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Antón Castro

40 VIAJEROS POR ÁFRICA, EN CÁLAMO

40 VIAJEROS POR ÁFRICA, EN CÁLAMO

EDUARDO RIESTRA HOY EN CÁLAMO: 40 VIAJEROS POR ÁFRICA
Esta tarde, a las 19.30, en la librería Cálamo, Eduardo Riestra presentará su edición de ‘Exploradores y viajeros por África’ (Ediciones del Viento, 2016. La Coruña, 683 páginas), una selección de 40 personajes, desde el madrileño Francisco Páez, un personaje del siglo de Oro, hasta el fotorreportero y escritor Alfonso Armada, autor de ‘Cuadernos africanos’. En medio hay personajes fascinantes que viajaron al continente, vivieron aventuras de todo tipo, se citaron con los indígenas y las tribus (algunos caníbales, como los fang), contemplaron los paisajes, soñaron y contaron lo que vieron y lo que les perturbó.
Hay famosos viajeros, claro, como Richard Burton, traductor de ‘Las mil y una noches’ o del ‘Kama Sutra’ y buscador de las fuentes del Nilo, rival de Speke; están Roger Casement, que inspiró ‘El sueño del celta’ a Vargas Llosa, el político y escritor Winston Churchill, autores como André Gide (que viaja con su amante, un joven fotógrafo), Evelyn Waugh, Karen Blixen (Kenia es uno de los países que más llama al viajero), están Livingstone y Stanley, dos españoles tan poco conocidos como José Mas y Ramón Tatay, interesados por Guinea, o Javier Reverte, el autor de ‘Vagabundo en África’ y ‘El sueño de África’. Eduardo Riestra también ha incorporado a Enrique Meneses, periodista y fotógrafo. Y, cómo no, también aparece Kapuscinski: el autor selecciona un fragmento de ‘Ébano’. Y están Arthur Conan Doyle o el poeta Arthur Rimbaud, que murió a los 37 años. Y está el coronel norteamericano Geo W. Williams que estuvo en el Congo belga y mandó una carta al rey Leopoldo.
Entre las mujeres, además de Karen Blixen, figuran Mary Kingsley, Sheila MacDonald, Elspeth Huxley, que se casó con un primo de Aldous Huxley, y Osa Johnson, norteamericana de Chanute, Kansas, que firmó ‘La aventura de mi vida’, donde se puede leer: “A menudo regresaba a casa con los brazos cargados de espárragos y espinacas. Había un arándano negro muy bueno y dulce; café nativo; setas en abundancia; una fruta que parecía un cruce de albaricoque y manzana; una ciruela amarga silvestre que servía para preparar exquisita mermelada; y una espléndida miel marrón. ¡África!”

Eduardo Riestra dice: “Es cierto que África simboliza como ningún otro continente los sueños de la infancia, la evocación de la aventura, el temor y la atracción del peligro. Los viajeros que aquí se reúnen abarcan cuatro largos siglos que, en realidad, son casi toda la historia de la exploración, pues ellos han ido llenando los espacios vacíos de los mapas que mucho antes ya habían sido perfectamente trazados en el resto del mundo”.

*En la foto Osa Johnson. Cortesía de Ediciones del Viento. 

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