Blogia
Antón Castro

LABORDETA: UN ÁLBUM DE TRECE DISCOS

El sello Dro acaba de recoger en un estuche trece álbumes remasterizados de José Antonio Labordeta, con el título general de “Cantar y no callar. 20 años haciendo camino en libertad”, desde “Tiempo de espera” de 1975 hasta “Recuento” de 1995. Son más de cien canciones que, según el propio Labordeta, siguen dos líneas de inspiración: “una más latinoamericana, que recoge la huella de cantantes mexicanos o argentinos, como Atahualpa Yupanqui, y otra emparentada con la canción francesa de Jacques Brel o Georges Brassens. Creo que hay tres constantes en toda mi obra: el uso de la ironía, una carga melancólica, y la presencia de una veta lírica y épica”.

Dice Labordeta que cuando vio “Cantar y no callar” (donde se incluía quizá su canción más célebre: el “Canto a la libertad”) del que se han tirado 2.500 unidades, se dijo: “¡Qué viejo soy! Aunque luego miras con atención y repasas lo que has grabado, el trabajo de tantos años, el peso de algunas canciones, y te encuentras desbordado. En este proyecto ha sido fundamental la ayuda de Javier Aguirre, antólogo de mi obra poética, y de Mariano Gistaín, que colaboró mucho a través de su página web en el libreto. Allá donde voy me siguen pidiendo canciones inesperadas. El otro día en Badajoz, alguien gritó: ‘Canta Ramón Cabeza’, que quizá sea una de mis canciones más concretas, nacida directamente de un acontecimiento”.

José Antonio Labordeta está satisfecho de su trayectoria. Algunas de sus melodías se han convertido en auténticos himnos. “He estado, en forma de canción, en lugares donde nunca he estado. He acompañado manifestaciones en diversos lugares del mundo y de España y de Aragón. Algunas canciones como ‘Canto a la libertad’ se han convertido en himnos en sitios insospechados. Algo semejante ocurre con ‘La vieja’ y ‘Aragón’. ¿Por qué sucede eso? Eso nunca se sabe. Quizá sea aquello que decía Antonio Machado: la gente hace suyo el canto y se olvida del autor y del cantor”. Como cantautor, y ahora también como político, una de las imágenes que ofrece Labordeta es la de la honestidad, una rabiosa forma de ser sincero. “Quizá sea porque no he intentado jugar a nada. Ni siquiera ahora en mi trabajo parlamentario como diputado por la Chunta, apenas acudo a reuniones, no estoy preocupado por medrar o por conspirar. He hecho mi trabajo, callado, con toda la sinceridad posible, con mis temas de siempre: el amor, el mundo familiar, el trabajo, Aragón, el compromiso social, el universo familiar. Suele decir Federico Jiménez Losantos, que es de Teruel, que ‘los aragoneses somos muy mirados’. Y yo debo serlo más aún que los demás”. Confiesa que del estuche de Dro quizá su disco favorito sea “Canciones de amor” de 1993 porque “ahí están piezas que estaban en distintos discos y que, agrupadas, revelaban lo importante que ha sido para mí el amor. Hablo de canciones como ‘Trilce’, ‘Mar de amor’, ‘Devuélveme’, ‘Me estoy quedando sin ti’ o ‘Y tendrá tus ojos’ ¿Aragón? Yo hablo del Aragón de los 60 y 70, del abandono, del olvido, del despoblamiento rural, de ese Aragón que empezó a dejar de existir entonces. Está claro, cada vez más, que está Comunidad sólo se salvará gracias a Zaragoza, al valle del Ebro y a algunas poblaciones”.

El cantautor tiene siete u ocho canciones nuevas que suele interpretar en sus recitales, pero por ahora no tiene intenciones de grabar “a pesar de la insistencia de Dro, que se han portado con exquisita profesionalidad. Han hecho una espléndida limpieza de sonido”. La laboriosidad que exige un nuevo disco es enorme y ahora carece de tiempo y de la tranquilidad necesaria. Concluye: “Ya he dicho cual es mi disco favorito, pero creo que el más redondo es ‘Qué queda de ti, qué queda de mí’, grabado en 1984”. Un disco en el que lo acompañan La Trinca, Joan Manuel Serrat y Luis Eduardo Aute.

“Cantar y no callar. 20 años haciendo camino en libertad” es un estuche cargado de emoción, de memoria, de vida y de compromiso. Contiene una parte de la banda sonora de nuestro existir y por ello debemos tenerla muy a mano. Si la olvidásemos en algún momento, ponemos “Somos”, “El poeta”, “Joven Paloma”, “La vieja” o “Ya ves”, y la vida se nos amontona de golpe en el corazón y en las sienes…

2 comentarios

Fernando Bauzá -

A mí, Labordeta me ha hecho aragonés...
Gracias a él, el que parte de mi familia fuera de Barbastro cobró una relevancia que a lo mejor se hubiera desvanecido sin Labordeta.

Antonio PÉREZ MORTE -

Quienes hemos crecido con las canciones de Labordeta,
hemos CRECIDO con las canciones de Labordeta.