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Antón Castro

TRECE AL SOL, CRISTINA GRANDE

TRECE AL SOL DE... CRISTINA GRANDE

 

Cristina Grande (Lanaja, Huesca, 1962) es escritora y articulista de HERALDO. Es autora de libros como ‘La novia parapente’ y ‘Dirección noche’ y la novela ‘Naturaleza infiel’.

 

“Me encanta que mi novio me lleve en la Vespa”

“Me encanta que mi novio me lleve en la Vespa, a lo Nanni Moretti”

“Lo importante es que no falte el amor, aunque suene a topicazo”

 

-1.¿Qué hace una escritora en verano?

Casi lo mismo que en invierno, con la ventaja de que los días son largos y cunden mucho más.


-2. ¿Dónde suele veranear?

Suelo quedarme en Zaragoza y hago pequeñas escapadas de uno o dos días para ampliar el horizonte, sin importarme demasiado el destino.


-3. ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?

Soy un híbrido más bien de secano. Me gusta la ciudad y la montaña más que la playa o el pueblo, pero eso no quiere decir que no lo pase bien siempre que salgo de casa, en Zarauz, en Sicilia, en Molinos…


-4. ¿Qué hace diferente al resto del año?

Me gusta ir con mi sobrina a la piscina del parque y ponerme a leer debajo de un pino mientras ella se baña. Manías tengo pocas. Como soy madrugadora, aprovecho las primeras horas del día una barbaridad. Me encanta que mi novio me lleve en la Vespa, en plan Nanni Moretti, a esa hora en que todavía no hace calor, hay muy poco tráfico y todo parece recién estrenado.


-5. ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida? ¿Y la ciudad?

Mis tíos me llevaban con ellos un mes entero a la playa, como a una hija más. Estuvimos en Asturias, en Cantabria y varios veranos en San Sebastián. Mi tía llenó de humo el apartamento un día en que decidió regalarme una docena de navajas para mí sola. Ese día, en el puerto del Musel, un japonés nos había pedido permiso para sacarnos una foto, a mi tía Dorita y a mí cogidas del brazo, como si fuéramos las típicas madre e hija españolas.


6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia. ¿Cómo fue esa época?

No tengo demasiada nostalgia de esa época pues recuerdo haber sufrido sin parar, sobre todo en la adolescencia. Los veranos se me hacían larguísimos y me gustaba encerrarme a leer, igual me daba Zane Grey que Isaac Asimov que Hermann Hesse, del que leí ocho libros seguidos en el verano de 1980.


-7. ¿Cuál es el recuerdo de entonces que más le persigue?

Recuerdo una visita al Patricia, un buque de pasajeros precioso y muy moderno para la época (1972) que hacía la ruta Bilbao-Southampton. Mi tío Juan, primo de mi padre, era el capitán y recuerdo cuánto deseé quedarme a bordo y zarpar.

-8. ¿Qué tipo de lecturas u otras actividades realiza en estos días?
Estoy releyendo a Proust, a quien abandoné en mi adolescencia porque me resultaba insoportable. Ahora soy más indulgente. Un día ideal de verano incluiría una cena en agradable compañía y quizás ver las Perseidas tomando champán.


-9. ¿Un fetiche de un verano inolvidable?

Un concierto de María Dolores Pradera en Sos del Rey Católico, una noche de verano de luna llena. Todo era perfecto.


-10. ¿Cuál ha sido el gran personaje de sus veranos?

Mis padres siempre fueron muy hospitalarios. Me encantaba que vinieran a casa mis tíos –los primos de mi padre y de mi madre- y en particular mi tía Amanda, que tenía un carácter alegre y tolerante. La recuerdo gritando desde el comedor: “Que empiezan los dibujos animados”.


11. ¿En qué han cambiado los veranos con internet? ¿Y con la crisis?
Ya no imagino la vida sin internet, aunque a todo nos adaptaríamos, igual que nos estamos adaptando a renunciar a otras cosas. Lo importante es que no falte el amor, aunque suene a topicazo.


-12. Si tuviera que resumir el verano en un ‘tuit’, ¿qué diría?

Eva María se fue buscando el sol en la playa y nos enseñó a comportarnos “sin la menor indulgencia”.

13. ¿Cuál es la mejor, la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?

Mi primer libro, ‘La novia parapente’, se publicó en pleno verano de 2002. Parecía un mal momento para una novedad editorial y sin embargo esa circunstancia favoreció mucho su difusión en los medios.  

 

*La foto es de Heraldo de Aragón.

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