Blogia
Antón Castro

TERESA SALCEDO: PAISAJES SOÑADOS

TERESA SALCEDO: PAISAJES SOÑADOS

 

Conozco a gente que piensa que los pájaros son animales repulsivos. No hallan en ellos nada elogiable y no entienden a esos poetas que les han escrito magníficos poemas, desde Leopoldo Lugones a Pablo Neruda, desde Saint-John Perse a Andrés Trapiello. La pintora Teresa Salcedo ama los pájaros y su leyenda, y ama los paisajes tamizados de luz y de sutileza, que tienen un pie en ‘La pradera de San Isidro’ de Goya, en la obra de Caspar David Friedrich y en el arte oriental, escurrido de atmósferas. Desde hace más de un lustro trabaja en el proyecto ‘Silencio peregrino’ (se expone ahora en Aragonesa del Arte), que es una colección de paisajes, con o sin pájaro, con o sin árbol, cuyos cielos están tocados de misterio, de montañas nevadas o de una diluida veladura de oro. Teresa Salcedo construye paraísos, tránsitos para el caminante y para el soñador, y lo hace con una exquisita elegancia, con una rotunda tensión plástica. Son tiempos para hablar de crisis, y ella lo hace casi como en un gran criptograma. Aquí está el llanto, aquí el dolor, aquí la violencia, y en todo, en todo está la pintura que alcanza una hermosura inefable. Una hermosura inefable que también denuncia el paro, la desesperación, la injusticia, y que se plantea  a su modo la alianza entre la realidad y la ficción. Teresa Salcedo conoce su oficio, posee técnica e inspiración, se rebela, grita, y al final se remansa en suavidad y en un árbol con alas que intenta zafarse del abismo. Estos días han muerto seres entrañables como José Notivol, Zeika Viñuales (hija del pedagogo Evaristo Viñuales, presa de la Gestapo), Rolando Mix Toro y Mariano Forns. Ojalá que ellos encuentren el solaz definitivo en lugares como los que pinta y sueña Teresa Salcedo. Paisajes de la imaginación que acaban por volverse reales. Paisajes intemporales para el alma.

*Teresa Salcedo expone estos días en la sala Aragonesa del Arte y muy pronto inaugurará una instalación impresionante en la Casa de la Mujer.

1 comentario

Rodolfo -

Ojalá, querido Antón.
Gracias y un abrazo emocionado.