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Antón Castro

JOSÉ MARÍA JURADO: CUATRO POEMAS

JOSÉ MARÍA JURADO: CUATRO POEMAS

No he contado mucho lo que pasó en Sevilla, los buenos amigos que encontré, al final me da un poco de pudor, pero lo ha hecho maravillosamente esa cronista incansable que es Olga Bernad, que presentará su libro ‘El mar del otro lado’ el día 24 de mayo en la FNAC; yo hablaré de su libro. Una de las personas que conocí fue José María Jurado, poeta e ingeniero, escritor apasionado de los toros, y autor del primer título del sello Inklings, de Isla de Siltolá, de Javier Sánchez Menéndez, un tipo extraordinario, un editor entusiasta y caballeroso hasta lo indecible: hablo de ‘Tablero de sueños’, un libro de una poesía elegante y rica, de una belleza intensa, refinada en todos sus matices. José María me manda estos cuatro poemas.

 

 

 

 

 

EMILY DICKINSON

 

Ella tenía abejas en los ojos,

pisaba un silencio de palabras completas.

Si decía la Flor, el Pájaro o la Nube,

un encaje temblaba en las manos del cielo.

Imágenes y voces en un cuenco de almendras,

semillas que volaron más allá del sendero,

por el cielo del bosque y la cabaña perdida

en busca de la tierra y de su negro alabastro

donde crece el jacinto y palpita la oruga.

Cuando llama la esquila al oficio divino

y las niñas son ángeles de Nueva Inglaterra

hay una sombra blanca que susurra en la casa

los nombres azules de todas las estrellas

para cribar las arenas de las playas lejanas.

Un viento ajeno roza las copas de los árboles,

borda un dibujo nuevo sobre el cristal del mundo.

En el cuarto solitario nos aguardan -Ellos-

los ha llamado –Ella–.

 

 

JOSEF SUDEK

Ha llegado la noche a tu ventana: sobre la superficie turbia del cristal pasan luces errantes como sueños, resplandores mojados de tristeza, flores de vidrio y bruma abiertas en los tranvías. ¿De qué lado del alma está la rosa?  Para la hiedra vacilante de la luz y los espejos velados por la escarcha arde en blanco y negro la memoria. Ha llegado la noche a tu ventana, por las ramas retorcidas de la nieve y los arbustos salvajes y erizados, a través de las lámparas difusas y del hermético puente de piedra sin sonido. Pero más allá del objeto y de su sombra, ¿de qué lado del alma está la rosa? El alma, ¿de qué lado de la luz?

 

Chopin por Delacroix.

 

CHOPIN

 

(Balada No. 1 en sol menor)

 

El piano es una góndola sin luna

que boga por canales de silencio

bajo las sombras mansas de la noche

y la belleza de Varsovia herida.

 

Los dedos de cristal sobre las aguas,

las estrellas mojadas por la música,

diez cisnes irisados de tristeza

y la blancura de París nevada

 

cuando la muerte ostenta por las calles

la diadema de plata de los daguerrotipos.

 

 

JOSÉ TOMÁS

 

Has abierto las puertas de la Muerte toreando en el vértice del miedo. Y detrás de las puertas había luz, la deslumbrante luz de la pureza. Entrabas y salías de la muerte como el buzo entra y sale del abismo, sumergido en campanas de silencio, en solares silencios espectrales donde el aire vacío se completa con el lance y el trance tan reunidos que suspenden la razón y la despeñan al borde mismo del espanto. Nos hemos vuelto locos: las ménades se arrancan los vestidos y se arañan los rostros suplicantes, los guerreros golpean los escudos y el toro es un enigma reventado, una fuerza bestial hipnotizada por la suave quietud de los telares. Gira y gira la plaza como un astro, vibrante catedral de una liturgia cósmica que a la danza del héroe se ha rendido, funesta y primitiva. [Foto de la agencia EFE, hallada en internet.]

 

 

BIBLIOGRAFÍA

José María Jurado (Sevilla, 1974) es un ingeniero de telecomunicaciones y escritor español. Es autor de los libros de poemas La Memoria Frágil (Diputación de Cáceres, 2009), Plaza de Toros (Isla de Siltolá, Sevilla, 2010, obra ilustrada por el artista gráfico Pablo Pámpano), y Tablero de Sueños (Isla de Siltolá, 2011). En 2011 publicó una colección de relatos, artículos y reflexiones bajo el título Cúpulas y Capiteles (Isla de Siltolá). Es coautor de la antología Poesía para niños de 4 a 120 años en colaboración con los poetas Jesús Cotta y Javier Sánchez Menéndez, Isla de Siltolá, 2009.

2 comentarios

Carlos Medrano -

No lo conocía, y sí que he disfrutado de este poeta...

angel portolés navarro -

no me muero por ir a ver los toros, pero me ha encantado el texto, ya el inicio es alucinante "has abierto las puertas de la muerte toreando en el vértice del miedo" y sigue y sigue