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Antón Castro

AVENTURAS DE VERANO / 3: GRAÑENA

AVENTURAS DE VERANO / 3: GRAÑENA

AVENTURAS DE VERANO / 3

 

ENTREVISTA. Luis Grañena. Artista

 

“Me río con los futurólogos”

 

Luis Grañena (Zaragoza, 1968) es uno de los grandes ilustradores y caricaturistas del país. Se forjó en HERALDO y ahora trabaja para diarios y revistas de Estados Unidos, Francia, Portugal y España, entre otros. Reside en Valderrobres, Teruel, y pertenece al colectivo que gestiona el Súper Espacio (calle María Montessori).

-1. ¿Qué hace un ilustrador en verano? 

Beber más cerveza evidentemente, en lo profesional, sigo el mismo ritmo que el resto del año, intento parar unos días en agosto.

 

-2. ¿Qué es lo que aún le hace reír?

Me río con muchas cosas, sobre todo con los futurólogos, últimamente también me río mucho al mirarme al espejo... pero el otro día estuve viendo por trigésima vez a los Monthy Pyton y me descoj.... 

 

-3. ¿Dónde suele veranear? ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?

Me gusta la montaña más que la playa, si puedo, me escapo unos días o un fin de semana. Ahora tengo el mar más cerca y algún día de playa habrá seguro. También me gusta la ciudad en verano, sobre todo por las noches.

 

-4. ¿Qué hace en esta época diferente al resto del año?

Hago prácticamente lo mismo, pero de otra manera, con más ganas de acabar la jornada y salir un rato. Y sobre todo hago planes que no suelo cumplir


-5. ¿Cuáles son el viaje y la ciudad, de verano, de su vida?

Recuerdo con especial nostalgia Madrid en verano, amor a primera vista, estuve todo el año de la mili en Madrid y lo pateé casi todo. Aún cuando voy se me pone la piel de gallina, era un pimpollo y estaba fuera de mi casa, en una ciudad enorme y acogedora. Algún día seré madrileño. 

 

6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia. ¿Cómo ha sido esa época?

Fue una época agradable, sin sobresaltos ni traumas, feliz... En los veranos iba con mi familia al Pirineo, y de campamentos al valle de Gistaín. También iba muchísimo a la piscina, al Stadium Casablanca, jamás se me hizo largo un verano. Eso sí, siempre odié el momento de la siesta, los ‘despueses’ de comer nunca me han gustado.

 

-7. ¿Qué le debe al arte, qué le da, qué quieres darle tú?

El arte me regala momentos de conexión, de sentido. Disfruto viendo el trabajo de los demás, pero no me veo a mí mismo como un artista que pueda aportar nada nuevo al mundo del arte. Tengo varias crisis al día, y me intento inspirar en todo lo que tengo a mano... También he aprendido a dejar pasar un tiempo prudencial, sé que al final las cosas acaban saliendo y los plazos se cumplen. Hay días que con eso es bastante.

 

-8. ¿Cuál sería su menú de un día perfecto?

Sin horarios, con amigos y juerga, lo que viene siendo una costillada en el campo, y mejor dos días seguidos, en plan gitano.


-9. ¿Cómo recuerda la primera vez?

Recuerdo la primera vez como si fuera ayer, iba al instituto aún. Lo hice un poco chapuceramente, era novato y un poco torpe, no fue de los mejores, pero aún guardo la hoja donde salió publicado el dibujo...

 


-10. ¿Cuál ha sido el gran personaje de tus veranos?
No puedo decirte ninguno en especial...

 

11. ¿Cómo le afecta la crisis? ¿Cuál es la imagen que mejor la resume?

 La crisis me produce desánimo, es en lo que más me afecta, anímicamente. Siento impotencia frente a los mercaderes, y frustración ante los políticos torpes e inútiles. La imagen podría ser la de las filas de parados, o la de los comedores sociales...

-12. Si tuviera que resumir el espíritu del verano en un ‘tuit’ de 140 caracteres, ¿qué diría?

Verano es salir de casa al punto de la mañana, ir al río, comer tomate y olivas negras y beber cerveza en una jarra helada, y volver por la tarde con la ventanilla abierta, en bañador, colorado y feliz.

 

13. ¿Cuál es la mejor anécdota veraniega vinculada a su profesión?

Lo más parecido a una anécdota pudo darse durante un viaje a Nueva York, me habían pedido una ilustración en julio para un número de ‘New Yorker’. Normalmente te envían la revista a casa tras la publicación, pero esta vez me adelanté y llegué yo antes, así pude ver la ilustración en el quiosco allí mismo, el día de la publicación.

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