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Antón Castro

ALFREDO CASTELLÓN: RECUERDOS...

CUENTOS DE DOMINGO 

 

Todos a la cárcel

 

Cada cierto tiempo, Alfredo Castellón –el aragonés que llevó al cine ‘Platero y yo’, ese libro olvidado y maravilloso que cumple un siglo- regresa a su ciudad. Trae llenas las alfombras de la memoria. Recuerda sus viajes a México; en uno de ellos lo acogió en su casa Julio Alejandro de Castro, guionista de cinco películas de Luis Buñuel; Octavio Paz, de cuyo nacimiento también se celebra el centenario, lo recibió en su biblioteca para hablarle de su amistad con María Zambrano, a quien Castellón dedicó varias películas: ‘Pensamiento y exilio’, ‘Testimonios’ y ‘El lugar de la palabra: Segovia’. Alfredo igual habla de la pintura de Rosa Mascarell, colaboradora y mecanógrafa de Zambrano, que de Gregorio del Campo, el militar e ingeniero de Ambel que fue su primer amor, o de Gustavo Pittaluga, que le decía en una carta: “... hablas de dinero y de piedras, pero no del corazón del hombre que te quiere”. También cuenta otra historia muy zaragozana. En los años 60, el alcalde Luis Gómez Laguna quiso sacar a las prostitutas de la ciudad; por ello, como solía contar, recibió anónimos en su casa que lo acusaban de “intentar acabar con el macho ibérico”. Castellón, que trabajaba en TVE, decidió realizar un programa que contara la historia de la prostitución en Zaragoza. La policía le dio una lista de garitos, burdeles y ‘meublés’ (lugares con cuartos para sexo). Llegó a contactar con dos madamas. Una le contó que ya no ejercía: que se había ido a vivir con su hija y que era una señora corriente de inconfesable pasado, dedicada a sus nietos. Y otra, cuyo nombre no recuerda, le recibió en su casa de la calle Peromarta y le contó su vida y sus nuevas ocupaciones. Ya no tenía un prostíbulo, pero sí una casa de citas con clientes secretos y principales de la ciudad: banqueros, catedráticos, empresarios, prelados... La llamaban y ella les concertaba encuentros con mujeres que, en teoría, habían dejado el oficio del placer y trabajaban de cocineras, de modistas o cuidaban niños y ancianos. Cuando vieron las imágenes en TVE en Madrid, la respuesta fue inequívoca: “¿No querrá usted que nos lleven a todos a la cárcel?”.

 

*La imagen la tomo de todocolección en internet.

https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-41d447ef8e4237797f75e84e99a2e59b.jpg

 

La famosa foto de Collioure 1959, con Alfredo Castellón, amputado algunas veces.

La famosa foto de Collioure: Blas de Otero, José Agustín Goytisolo, Ángel González, José Ángel Valente y Alfredo Castellón; abajo: Gil de Biedma, Alfonso Costafreda, Carlos Barral y José Manuel Caballero Bonald. Nueve magníficos.

 

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