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Antón Castro

FOTOS INOLVIDABLES. 6 / SOPHIE BASSOULS

FOTOS INOLVIDABLES. 6 / SOPHIE BASSOULS

Encuentro esta bella foto de Julien Gracq, de la gran fotógrafo Sophie Bassouls, y la traigo aquí a la serie “Fotos inolvidables”. Y copio la necrológica de “El País”. [El escritor francés Julien Gracq falleció el pasado22de diciembre a los 97 años en Angers, en el oeste de Francia. El autor de El mar de las Sirtes Nacido el 27 de julio de 1910, Gracq, uno de los grandes de la literatura contemporánea francesa, deja un legado de 19 obras, inspiradas en el romanticismo alemán, así como en los géneros fantástico y surrealista.

Hombre discreto y reticente a los honores, el escritor rechazó en 1951 el premio Goncourt por su obra maestra El mar de las Sirtes, así como su nombramiento en la Academia Francesa, al calificar esta distinción como un "abuso de poder".Sin embargo, en 1989 aceptó que sus títulos fueran publicados en La Pléiade, de la editorial Gallimard, convirtiéndose en uno de los pocos autores que lograron en vida formar parte de esta prestigiosa colección. Sus libros nunca fueron editados en versión de bolsillo y contaron con tiradas limitadas, lo que no le impidió adquirir un inmenso prestigio entre el público más culto.

Desde joven, Gracq sintió una gran pasión por la literatura y devoró la obra de grandes autores como Gide, Valéry, Claudel, Cocteau. Comprometido pronto en la política, en 1936 entró a formar parte del Partido Comunista y participó en la organización del Frente Popular, aunque abandonó el partido en 1939 por su discrepancia ante el pacto de no agresión entre Hitler y Stalin. Prisionero durante la Segunda Guerra Mundial, en 1947 ganó una plaza de profesor de Historia que conservó hasta su jubilación en 1970.

Su obra narrativa empezó a publicarse en 1938 con El castillo de Argol seguido de Un beau ténébreux (1945), Los ojos del bosque (1958) y La presqu'île (1970). Tiene también obras de teatro como Le Roi Pecheur (1949) y ensayos como Preferences (1961) o En lisant, en écrivant (1980).]

Desde hace unos días, leo y releo uno libro suyo aparecido en 1992 y publicado en España en Acantilado: A lo largo del camino (Acantilado. Traducción del francés de Cecilia Yepes. 242 páginas), un libro que tiene la forma de un diario de impresiones y pensamientos, un cuaderno sin fechas, donde escribe de casi todo: de paseos, de colores, de pequeños viajes y carreteras, de música, de escritores y de libros, del acto mismo de la creación. Ahora que ando yo preparando un nuevo libro de relatos, corto, de apenas cien páginas, leo con interés este fragmento de Julien Gracq, que fue profesor de historia y de geografía y que halló en José Corti a su editor ideal:

“Escribir un libro es, en cierta manera, desembarazarse de él, dejar el terreno libre de una gestación, opresiva a la larga, para volver a esa libertad del espíritu vacante que, más de una vez, en los últimos meses de trabajo de una obra demasiado tiempo arrastrada, me ha parecido por contraste tan deseable. Pero acabarla no es solamente añadir un título a la lista de obras ya publicadas. Así como, en un interior demasiado amorosamente, demasiado caprichosamente amueblado, se termina por ver restringidas y como canalizadas las idas y venidas habituales, el espíritu segrega también su propio mobiliario. Cada libro terminado, cada libro publicado expulsa un cierto volumen de espacio interior, que al principio era disponibilidad pura pero que la ejecución ha solidificado, que era llamada a la libertad y que la escritura ha cambiado en materialidad”. 

1 comentario

eduardo -

Una película muy recomemdable, que adapta un relato largo de Julien Gracq, (Le Roi Caphetua), es Rendez_vous à Bray, (Cita en Bray, 1971) del gran e infravalorado André Delvaux.

Viendo esta película, de una belleza arrebatadora, te parece estar dentro de un sueño.

¡Saludos y Feliz Año Nuevo!