CITA EN LA JOTA, EN RECUERDO DE PILAR FLORÍA
Esta tarde, a las cuatro, antes de ‘Noche de juglares’ (que es a las diez de la noche), tengo una cita con la Tertulia Literaria Tarlatana, en el barrio de la Jota. Me invitó a ella Pilar Floría, una mujer vitalista y entusiasta que amaba la literatura. Asistió a un curso de literatura y escritura de mujer, que impartí en la Casa de la Mujer, y siempre recordaré dos cosas: nos pusimos a hablar de objetos que nos habían afectado de alguna manera y ella dijo: “Mi marido me regaló una pluma que no era para mí”. Luego desarrolló esa historia. Y además escribió un cuento limpio, delicioso, evocador, sobre las manzanas. Una pieza magistral por su sencillez.
Cuando terminábamos el taller, que duró nueve o diez sesiones de dos horas, todos los miércoles, alguien me dijo que tenía un cáncer, que la cosa le iba mal. Muy mal. La volví a ver poco después, en la presentación de un librito que hicimos con textos de todas las compañeras: allí estaban sus dos textos, el de la pluma que no era para ella y el de las manzanas. Estaba bastante mal. Me recordó si quería ir a la Tertulia Literaria Tarlatana. Poco después, me escribió Maribel Chamorro y me confirmó la invitación y me daba también una mala noticia: Pilar Floría no pudo vencer su cáncer; acababa de morir.
Solo por eso, mi presencia en la Jota tendrá para mí, de entrada, esa especial emotividad. Además, hablaremos de ‘Golpes de mar’, que es probablemente el libro de mi vida.
3 comentarios
Santiago Barbero -
Un abrazo muy fuerte
Susana -
Querida Amiga Pilar:
Hay quien pasa por la vida pisando fuerte, dejando sus huellas marcadas sobre la tierra. Tu has sido así, inundando nuestras vidas, desbordando nuestros sentidos, dándonos una nueva manera de mirar la realidad; a nadie dejabas indiferente, y a través del leguaje, encontrabas, como buena poetisa y narradora, las palabras precisas para llegar a lo más profundo del corazón, allí donde habita el alma.
Llegabas y arrollabas, siempre empeñada en dar un poco más, buscar un poco más, sentir un poco más. Sí, así has sido Pilar, generosa con tu tiempo, y aun intuyendo que no te quedaban muchos, nos regalaste todos tus mejores días.
Amiga fiel, honesta, cercana, emprendedora, flexible, divertida, racional, y emocional hasta tu última fibra. Buscadora incansable de la felicidad propia y ajena.
Pero llegó el Alba, y con el tu merecido descanso, y nuestro doloroso despertar a un mundo lleno de ti y de tus hermosos recuerdos.
¡Cuánto hemos hablado de libros y de versos! ¡Y cuánto del miedo a exponernos tan abiertamente a los demás a través de ellos!, llegando siempre a la misma conclusión: nuestra necesidad de compartir los sentimientos, será quizá por eso que tanto te gustaban estos Versos Compartidos que un día te leí
VERSOS COMPARTIDOS
Las noches son de versos compartidos,
espesos,
como el café tomado
en un rincón oscuro de Estambul.
Ligeros,
como agua de lluvia
que apenas va formando
un pequeño reguero cristalino.
Los versos surgen de la noche,
del silencio,
de no querer dejar atrás el día,
de no querer morir
porque el poema nace de la vida,
del miedo de perder
lo poco o mucho que tenemos,
del gozo del amor,
de un sueño roto,
de esconder los temidos sentimientos.
Tan sólo el poeta
sabrá de donde surgen
sus fantasmas hechos versos,
tan sólo él sabrá
por qué comparte contigo
algunos de ellos,
y si llegas a darle algún sentido
a lo que escribe,
están naciendo,
no lo dudes,
unos versos compartidos.
Sí Pilar, así fuiste, eres y así serás, y es por ello que seguiremos compartiendo sueños a través de nuestros versos, porque somos mucho más que el mero y fugaz momento que vivimos.
Susana Hernández
patro -