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Antón Castro

AL FILO DEL VERMÚ EN VINOS CHUECA

AL FILO DEL VERMÚ EN VINOS CHUECA Alguna vez he hablado aquí de Vinos Chueca, que es una taberna de Casetas y un grupo de música, a la manera de La Mandrágora, liderado por Fernando Bastos, “El Magras”, y Bobby Chueca. Había quedado allí con el fotógrafo Rafael López, que vive en Casetas y que desde allí crea a su modo, en la línea meticulosa de Amsel Adams, Imogen Cunningham, Edward Weston o Alfred Stieglitz, salvadas sean las distancias por ahora. Trabaja en una serie sobre “La vida secreta de los ríos” o “La vida oculta del agua”, y ya ha hecho tomas de la gran riada, de choperas con reflejos especiales o del paso del río bajo los puentes entre neblinas. Aplica una estética minuciosa que se basa en la perfección, en la sensibilidad y en una pulcritud extremada.

Mientras ultimábamos la muestra que Rafael va a presentar en la torre Blanca de Albarracín con desnudos, retratos, paisajes y flores, Bobby Chueca, que es uno de esos de tipos encantadores que tiene la música y la tertulia y la bebida, nos puso, y me regaló, el disco “La tos del trompetista” de Joaquín Carbonell. Me dice: “El disco es precioso. Tiene un aire a lo Dyango Reinhardt y Carbonell canta mejor que nunca. Mejora día a día. Y en lo que está inspiradísimo es en sus letras”. Nos sentamos en una mesa en refugio de bohemios, de contertulios, de artistas anónimos y de chicas muy guapas ya desde media mañana. Y en ésas aparece Carbonell con su mujer Virginia y su hijo Alejandro, y nos dedica su disco: “Para Carmen y Cantón besos sin tos. J. Carbonell”.

Luego Rafael me cuenta cómo trabaja, cómo compagina su tarea de impresor con su pasión por la fotografía. Actualmente presenta una exposición en Barcelona. Mientras hablaba, Carbonell desleía sus canciones –a ritmos de jazz, o de balada francesa…- donde lo mismo habla de Jacques Brel, que del coño de la Bernarda, el gol de Marcelino, del Tour de Bahamontes o de la gramática parda. Y de la boca de Letizia. A mi espalda, Bobby Chueca, que es un extraordinario guitarrista (uno de los más divertidos que he visto nunca: gracioso a su pesar, ya perdonarán), colgó la página que hace dos o tres domingos le dedicó Matías Uribe con un título rampante: “Carbonell, el mejor cantautor actual”.

Qué cosas ocurren cuando se tiene una cita, Joaquín.

4 comentarios

Anita -

Joaquín, simplemente, un personaje de la vida real al que, como a tantos otros, hay que agradecerle lo que ha hecho,esta haciendo (y esperemos siga en ello) por enseñarnos a respetar, amar y defender ARAGÓN, independientemente, claro está, de ser un periodista fabuloso y un cantautor excepcional. GRACIAS

matilde -

Mi recuerdo de Joaquín es de mi niñez, a veces, en verano, él aparecía por Alloza con una rubia despampanante ¡ mira, es Carbonell!- decíamos los críos.

Antonio Pérez Morte -

No sé si es que nos hemos hecho mayores o que fuí un crío demasiado comprometido,
pero cada vez que veo a Joaquín, me ennostalgio irremediablemente y se me arrasan los ojos.

Cide -

no sé decirte si me gusta más como cantautor o como crítico televisivo.