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Antón Castro

ZARAGOZA: GANAR EN AUTOESTIMA

ZARAGOZA: GANAR EN AUTOESTIMA

El pasado sábado, el periodista, profesor y cantante Mario Sasot publicaba en La Vanguardia varios textos sobre la Expo. Uno de ellos era éste: “Ganar en autoestima”, agrupado  bajo el epígrafe “Cita internacional en Aragón”.

 

GANAR EN AUTOESTIMA

[Intelectuales aragoneses creen que la Expo dará proyección a Zaragoza y ayudará incluso a que sus ciudadanos la aprecien más]

 

MARIO SASOT / Zaragoza

“Cuando surgió la idea de la Expo, la gente no creía mucho en ella, por el victimismo y el complejo de que siempre ha lastrado aragoneses", explica Mario Gaviria, el sociólogo que hace 25 años publicó el influyente libro Zaragoza contra Aragón y que recientemente ha publicado Aragón es Zaragoza con David Baringo. Pero ahora que el proyecto se ha hecho realidad, Gaviria y otros intelectuales aragoneses ven en la Expo una oportunidad para que Zaragoza y Aragón den un salto en el mapa de los centros de decisión de Europa, y la población se sienta por fin orgullosa de su ciudad.

Esta situación se da porque, en la preparación de la Expo, la sociedad civil y la política han ido en una misma dirección. Y el futuro de Zaragoza y Aragón, coinciden intelectuales, empresarios y políticos, dependerá de cómo se gestione la post-Expo.

El arquitecto zaragozano José Manuel Pérez Latorre, autor de la remodelación de la plaza de la Seo y del Auditorio, destaca la ilusión y el aumento de autoestima que ha provocado la Expo en la ciudadanía, pero opina que las grandes aportaciones arquitectónicas de la Expo no son el elemento trascendental que marcará el futuro de la ciudad. "Las exposiciones internacionales crean una suma de edificios singularizados, que pueden llegar a ser un batiburrillo. Lo que de verdad va a marcar el futuro de la ciudad serán otras construcciones que ya antes comenzaban a ser los ejes de su desarrollo, como la plataforma logística Plaza, la Feria de Muestras y el AVE y su nuevo apeadero, a lo que será imprescindible añadir un aeropuerto internacional a la altura de la ciudad".

Gaviria, que ha enseñado en Estados Unidos, en la Escuela de Arquitectura de Madrid y la Universidad Pública de Navarra, considera que " Zaragoza y Aragón están en el mejor momento de su historia, además, porque España ha tenido un desarrollo social y económico espectacular". La clave de que el proyecto de la Expo se haya realizado, según Gaviria, ha sido "el progresivo consenso que ha generado, pues hoy sólo un 6% de los zaragozanos se manifiesta en contra. La gente ha visto en la Expo una ocasión".

 Antón Castro, periodista de Heraldo de Aragón, escritor y conductor de un programa cultural en Aragón Televisión, Borradores, considera que la Expo ha desmentido el tópico de que Aragón sólo se mueve con el no. "Ha sido como un espaldarazo a la construcción del futuro de una ciudad hospitalaria, una senda hacia la modernidad. El proyecto otorga personalidad a una parte del río que estaba ahí varada, multiplica los accesos a la ciudad, genera políticas de futuro, recupera el Ebro e incorpora Zaragoza a las nuevas tendencias de la arquitectura".

Para Antón Castro, la Expo supone la incorporación de Zaragoza al mundo y la penetración del mundo en Zaragoza. "Por aquí van a pasar grandes artistas, escritores, arquitectos, teóricos del agua, y Zaragoza va a probar y a exhibir su dimensión universal", dice.

Sólo un nubarrón oscurece el optimismo de este gallego arraigado en Zaragoza: el descenso a Segunda División del primer equipo de fútbol de la ciudad. "Ha sido una bofetada en la cara y en la proyección de la ciudad en el momento más inoportuno, con la Expo en puertas, cuando celebrábamos el 75. º aniversario del Real Zaragoza y el CAI de baloncesto ha subido a la ACB", coincide Gaviria.

Luis Alegre, profesor de Económicas de la Universidad de Zaragoza y crítico, guionista y director de cine, cree que "si se hacen las cosas bien, la Expo supondrá muchos beneficios". "Es -agrega- una oportunidad fantástica para meter de lleno a la ciudad en el siglo XXI, para dar un salto de calidad, modernidad y belleza. Zaragoza siempre ha tenido fama de ser una ciudad simpática, llena de gente encantadora, pero no muy bonita. Sería estupendo que fuera un lugar del que cualquiera se pudiera enamorar".

En el feísmo de la ciudad abunda el arquitecto Daniel Olano, coautor del pabellón de Aragón [con Alberto Mendo], uno de los símbolos de la Expo. "Tal vez gracias a la nueva ciudad que surge de la Expo los ciudadanos lleguen apreciar los valores de la ciudad de siempre, como el Pilar, las torres mudéjares o la Aljafería. Los zaragozanos dejarán de creer que su ciudad es fea", afirma.

*Así captó el gran José Antonio Melendo el Pabellón de España de Patxi Mangado, para muchos la mejor obra de la Expo.

 

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