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Antón Castro

UNA HISTORIA SENCILLA

UNA HISTORIA SENCILLA

Amor

 

Anteayer volvía hacia casa bajo una niebla londinense. En la plaza de Aragón me encontré con un viejo amigo, uno de esos seres afectuosos que ignoran el resentimiento y que buscan a cada instante el brillo y la alegría de la felicidad. JMG ha sufrido uno de esos tragos terribles que, a menudo, te obliga a beber la vida: perdió a la mujer de su vida, a la madre de sus dos hijos. Ella había lo había sido todo: la compañera, la luz, el esfuerzo, la delicadeza, la criatura pugnaz que ordena el mundo y sus circunstancias sin estridencia, hasta tal punto que él no recordaba siquiera cuándo se había comprado un pantalón. Siempre lo hacía ella: vivía para él, para los hijos, para su trabajo, para el círculo de amistades, con ese don inefable que poseen muchas mujeres y que les permite multiplicarse a su antojo. A JMG lo que más le desesperaba era no era su propio dolor, el desamparo en el que se había quedado, la perplejidad de tantas noches de silencio, ni la reconstrucción de sí mismo a la que se veía abocado. No era eso. Lo que más le dolía era que ella, su mujer y su esperanza, no pudiese disfrutar de las pequeñas cosas que él ve en su derredor: el afán de los hijos, su buen rendimiento en los estudios, la serenidad y la madurez que han adquirido en medio de la pérdida. JMG me dijo: “Es que todo esto es lo que ha ella había construido, lo que había estado haciendo casi sin que yo me diese cuenta”. JMG, además, es cinéfilo y en una noche como ésta también le habría gustado compartir los Goyas y las risas con ella. Con Esperanza. Andaba yo buscando una historia de San Valentín y me pareció que mi 'distraído' amigo me traía una de las más conmovedoras y sencillas que se pueden contar.

 

*Este texto apareció el domingo en mi sección de Heraldo. Está dedicado a José María Gómez, 'Cuchi', y a su inolvidable compañera Esperanza Martín Tezanos. La foto es de Edouard Boubat. Me parece maravillosa.

3 comentarios

Emilio -

y preciosa foto.

Lolin -

Preciosa historia...

Elías -

Sencilla y conmovedora, Antón.
Una verdadera historia de amor.

Gracias por el regalo de su lectura.

Abrazos.