en 40 páginas. Quinta: dialogar, convertir el tratamiento en el guión final, que puede revisarse una y otra vez.

-¿Cuál es su modelo de guionista?
-De los de afuera Woody Allen, y de los de España, Rafael Azcona. Son espléndidos.

-¿Qué no debe hacer un guionista?
-No conviene olvidar que un guión se escribe para un soporte que no es literario. La retórica es prescindible; dialogar en el cine es un arte. Sólo se debe decir lo estrictamente necesario. Aquí vale más una imagen que una palabra.

-Ser guionista en España, ¿es reír, llorar o sobrevivir simplemente?
-Acaba de hacerse un informe sobre la situación de los guionistas en España, y sólo un 20 % vive holgadamente de su trabajo; los demás deben buscar trabajos alternativos. Ser guionista es llorar un poco. Es la profesión más ingrata y menos reconocida del cine.

-Usted es el responsable del guión de “Miguel y William”, que va a dirigir Inés París, donde se narra el encuentro de Shakespeare y Cervantes…
-Soy, con un compañero, el autor del argumento. Imaginamos un encuentro de los dos escritores hacia 1595, fue posible en Italia, aunque aquí se traslada a Toledo, y creamos la figura de una mujer de la cual ambos habrían estado enamorados. La encarnará en el cine Leonor Watling. Juan Luis Galiardo encarnará a Cervantes.

-¿Qué se aprende en sus talleres?
-La gente se apunta voluntariamente, se pasa bien y se trabaja. Y yo, con los alumnos, sigo aprendiendo. Creo que ya le he respondido.

*TIRSO CALERO es guionista de televisión y cine. Ha trabajado en proyectos como “Grand Prix”, “Hay una carta en tu vida”, ha sido argumentista de “Ana y los siete” y de la película “Miguel y William” que rodará Irene Paris con Juan Luis Galiardo y Leonor Watling. Este entrevista es algo más extensa que la que aparece hoy en “Heraldo”.

1 comentario

adela atienza -

Me parece alucinante que dé clases de guión y que diga que es un observador de la vida cuando en Bandolera no observa ni de lejos los usos y costumbres del siglo xix.
Ni siquiera Parece observar el reglamento de la Guardia Civil, que se inventa a su antojo,. Basta el ejemplo del joven guardia Jairo Flores, a quien se empeña en denominar "El REcluta" cuando no hay recltas en la guardia Civil.
Lo mismo ocurre con las anunlaciones matrimoniales, que en la serie se producen a unas velocidades, que ríase usted de el divorcio Expres, si tener en cuenta que la anulacion se produce a través de la iglesia, y no de cualquier abogado y que los esposos no la conceden, sino que la solicitan , y solo el tribunal de la Rota en el Vaticano concederá si considera oportuno después de un juicio larguísimo.
El señor Calero hace viajar a sus personajes a la velocidad de la luz en un siglo en el que se iba a cabayo , a pie o en trenes lentísimos, y el vocabulario que utilizan es vergonzosamente modernos. Cambia leyes a su antojo, y plantea unas situaciones absolutamente ridículas e impropias en un pueblo de andalucía del siglo XIX.
Así que los alumnos de su curso deberían haber "observado " la carrera de su profesor antes de pagar sus cuotas. Supongo que ya es demasiado tarde.