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Antón Castro

POEMAS DE R. VÁZQUEZ-PRADA

POEMAS DE R. VÁZQUEZ-PRADA

Ricardo Vázquez-Prada es periodista, narrador, poeta y cantante, que suele hacer versiones de Georges Brassens. Estos días acaba de publicar un libro de poemas, ‘Como el viajero herido’, y ha grabado diez temas para un álbum con su hijo Miguel Ángel Prada a la guitarra. Me envía tres poemas. El primero, de amor y erotismo, glosa un par de años de estudiante en Estrasburgo.

 

 

 

Tiemblas cuando recorro

la comisura de tus labios,

te estremeces cuando exploro

la piel turbada de tu cuello.

Ríes aún cuando te beso

quedamente en el oído;

no fue fácil conquistarte,

los primeros besos, la primera noche.

Lo compartimos todo

en la ciudad de piedra roja,

tarta de fresa en las esquinas,

besos furtivos, ansias secretas.

Quisiera oir el latido del mar en tu vagina,

el rumor del viento entre tus senos de ámbar,

esparcir mi semen presentido

en la pradera virgen de tus nalgas.

Abrasar la anémona turbia de tu ombligo

con un beso de amor desesperado;

llegar tan lejos en ese ciego abrazo

como el pecado de una diosa de fuego.

Añoro tu voz estremecida,

siento el fluir de mi lengua de arena

mientras derramo sobre tu piel dormida

la vía láctea de mi ciego instinto.

 

 

 

HE DE VIAJAR AL ALBA

 

He de viajar al alba

a la tierra baldía

en la que nada crece,

en la que nada espiga,

al olvidado yermo

en que mis manos de cera

no encontrarán más pulso

que la noche infinita,

ni una brizna de hierba,

ni un soplo de vida,                                                                                   

ni el arcano de un sueño,

ni una brisa perdida.

Cuando en la oscuridad

esa sombra me cubra,

se adherirá a mis huesos,

espectro de luz cautiva;

mi noche se hará más noche,

más cerrada, más oscura,

en mi habitación

de paredes desnudas.

Sé que al llegar el alba

con su túnica amarga,

me alcanzará el silencio,

el sabor de su espuma.

Llegaré hasta allí

con mis manos vacías

y en mi rostro no habrá

lugar para las lágrimas.

 

 

 

 

MAR OCULTO

 

 

Mar oculto

que escondes tu secreto,

¿has leído mi nombre

en la herida de los astros?

Estoy ante ti,

olas de esmeralda y fuego,

sin saber si la muerte

es condena o refugio.

¿Conoces acaso mi destino?

Esa fuerza que te impulsa,

¿es ciego corazón,

mirada inerte?

Quisiera acariciar con mi piel fría

tus escamas de nácar,

surcar la inmensidad de tus ausencias

sintiendo en mis entrañas

el latido destructor del viento.

Estoy frente a ti;

escucho el batir de las olas

contra las rocas de oro y algas

y me pregunto

por cuánto tiempo aún

las caracolas

entonarán su canto de desolación y muerte.

*Esta foto es de Amanda Zackem.

 

1 comentario

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Que hermosos versos realmente muy profundos fue un placer visitar tu blog, un saludo.