OLGA BERNAD: TRES POEMAS NUEVOS
Olga Bernad, autora de ‘Caricias perplejas’ (Fundación ECOEM, colección Siltolá), uno de los grandes poemarios publicados por un aragonés este año, ha iniciado la escritura de un nuevo libro. Me manda, a petición mía, estos tres poemas, que plantean un drama nuevo, narrativo también, pero lleno de fuerza y de inquietud, con esa dicción tan personal, tan segura y tersa.
BELCHITE 2002
¿Recuerdas aquel día?
La última visita al pueblo viejo.
Allí danzaban todos los fantasmas
que no pudimos ver, y lo visible
estaba lleno de huesudas manos
que agarraban con fuerza nuestros rostros.
Mirábamos la iglesia, el esqueleto
de un ángel que murió cuando existían.
Con mimbres de noviembre se ha tejido
el pueblo muerto.
Con deseo y con rabia,
con odio minucioso y laberíntico
se edificó esta destrucción paciente
que ahora respira así junto a mi boca.
Todo es cierto y es nuestro y, sin embargo,
no estuvimos allí; sobrevivimos
en la supervivencia de otros hombres.
PREMONICIÓN
Se deshace en los labios de algún sueño
como una contraseña incomprensible,
reclamando la voz
que abriría las puertas que se cierran.
El aire se calienta de secretos.
Los muros silabean restos sucios
de oscuras inscripciones.
Lo no olvidado aún, lo que nos roza
con su rara cordura la conciencia
para no despertarnos ni dormirnos.
La lucidez borracha de los sueños
o los presentimientos.
Tocar la claridad para extrañarla.
Claroscuro que agota,
nostalgia de certezas; y cerezas
que un dios dudoso y débil
parece colocar en nuestra lengua
con lujurioso gesto de demonio.
Mi sangre huele el aire
como un animal vivo
-con un instinto comparable al hambre-
y un latido de plomo la sujeta.
Así pesan mis ganas de saber,
así afilan sus garras y sus dientes
la sensibilidad y la paciencia.
La tensa calma y el dolor me dicen
que cazar este invierno será en vano.
Mas no cierres los ojos, una noche
beberás de la copa que te sacie.
TERCO MAYO
Terco mayo de ritos repetidos,
olvidaré el invierno entre tus brazos.
Porque vuelves, y no para salvarme:
vuelves para robarme el pulso oscuro
que ha sabido dormir entre mis venas.
El saludo de mayo es la intemperie,
el corazón temblando en la explanada,
desnudo y expectante. Será hermoso
encontrarte en el llano mientras siento
un río antiguo y un temblor de tierra
en el circuito ciego de la sangre.
La foto es de Simona Ghizzoni.
6 comentarios
isabelbarcelo -
Julio Castelló -
se edificó esta destrucción paciente".
Niggerman -
Con mimbres de noviembre se ha tejido / el pueblo muerto.
maría luisa -
"Redondos" "Preciosos"
¡Enhorabuena!
Te quiero mucho
Aanbel -
Se nota que lo haces en serio.
Un beso,
Anabel
Olga B. -
Un beso, Antón, y gracias por esta nueva muestra de mi poesía en tu blog.