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Antón Castro

OLGA BERNAD: TRES POEMAS NUEVOS

OLGA BERNAD: TRES POEMAS NUEVOS

Olga Bernad, autora de ‘Caricias perplejas’ (Fundación ECOEM, colección Siltolá), uno de los grandes poemarios publicados por un aragonés este año, ha iniciado la escritura de un nuevo libro. Me manda, a petición mía, estos tres poemas, que plantean un drama nuevo, narrativo también, pero lleno de fuerza y de inquietud, con esa dicción tan personal, tan segura y tersa.

 

 

BELCHITE 2002

 

¿Recuerdas aquel día?

La última visita al pueblo viejo.

Allí danzaban todos los fantasmas

que no pudimos ver, y lo visible

estaba lleno de huesudas manos

que agarraban con fuerza nuestros rostros.

 

Mirábamos la iglesia, el esqueleto

de un ángel que murió cuando existían.

Con mimbres de noviembre se ha tejido

el pueblo muerto.

Con deseo y con rabia,

con odio minucioso y laberíntico

se edificó esta destrucción paciente

que ahora respira así junto a mi boca.

 

Todo es cierto y es nuestro y, sin embargo,

no estuvimos allí; sobrevivimos

en la supervivencia de otros hombres.

 

 

PREMONICIÓN

Se deshace en los labios de algún sueño
como una contraseña incomprensible,
reclamando la voz
que abriría las puertas que se cierran.

El aire se calienta de secretos.

Los muros silabean restos sucios

de oscuras inscripciones.

 

Lo no olvidado aún, lo que nos roza

con su rara cordura la conciencia

para no despertarnos ni dormirnos.

La lucidez borracha de los sueños

o los presentimientos.

Tocar la claridad para extrañarla.

 

Claroscuro que agota,

nostalgia de certezas; y cerezas

que un dios dudoso y débil

parece colocar en nuestra lengua

con lujurioso gesto de demonio.

 

Mi sangre huele el aire

como un animal vivo

-con un instinto comparable al hambre-

y un latido de plomo la sujeta.

 

Así pesan mis ganas de saber,

así afilan sus garras y sus dientes

la sensibilidad y la paciencia.

La tensa calma y el dolor me dicen

que cazar este invierno será en vano.

 

Mas no cierres los ojos, una noche

beberás de la copa que te sacie.

 

 

TERCO MAYO

 

Terco mayo de ritos repetidos,
olvidaré el invierno entre tus brazos.
Porque vuelves, y no para salvarme:
vuelves para robarme el pulso oscuro
que ha sabido dormir entre mis venas.
El saludo de mayo es la intemperie,
el corazón temblando en la explanada,
desnudo y expectante. Será hermoso
encontrarte en el llano mientras siento
un río antiguo y un temblor de tierra
en el circuito ciego de la sangre.

 

La foto es de Simona Ghizzoni.

6 comentarios

isabelbarcelo -

Le felicito por el buen gusto de poner estos poemas de Olga Bernad, una poetisa con una voz muy personal y singular. Saludos cordiales.

Julio Castelló -

Se masca cada emoción. Me parece brillante y terrible ese: "con odio minucioso y laberíntico
se edificó esta destrucción paciente".

Niggerman -

Me parece que hay una buena poeta aquí. No es poco... Discretamente al grano, sin los cultureríos vacuos que ahora vuelven a estilarse. Verso rítmico, pero sin sonsonete. Buenas imágenes. Un manejo de las referencias temporales muy interesante. Etcétera. Se agradecen mucho poemas como "Terco mayo" (¡qué título tan bueno, por cierto!) o versos como:

Con mimbres de noviembre se ha tejido / el pueblo muerto.

maría luisa -

Querida Olga, preciosos poemas, como se dice:
"Redondos" "Preciosos"
¡Enhorabuena!

Te quiero mucho

Aanbel -

Enhorabuena, Olga.

Se nota que lo haces en serio.

Un beso,

Anabel

Olga B. -

Como sabe cualquier amante que se precie, después de las caricias no se debe parar. Hay que ir en serio;-)
Un beso, Antón, y gracias por esta nueva muestra de mi poesía en tu blog.