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Antón Castro

GOLPES DE MAR / 2*

GOLPES DE MAR / 2*

BALLENAS (Fragmento)

[Lo que le apenaba de veras es que nunca supo cómo eran los dibujos de su hijo. Al principio no hacía mucho caso, pero a medida que el muchacho causaba cierta sensación tanto en los comercios, que le compraban sus afectadas marinas, como en el restaurante Rompeolas, sintió una enfermiza y cruel curiosidad. La conciencia de su ceguera le remitía a una desazón renovada. Si el pueblo se había quedado a solas, sin navegantes, o si llovía a mares, ambos se resguardaban en casa al calor del fuego. Había un momento en que el padre le pedía que le describiese los dibujos: la firmeza de los trazos, la gama de los colores –“¿dices, hijo, que ese color es apagado como la ceniza, oscuro como la tormenta que se asoma desde las islas Sisargas?”--, la magia del paisaje, los personajes. Leandre se dejaba llevar por su enorme imaginación y completaba el dibujo. “Claro -decía-, esa sirena que ahí ves, desnuda como una mujer cuando se ofrece y caliente, no sabe cantar, pero gime y sus gemidos atraen a los marinos y a los hombres de tierra. Yo conocí a una de ésas en Laxe y me dijo que se llamaba Carmiña”.

 

         Pedro Portegaza, desde ahora Pero da Ponte, aprendió a estirar y enmarañar los argumentos como su padre. Y si le flaqueaba una narración, tomaba un segundo de aire, inventaba una sucesión de onomatopeyas más o menos efectivas, aullidos de lobo en la invernía, cánticos espasmódicos y serenos como los de las antiguas ballenas, y echaba mano de su memoria: allí, en el fondo de aquel arcón de hechos prodigiosos que conservaba en el magín, que no otra cosa era la maravillosa herencia de su progenitor, estaba todo lo que quería. Un hundimiento, una huida por un mar salpicado de tiburones, una mujer que clama ante la playa o un loro llamado Clodoaldo capaz de predecir el futuro para corregirlo.]

*Os avanzo otro fragmento de otro cuento, uno de mis favoritos: "Ballenas". Cuenta la historia de un escritor que se alza con el Premio  Nobel y que antes ha visto como en una librería de su ciudad quemaron algunos de sus libros. La foto es de mi admirado Joan Colom.

3 comentarios

A Luisa y Fernando -

Hace 23 años escribía en el papel de estraza que envolvía los cartones de bingo y aprendía a escribir a máquina en una Olivetti inmensa, con carro doble, bien pesado.Y leía desaforadamente a los escritores gallegos -Dieste, Cunqueiro, Otero Pedrayo- y a otros narradores que me cautivaban: Mercè Rodoreda, Isak Dinesen, Borges, Poe.

Éste es el libro que contiene mi mejor autobiografía de escritor, con otro que se titula "El sembrador de prodigios" (Certeza, Colección Cantela, 2005.

Un abrazo para los dos. Y mil gracias por vuestra constante gentileza y atención. Y lo mismo digo desde aquí para
Mariano Gistaín
Marisancho Menjón
Félix Romeo
Pepe Melero y Víctor Juan
Javier Delgado
vicente Pascual
Raúl Herrero
José Antonio Melendo
Chorche Purnas
Todos, todos. Un gran abrazo.

Fernando -

Antón, muy bello...hasta con su suave saudade en las palabras, melancólicas visiones y nombres de cuento...espero con agrado el momento de tener el libro...veintitrés años?...que hacíamos hace veintitrés años?..un abrazo.

Luisa -

¡bueno, bueno! qué bien ir leyendo estos fragmentos... ¡qué ganas de seguir! Y los titulos.. me chiflan. Así ya no será un libro desconocido. Será un libro que llegará a nuestras manos habiéndose ya asomado un poco a nuestras vidas. Me gusta la sensación.