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Antón Castro

PACO UMBRAL: EL POEMA A 'LA MÁQUINA DE ESCRIBIR'

PACO UMBRAL: EL POEMA A 'LA MÁQUINA DE ESCRIBIR'

 

 

LA MÁQUINA DE ESCRIBIR

 

Pequeña metralleta entre mis manos,

máquina de  matar con adjetivos,

máquina de escribir, arma del tiempo.

En todas las mañanas de mi vida,

el tableteo audaz de mi olivetti,

ese ferrocarril de ortografía

en que viajo muy lejos de mí mismo

o retorno a los campos de la prosa

para reñir batallas en mi lengua

con todos los que mienten, los que gritan,

con los que escriben en feroz tanqueta

para no decir nada y meter miedo.

 

Vieja olivetti verde, azul o negra,

escalinata alegre de las letras,

sobre esta escalinata, una mañana,

me encontrarán tendido, no vencido.

Libros, papeles, cosas y poemas

han salido y saldrán de este cacharro.

Pavonado revólver de mi prosa,

sus muecas son ministros fusilados,

canto de codorniz, canto de urraca,

como las que ahora pueblan el jardín.

Alegría y salud, mi vieja máquina

me regala un estilo, una escritura

y las gentes se paran para verlo.

 

14.V.2000

 

Ayer, en el diario ‘El mundo’, la redactora Emma Rodríguez, una de las periodistas más serias de cultura de España (compañera del crítico y escritor zaragozano Javier Goñi), firmaba un estupendo artículo sobre la publicación de los 126 poemas de Paco Umbral: ‘Obra poética’ (Seix Barral), editada por uno de sus grandes especialistas: Miguel García Posada. Umbral ha sido un mayúsculo poeta en prosa y un lector feroz de poesía: Rubén Darío, Lorca (en realidad, casi todo el 27, al que glosa con belleza y desolación en ‘Morta y rosa’), Rimbaud, Juan Ramón Jiménez, acaso su poeta predilecto, lo cual dice mucho de la exquisita sensibilidad poética del escritor. En la doble página que le dedicaba ‘El mundo’, se incluían otros textos, uno especialmente feliz del también poeta Antonio Lucas, y este poema titulado ‘La máquina de escribir’. Este texto narra una relación muy especial con el instrumento de la escritura y es casi una poética.

4 comentarios

José Casadesús -

Este sólo poema convierte a Umbral en uno de los vates más importantes de su tiempo.

Niggerman -

N. B. Quítese el "hay" del comentario anterior. Es un resto que olvidé borrar.

Niggerman -

Sí, la de poeta es una cara poco conocida de Umbral. Tampoco lo es la de crítico de poesía. Como tal ejerció, y no le faltaba agudeza (no quiero decir agudeza de filo de cuchillo ni crueldad, sino pesquis). Así que la publicación promete. A ver si hay García Posada cumple en sus labores de editor. Que eso es ya otro cantar...

Luisa -

Tableteo audaz: recuerdo el sonsonete atronador y creo que prefiero ya el relativo silencio del ordenador, un ritmo más interior.

Besos