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Antón Castro

JACK RADCLIFFE NO ES UN INTRUSO EN CASA

JACK RADCLIFFE NO ES UN INTRUSO EN CASA Jack Radcliffe (Nueva Jersey, 1940) conoce los secretos de su oficio. Penetra con su cámara en los ámbitos cotidianos, crea un clima de confianza, incluso de confidencialidad, y dispara. Y así logra piezas magníficas, de composición oblicua en muchas ocasiones, que no quebrantan el pudor; piezas inscritas en el viejo y siempre fascinante género del retrato.

 

 

“De côté de chez de Jack Radcliffe” (que podría traducirse por “A la manera de Jack Radcliffe”) es el título de esta muestra, sugerida por la fotógrafa aragonesa Margarita García Buñuel y que coordina Carlos García de la Vega, que se exhibe en la Casa de los Morlanes (Calle San Jorge), la sala del Ayuntamiento de Zaragoza, cada vez más volcada con la fotografía. Son fotos, casi todas en 6 x 6, que respiran humanidad, vida ordinaria, atmósfera de realidad, normalidad, donde está presente el candor de la niñez y la adolescencia, el desgarro de la juventud, los ciclos vitales de una familia joven, y la proximidad de la muerte.

 

 

La muestra está dividida en cuatro partes y un pórtico; en éste, vemos obras recientes, en buena parte tomadas en Maryland hacia 2004, que tienen algo de compendio o, mejor, de iniciación de los cuatro apartados en que ha distribuido Jack Radcliffe esta exposición que puede verse como una antológica. Son piezas de enorme frescura, de parejas y niños, salpicadas en alguna mirada de una indecible melancolía. Destacan la composición, la ruptura de la frontalidad, el arte del encuadre, muy pensado y casi siempre impactante, incluso en el dibujo de texturas, de matices, de gestos, en el interés por los tatuajes.

 

 

El espectador recibe una impresión inmediata: Jack Radcliffe, quizá con mayor amabilidad, está próximo a la obra de Diane Arbus, especialmente en la serie “Lily White”, una compañía de drag queens que, según dice Margarita García Buñuel en un esclarecedor prólogo, le pidió al artista que la retratase. Aquí la huella de Arbus es evidente, e incluso algunas tomas de Weegee, pero Radcliffe posee pulso propio: hondura, expresividad, delicadeza en la captación del negativo y virtuosismo en la culminación del positivo, aunque la impresión final que se impone es la de cierta desolación y derrota.

 

 

La segunda serie está centrada en Alyson, la hija del fotógrafo norteamericano, desde su nacimiento, más o menos en 1980 (al menos así se data la primera toma de la niña), hasta 2004. Esa serie, de más de una veintena de fotos, es como una película: Alyson transita por la niñez, la adolescencia, arriba a sucesivas etapas de juventud con amigos y novios, con los primeros cigarrillos. De nuevo, como si fuese un rasgo que ha querido destacar, en esa travesía interior y exterior sobresalen la añoranza y la búsqueda. Es fácil pensar en algunos fotogramas de la película “Al final de la escapada” de Godard, con Jean Seberg (a veces, Alyson tiene un aire a Seberg y también a una muchacha irlandesa) y Jean-Paul Belmondo.

 

En “Isbert”, fotografía la intimidad de Beppi y Steven, con amigos, niños y familiares. El ojo amigo de Radcliffe se toma su tiempo y capta la expresividad de los niños, la apacible mirada de los padres, los instantes muertos en que se disfruta de un cigarrillo en un ámbito de paredes desconchados, casi de los 70.

 

 

Para el final, en poco más de media docena de obras, ha dejado Radcliffe la terrible vecindad con la muerte. En “Hospice” se ven enfermos terminales, enfermos de sida, personas recién operadas cuyo destino está escrito en su rostro o en las huellas de su cuerpo. Es inevitable pensar en el fotógrafo y escritor Hervé Guibert, que fotografió sin autocompasión su inexorable final. Aunque las imágenes son terribles y te dejan el corazón herido, Radcliffe usa una ternura especial, y suministra a sus fotos siempre conmoción y verdad.

*La foto es de su hija Alyson.

1 comentario

Monica -

Vi la exposición en la Casa de los Morlanes de Zaragoza y hubo algunas fotos que me encantaron. La serie de Alyson es la mejor de todas. Recomiendo la exposicion y sus fotos. :)