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Antón Castro

DÍAS DE FIESTA: JAVIER VÁZQUEZ

DÍAS DE FIESTA: JAVIER VÁZQUEZ

DÍAS DE FIESTA

[Esta es una pequeña serie pilarista que ha ido saliendo estos días en Heraldo.es acerca del Pilar. Uno de los entrevistados ha sido el locutor, actor y fotógrafo Javier Vázquez.]

 

Javier Vázquez es director y conductor del programa ‘Escúchate’ de Aragón Radio. Es actor, dramaturgo y fotógrafo.

 

 

“El gran tesoro de Zaragoza es su gente”

 

“El Pilar es tiempo de bullicio

y de quedarse con lo bueno”

 

Antón CASTRO / Zaragoza

 

 

¿Qué significa el Pilar para usted?

Sobre todo es un sentimiento de ciudad, de celebración colectiva, de vivir en la calle y recibir a gente de fuera, reencontrarte con viejos amigos…  ¡Y trabajo!  Muchos días de trabajo previo organizando y produciendo programas especiales para diez días intensos de radio próxima, de calle, de estar con la gente donde está la gente.

 

¿Qué es lo que más le gusta o le disgusta de la fiesta?

Me gusta la sensación de pararse el mundo que se vive en la ciudad.  Por unos días todo el mundo trata de dejar aparcados los problemas y sólo se habla de fiesta.  Son unos festejos multitudinarios y muy participativos, pero todo suele transcurrir en una festiva tranquilidad, a pesar de que, en algún momento, se concentra demasiada gente en el mismo sitio.

 

¿A qué recuerdos están asociados estos días?

Ja, ja…  Empiezo y no paro, que soy yo muy nostálgico. Me acuerdo de un Mazinger Z que me tocó en las ferias de niño, del puesto de vino de Cariñena con los dos muñecos vestidos de baturros pisando uvas, del olor a churros y a algodón de azúcar. Me acuerdo de mi madre y de su cumpleaños, de la casa llena de gente, de buscar un restaurante para comer sin reserva previa, de las pruebas de mi traje aragonés en el taller de las hermanas Fandos. Me acuerdo del pregón de Labordeta, de las camisetas del Baturro Bizarro, del olor de las flores en la plaza mientras se teje el manto…


¿Qué suele hacer? ¿Cuáles son sus espectáculos favoritos?

Callejear. El Pilar es una fiesta que se vive en la calle. Hay muy buenos espectáculos de animación, cualquier plaza se convierte en un escenario para el teatro o la música. Pero si hay que elegir, me quedo con la emoción contenida de pasar el 12 de octubre a llevarle flores a la Virgen, los fuegos del final de fiestas y la ilusión de encontrarte con la Comparsa de Gigantes y Cabezudos.


¿Cuál es su lugar predilecto?

El estudio móvil de la radio en la mañana del 12 de octubre. Es un lugar privilegiado para ver pasar a la ciudad, para sentir cómo late en su día más importante. El Pilar es tiempo de bullicio, de abandonar las rutinas y quedarse con lo bueno, una suerte de homenaje de la ciudad a sus ciudadanos.


Si tuviera que contarle a un foráneo las claves o el embrujo de las fiestas del Pilar, ¿qué les diría?

Que hable con la gente, que pregunte a los zaragozanos, que descubra nuestra hospitalidad y nuestro carácter de acogida. El gran tesoro de esta ciudad es su gente. Nosotros somos quienes hacemos ciudad y la construimos cada día, por eso nos sentimos orgullosos de ella. Así que todo eso, sumado a que nos gusta vivir la calle, que somos charradores y con un sentido del humor sanote, creo que es una parte importante del éxito de estas fiestas.


¿Qué le dice la Ofrenda?

Es una mezcla de muchas cosas. Visualmente es un acto hermoso lleno de colorido, con un aroma que se va intensificando según avanza la mañana y que, al contarla en la radio, me ha permitido descubrir que es también un acto repleto de sonidos. Pero también es emoción, es tradición, es cultura, es devoción a la Virgen… Se crea o no, algo tiene para movilizar a las más de medio millón de personas que tejen con sus flores el manto de la Virgen cada 12 de octubre. Para mí es algo muy especial, la viva desde dentro o desde fuera, un momento que contagia mucho sentimiento; y es que yo creo que hay tantas ofrendas como oferentes pasan ante la Virgen.  Cada uno la vive de una manera distinta y ésa, quizás, es su fuerza.


¿Como se vive el Pilar desde la radio?

De una forma muy intensa. Para nosotros el Pilar comienza un mes antes. Desde que volvemos de las vacaciones ya estamos preparando las fiestas. Pero, a pesar del trabajo, es un momento muy gratificante porque la radio sale a la calle y se convierte en un elemento más de la fiesta. El contacto con la gente enriquece mucho y es apasionante ponerle cara a los escuchantes, que descubran cómo se hace la radio y poder vivir el Pilar en primera fila, allí donde todo está pasando.

¿Cuáles serían las dos o tres mejores anécdotas que ha vivido?

Hace un par de años tenía yo el antojo de tener un álbum de fotos del Pilar; así que pedí a los escuchantes que, cuando pasaran por la plaza, nos hicieran una foto mientras hacíamos el programa y nos la enviaran. Perdí la cuenta de la cantidad de fotos que nos mandaron.  Fue algo muy bonito. Y luego también fue especialmente emotivo el Pilar de 2010. En agosto de aquel año un derrumbe en la mina San José de Copiapó, en Chile, dejó atrapados bajo tierra durante meses a 33 mineros. Una colectividad chilena participó en la Ofrenda de Flores de aquel año con una petición muy especial para la Virgen.  Al día siguiente, estábamos hablando con ellos en directo cuando conocimos la noticia del rescate. Fue muy emocionante ver cómo la preocupación se transformó en cuestión de segundos en una fiesta, con todos aquellos chilenos dando gracias, cantando y bailando en medio de la plaza del Pilar.


¿Quién ha sido el gran personaje de sus pilares?

Jajajaja…  Lo tengo claro. El cabezudo del Morico. Me parece un icono de las fiestas desde crío y, año tras año, siempre encuentro un hueco para encontrar a la comparsa en su recorrido y poder darle un abrazo de los de verdad a mi amigo Domingo que, desde hace 28 años, se enfunda ese cabezón de cartón piedra.  Le oyes hablar y te contagia ilusión. La gente como él es el alma de las fiestas.

 

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