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Antón Castro

LECTURAS DE DOMINGO*

LECTURAS DE DOMINGO* 1.He leído en las últimas semanas, en “Heraldo” y “Abc”, tres artículos de Félix Romeo donde cuenta cómo abre carpetas de casi todo. Es una memoriosa factoría cultural de iniciativas y sueños, y precisamente recopila sueños reales de escritores, textos que encuentra aquí y allá. Un editor atento tendría que llamarlo de inmediato y contratarle ese libro. Yo, que soy muy desordenado y que se me desmanda la información en miles de montones, cajas y archivos, tengo carpetas desde hace muchos años de fotógrafos, bandoleros, sirenas, ballenas, crímenes (serie que titulado pomposamente, a la manera de Borges, “Historia universal de la infamia”), faros y, entre otros asuntos, boxeadores; ya metidos en el deporte, tengo varios coleccionables de prensa de los Juegos Olímpicos (uno de mis muchos sueños es escribir una historia de las Olimpiadas a través de los grandes campeones, digamos 40, por ejemplo) y una colección de grandes entrevistas a deportistas. También recorto fotos. Esta mañana, he metido entre mis recortes en desorden dos de Nadia Comaneci, una de Juliette Binoche como María Magdalena, y otra, virada en sepia, de Henry James, la que ilustraba un artículo titulado “El gran amor de Henry James”, que no era una mujer sino la vivienda Lamb House.

2.Vi anoche “Obaba”, la película de Montxo Armendáriz. Debía estar un poco cansado porque me dormí en un par de ocasiones. La historia que más me gustó, sin duda, es la de la maestra, que encarna Pilar López de Ayala. El trabajo de Bárbara Lennie es eficaz y sensible; Montxo ordena muy bien un libro fragmentario y crea un mundo suspenso en la superstición. La historia del lagarto que se mete por el oído y come el cerebro de la gente se contaba en Galicia; los gemelos Dubra, que aparecen en mi libro “El álbum del solitario”, me decía que a uno de sus abuelos le había ocurrido eso, aunque luego un lagarto corrió en ayuda de su padre que dormía a la sombra de un árbol: una víbora avanzaba hacia él con malas intenciones, y el lagarto le pasó por encima de la cara hasta tres veces para despertarlo. Cuando lo hizo, la víbora ya le subía por el pantalón. Esta historia se contaba en el legendario Campo do Bosque, que había visto jugar a Luis Suárez y Arsenio Iglesias. Volveré al cine más despejado, pero sí me gusta mucho la sutileza poética, la ambientación, la vertiente mágica de la propuesta, la fusión de géneros que utiliza. No sé analizar la mirada política: reconozco que soy un completo inútil. No entiendo nada de nada. Pensaba, viniendo hacia casa: “¿Qué ocurriría si algún día se publicase mi libro de relatos ‘Marinos y mujeres’ y un director quisiera llevarlo al cine –ya se ve que sigo soñando- y ordenar todo ese universo intemporal en un contexto histórico?”. Tres cosas: o se volvería completamente loco, o tendría que inventar un código completamente nuevo o se daría cuenta de que hay cosas que funcionan muy bien como ficción intemporal, en el orbe de los sueños, pero que encajan mal con la cronología de la realidad. También tendría que decir que descubriría que soy un mal escritor, pero Pepe Melero me ha prohibido que diga, ni aquí ni en ninguna parte, eso nunca. Nunca máis.

3.Ignacio Martínez de Pisón, que es un prosista extraordinario y límpido (uno, que lleva unos cuantos años dedicado a este oficio de juntar palabras, recibe siempre de él la lección de la exactitud, la elegancia, el rigor en la información y de la ausencia total de retórica), publica hoy en “El País Dominical” un artículo sobre dos maestras que une a Carmen Castro Cardús y a María Sánchez Arbós. Carmen era hermana de Julio Alejandro Castro Cardús, guionista de Buñuel de quien se habla en este blog, fue discípula de María, dirigió la cárcel de Ventas cuando fueron fusiladas las “Trece Rosas” y murió demasiado joven, a los 38 años. María fue depurada de su puesto de maestra y no lo recuperó hasta 1952, creo recordar. Publicó en México “Mi diario” y más tarde, gracias a los trabajos y los días de Víctor Juan Borroy, se reeditó en Aragón por el Gobierno de Aragón. Curiosamente, hoy, en el artículo que publicó en “Heraldo Domingo”, “La caja de música de Ramón Acín”, hablo de María Sánchez Arbós y de su hijo José Manuel Ontañón, el geólogo que se casó con una mujer que se dedica al cultivo de las rosas.

4.Ayer hice la crónica de los dos partidos de Jorge y Diego, pero se me borró. Por si a alguien aún le interesa, anoto: Diego ha debutado en el San Gregorio C de cadetes con un triunfo ante el Gancho: 4-2. Hizo un buen partido; actuó como medio centro y tengo cada vez más claro que, quizá por su falta de envergadura y corpulencia, juega mucho mejor hacia arriba que en las labores de contención. El Gancho se puso 1-2, en ese instante tiró dos veces a los palos, pero luego los locales remontaron. Y Jorge, extremo izquierdo del San Gregorio de infantil, División de Honor, ganó 3-0 al Montecarlo. No fue su mejor partido, corrió bien al remate, pero no profundizó por la banda. No consigue jugar como entrena por ahora. Quien hizo un partido formidable fue Víctor Luna, el ariete, que marcó dos golazos de oportunismo, potencia, inteligencia y velocidad.

*La foto está tomada de la página web de Víctor Juan Borroy. Buscaba la foto de Barbara Lennie o la de Pilar López de Ayala, incluso la de María Sánchez Arbós, pero no he sido capaz de encontrarlas.

4 comentarios

se acabaron las lástimas -

¡como vas a ser mal escritor si me leo hasta el fútbol de tus zagales y no dejo ni las migas...¡ ala,que estamos esperando el nuevo libro

Antonio -

MAY: Todo lo que dices es verdad, pero dicho así, seguido y en tan poco espacio, puede parecer excesivo... ¡Dosíficate,
que Super-Antón debe darnos muchos más días de blog,
y no nos vas a dejar calificativos!

Abrazos!

Lagarto -

¡Viva Ramón Acín Aquilué!
¡Viva Pisón!
¡Vivan Diego y Jorge!
¡Viva la vida!
¡Viva el amor!

MAY -

Eres tierno en estos tiempos en que quienes mostramos ternura parecemos bichos raros, sobre todo si somos "varones". Espuma de mar de la dulce Galicia absorbida por esta tierra ventosa y dura...Por cierto, como nadie aún te habrá dicho (!) que eres un escritor fundamental, orfebre de las palabras, sembrador de sensaciones que el alma agradece y,además y sin menoscabo de lo anterior, buenísima persona, pues aquí queda escrito en una gris tarde de domingo casi otoñal en la que, solitario, me aferro a tus líneas salvadoras. un abrazo.