Sensaciones a la vuelta de Albarracín
Con su ironía habitual, seca y my bien interpretada, el maestro Arcadi Espada recordó la importancia de google (él se siente un hombre desarraigado, sin identidad), cómo internet ha cambiado el concepto del periódico y como el único lugar, su territorio íntimo es su portátil, por el cual se asoma al mundo e interpreta el mundo. Dijo muchas más cosas, pero yo sólo pensaba en la gente que encuentra en la red un pasadizo constante de libertad.
Hubo algo que dijo luego, durante la grabación de una entrevista. Dijo que sus mejores amigos, sus mejores relaciones, habían nacido de la red.
Antonina Rodrigo no parece una entusiasta todavía de Internet, pero ha trabajado con paciencia de infinita en esclarecer los enigmas y los silencios de las mujeres. Habló de Amparo Poch, contó numerosas anécdotas, y recordó las bellas cartas que se cruzó con la anarquista Gloria Prades, que, andando el tiempo, se ha convertido en su suegra.
Javier Rioyo -que será nombrado jefe de programas de televisión española- recordó a dos grandes tipos: Luis Buñuel, una pura y constante paradoja en acción, y Rafael Alberti, el gran seductor, el poeta en calle, aquel caballero galante al cual los dedos se le hacían huéspedes y no había mujer alguna que no fue pellizcada o sobada por él.
Estuvo Javier Torres, y se quedó fascinado con todos: Pons Prades, Antonina, Arcadi, Eloy Fernández Clemente... Quizá lo más bonito fue un paseo, acompañando el cauce del Guadalaviar, bajo un sol de primavera. Javier explicó a Pepe Melero algunos secretos de la telefonía móvil. Luego subimos a ver a Cano, sus trabajos sobre Odón de Buen y Sender, y el arte parecía superar a la naturaleza.
Hubo algo que dijo luego, durante la grabación de una entrevista. Dijo que sus mejores amigos, sus mejores relaciones, habían nacido de la red.
Antonina Rodrigo no parece una entusiasta todavía de Internet, pero ha trabajado con paciencia de infinita en esclarecer los enigmas y los silencios de las mujeres. Habló de Amparo Poch, contó numerosas anécdotas, y recordó las bellas cartas que se cruzó con la anarquista Gloria Prades, que, andando el tiempo, se ha convertido en su suegra.
Javier Rioyo -que será nombrado jefe de programas de televisión española- recordó a dos grandes tipos: Luis Buñuel, una pura y constante paradoja en acción, y Rafael Alberti, el gran seductor, el poeta en calle, aquel caballero galante al cual los dedos se le hacían huéspedes y no había mujer alguna que no fue pellizcada o sobada por él.
Estuvo Javier Torres, y se quedó fascinado con todos: Pons Prades, Antonina, Arcadi, Eloy Fernández Clemente... Quizá lo más bonito fue un paseo, acompañando el cauce del Guadalaviar, bajo un sol de primavera. Javier explicó a Pepe Melero algunos secretos de la telefonía móvil. Luego subimos a ver a Cano, sus trabajos sobre Odón de Buen y Sender, y el arte parecía superar a la naturaleza.
2 comentarios
Chorche -
Un saludo. Y una invitación a visitar Purnas en o Zierzo (www.purnas.tk)
Javier -
Gracias a todos, y muy especiales a Beatriz y Rafael.
Saludos, J. ;)