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Antón Castro

LA MIRADA "INDIE" DE MIRANDA JULY

LA MIRADA "INDIE" DE MIRANDA JULY

En los Renoir, en versión original en inglés, puede verse “Yo, tú y todos los demás”, una película “indie” de Miranda July (Cámara de Oro en el Festival de Cannes, premio especial del jurado en Sundance y del público en el Festival de los Angeles), donde esta mujer de estudiada languidez, de desmadejada modernidad hace de todo: es la guionista, la directora y la actriz principal. Y lo hace bastante bien, aunque se ha quedado un poco corta con el final y con algunos desarrollos, que exigían algo más de atrevimiento y mejores ideas. Narra la relación de una joven, que transporta ancianos en un taxi, con un dependiente (John Hawkes; pensé todo el rato en el parecido con Fernando Tejero, pensé también en Billy Bob Thornton en ocasiones) de una zapatería que acaba de separarse y tiene dos hijos, el más pequeño fascinante, aficionados ambos a los chats subidos de tono. A Peter y Robby les dan dan vida MilesThompson y Brandon Ratcliff.

Además de luchar por sobrevivir así, ella, Christine, también es artista multimedia, y hace vídeos más o menos conceptuales. Él, Richard, tiene un compañero, fracasado en su vida de pareja y un poco procaz, que es capaz de proponer un juego sexual a un par de chicas; ellas, antes de dar el paso definitivo hacia esa mole de vicio, se atreverán a probarlo, al principio, con el hijo mayor del zapatero, en una escena bastante cómica. También se narra una historia de amor entre una pareja madura, y aparece una vecina con una hija bastante atrevida, y una galerista de arte famosa y su ayudante. Y está la ex mujer del dependiente… Con todo ello, Miranda July (Vermons, EE. UU. 1974) va creando peripecias que se interfieren y que provocan, en muchos momentos, bastante gracia. Como sucede con los diálogos por el chat de los dos hermanos, en particular el pequeño, que está extraordinario: parece un niño nihilista. Es una película sencilla, con encanto, bien interpretada, fresca, aunque algo pálida en el contraste con la realidad, perezosa en su final. O cuando menos no tan valiente como desarrollos anteriores. Puro cine independiente, lleno de sutilezas, de detalles (como toda la construcción que se hace en torno a esos zapatos rosas), de buen gusto, aunque tal vez le pierda un poco una inclinación hacia la psicodelia o la poesía psicodélica.

 

1 comentario

Ester -

Entró en su blog, señor, y me gusta. Esta película me pareció muy bonita.Es una pena, por lo que veo, que sus comentarios tengan tan pocos lectores.

Quizá tenga un poco de razón en eso de Poesía psicodélica. ¿Qué quiere decir?

Feliz Navidad.
La foto, por cierto, en muy bella. Gracias.