POEMAS DE EMILIO PEDRO GÓMEZ*
POETA ADENTRO
Sumido en la belleza de las sílabas
-inaccesibles confidencias interiores
a la luz más oblicua del lenguaje-
nunca sudó mi mano
el sudor colectivo de otras manos,
jamás nombré exterminio, Sarajevo, tortura.....
¿Es genocida mi silencio?
¿Acaso las víctimas
no son mis acreedores?
Si gané la palabra
he perdido la voz.
Ahora lo siento.
* * * *
TUVE AMANTES
que confundían el amor
con la pasta de dientes.
Las hubo que albergaban
fragmentos de cilicio
o una mueca románica en el sexo.
Mas conocí también
la autoridad de un cuerpo hermoso
independiente
silencios de una piel tumultuosa.
Amantes que sabían duplicar
la juventud
y el sida
(con alguna de hurañas apariencias
rocé el Adán del paraíso).
Pero tú estabas honda
y siempre.
* * * * *
Ascensión pirenaica
MOCHILA AL HOMBRO
remontas paso a paso
la vertical audacia del sendero.
Abandonas la sombra edificante
de bojes y avellanos
(lágrimas de sudor
sin su cobijo).
Funde su trasparencia
el azul venoso del acónito,
el vibrar del silencio en las campanas
púrpuras-rosadas de la digital,
la amarilla pupila de las nomeolvides.
Dejas atrás las bayas rojas del serbal
el acebo esplendente
las alas protectoras del hayedo,
y un sarrio parpadeante
como el pasar la página de un libro.
Despide el rododendro al pino negro
a la herbosa pendiente la pedriza.
El avanzar te asciende
como un beso.
Asoma la implacable
nitidez de los vértices
las formas más osadas en su abismo.
Al alcanzar la cumbre
atónito de cielo
transparece de cuajo la alegría
arrullando el supremo silencio
de la cresta.
Sacias la sed de soledad
bendices el esfuerzo
(qué lejano el dolor
y las muecas hurañas del camino)
inauguras la piel de confidencias
inéditas al viento....
Lento de gozo arribas
al poema imposible:
el lenguaje más aéreo de la piedra.
la escritura sin fondo de las águilas.....
vuelas adentro
accedes a tu propia lejanía.
Y sabes que jamás fue tan íntima
tan extensa ni plena, tan hermosa
nunca fue tan eterna
-roza la piel del tiempo-
tu mirada.
(las palabras en cursiva pertenecen a Leopoldo Panero)
* * * * * *
Para mi madre, vulnerada por el mal del alzheimer
Los enfermos son pacíficos monstruos inocentes
que saben recordar el porvenir.
Carlos Marzal
ÁLAMO BLANCO
en una celda.
¡Qué extraña la belleza
tan densa
de un cuerpo contraído!
Puro estado de pétalo
desnudos los surcos del alma.
Transita de una mirada indescifrable
réplica en el cristal
de su honda sombra
a unos ojos sobreiluminados.
La luz desengañada de la luz.
Salvo la desposesión
nada posee.
Sólo le quedan dos objetos preciosos
que ofrecer:
sus besos (a veces ya no acierta
le salen hacia adentro
o se rompen sin llegar a tu mejilla)
el virgen resplandor con que sonríe
y sin pretenderlo-
te desarma.
Es lo que queda de ella.
Nada más.
Un mínimo belén de
gestos desvalidos.
Me hago un harén
con sus miradas:
un incendio de pájaros
perdidos
a los que doy cobijo
-le acaricio- en su cara.
Cuando nadie me ve
uso sus gestos:
me estremece
un pasado futuro
a flor de aire.
Investigo en su ausencia
de nostalgia
la raíz del perdón.
Ahora que no estás
nunca me faltas.
Sucedes a través
de lo desconocido:
el átomo infinito
la dulzura sin dueño.....
Has dejado en mis manos
un hueco de paloma
que respira.
* * * * * *
*EMILIO PEDRO GÓMEZ LEYÓ ESTOS POEMAS EN EL IV FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA MONCAYO EN VERUELA. HA TENIDO LA CORTESÍA DE ENVIÁRMELOS Y AQUÍ LOS CUELGO. ME GUSTA QUE HAYA POESÍA EN MIS PÁGINAS. CUANDO ERA JOVEN QUERÍA SER POETA Y LLEGUÉ A ESCRIBIR TRES POEMARIOS EN GALLEGO: UNO, DONDE EMULABA A LOIS AMADO CARBALLO Y A LORCA, QUE YACE EN EL POLVO DEL OLVIDO EN CASA DE XESÚS ALONSO MONTERO; OTRO, "O PRAIAL DOS AFOGADOS", QUE LE ENVIÉ A LUZ POZO GARZA Y LO PERDÍ PARA SIEMPRE. LO HABÍA ESCRITO CON BOLÍGRAFO BIC NEGRO EN SERVILLETAS DE BAR, Y UN TERCERO, DEL QUE SÓLO EXISTEN DOS COPIAS: UNA DEBE TENERLA GABRIEL SOPEÑA Y OTRA LA ARROJÓ A LA BASURA CON BUEN CRITERIO UN PROFESOR DE LITERATURA DE COMPOSTELA.
Sumido en la belleza de las sílabas
-inaccesibles confidencias interiores
a la luz más oblicua del lenguaje-
nunca sudó mi mano
el sudor colectivo de otras manos,
jamás nombré exterminio, Sarajevo, tortura.....
¿Es genocida mi silencio?
¿Acaso las víctimas
no son mis acreedores?
Si gané la palabra
he perdido la voz.
Ahora lo siento.
* * * *
TUVE AMANTES
que confundían el amor
con la pasta de dientes.
Las hubo que albergaban
fragmentos de cilicio
o una mueca románica en el sexo.
Mas conocí también
la autoridad de un cuerpo hermoso
independiente
silencios de una piel tumultuosa.
Amantes que sabían duplicar
la juventud
y el sida
(con alguna de hurañas apariencias
rocé el Adán del paraíso).
Pero tú estabas honda
y siempre.
* * * * *
Ascensión pirenaica
MOCHILA AL HOMBRO
remontas paso a paso
la vertical audacia del sendero.
Abandonas la sombra edificante
de bojes y avellanos
(lágrimas de sudor
sin su cobijo).
Funde su trasparencia
el azul venoso del acónito,
el vibrar del silencio en las campanas
púrpuras-rosadas de la digital,
la amarilla pupila de las nomeolvides.
Dejas atrás las bayas rojas del serbal
el acebo esplendente
las alas protectoras del hayedo,
y un sarrio parpadeante
como el pasar la página de un libro.
Despide el rododendro al pino negro
a la herbosa pendiente la pedriza.
El avanzar te asciende
como un beso.
Asoma la implacable
nitidez de los vértices
las formas más osadas en su abismo.
Al alcanzar la cumbre
atónito de cielo
transparece de cuajo la alegría
arrullando el supremo silencio
de la cresta.
Sacias la sed de soledad
bendices el esfuerzo
(qué lejano el dolor
y las muecas hurañas del camino)
inauguras la piel de confidencias
inéditas al viento....
Lento de gozo arribas
al poema imposible:
el lenguaje más aéreo de la piedra.
la escritura sin fondo de las águilas.....
vuelas adentro
accedes a tu propia lejanía.
Y sabes que jamás fue tan íntima
tan extensa ni plena, tan hermosa
nunca fue tan eterna
-roza la piel del tiempo-
tu mirada.
(las palabras en cursiva pertenecen a Leopoldo Panero)
* * * * * *
Para mi madre, vulnerada por el mal del alzheimer
Los enfermos son pacíficos monstruos inocentes
que saben recordar el porvenir.
Carlos Marzal
ÁLAMO BLANCO
en una celda.
¡Qué extraña la belleza
tan densa
de un cuerpo contraído!
Puro estado de pétalo
desnudos los surcos del alma.
Transita de una mirada indescifrable
réplica en el cristal
de su honda sombra
a unos ojos sobreiluminados.
La luz desengañada de la luz.
Salvo la desposesión
nada posee.
Sólo le quedan dos objetos preciosos
que ofrecer:
sus besos (a veces ya no acierta
le salen hacia adentro
o se rompen sin llegar a tu mejilla)
el virgen resplandor con que sonríe
y sin pretenderlo-
te desarma.
Es lo que queda de ella.
Nada más.
Un mínimo belén de
gestos desvalidos.
Me hago un harén
con sus miradas:
un incendio de pájaros
perdidos
a los que doy cobijo
-le acaricio- en su cara.
Cuando nadie me ve
uso sus gestos:
me estremece
un pasado futuro
a flor de aire.
Investigo en su ausencia
de nostalgia
la raíz del perdón.
Ahora que no estás
nunca me faltas.
Sucedes a través
de lo desconocido:
el átomo infinito
la dulzura sin dueño.....
Has dejado en mis manos
un hueco de paloma
que respira.
* * * * * *
*EMILIO PEDRO GÓMEZ LEYÓ ESTOS POEMAS EN EL IV FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA MONCAYO EN VERUELA. HA TENIDO LA CORTESÍA DE ENVIÁRMELOS Y AQUÍ LOS CUELGO. ME GUSTA QUE HAYA POESÍA EN MIS PÁGINAS. CUANDO ERA JOVEN QUERÍA SER POETA Y LLEGUÉ A ESCRIBIR TRES POEMARIOS EN GALLEGO: UNO, DONDE EMULABA A LOIS AMADO CARBALLO Y A LORCA, QUE YACE EN EL POLVO DEL OLVIDO EN CASA DE XESÚS ALONSO MONTERO; OTRO, "O PRAIAL DOS AFOGADOS", QUE LE ENVIÉ A LUZ POZO GARZA Y LO PERDÍ PARA SIEMPRE. LO HABÍA ESCRITO CON BOLÍGRAFO BIC NEGRO EN SERVILLETAS DE BAR, Y UN TERCERO, DEL QUE SÓLO EXISTEN DOS COPIAS: UNA DEBE TENERLA GABRIEL SOPEÑA Y OTRA LA ARROJÓ A LA BASURA CON BUEN CRITERIO UN PROFESOR DE LITERATURA DE COMPOSTELA.
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Cardiel -