LA GRAN NOCHE DE JORGE
No pude ver ayer el Barcelona-Arsenal. Sólo lo oía en el diario como una música de fondo. Christian Peribáñez, nuestro sabio de televisión, anunciaba lo que iba ocurriendo, y entonces te levantabas: la gran jugada de Ronaldinho y el pase definitivo a Eto’o, que acabó con la expulsión de Lehman; el cabezazo imponente de Sol Campbell que ponía el mundo del fútbol patas arriba (en la redacción, hacia la esquina de deportes, sonaron los grandes gritos de júbilo de la noche); los infructuosos ataques del Barcelona. Cada vez me iba poniendo un poco peor. Quería que ganase uno de mis equipos de la niñez; los otros eran, los otros lo son, el Depor y el Real Zaragoza. Y luego los dos grandes momentos: el gol de Eto’o y la resolución definitiva de Belletti, ambos tras servicios limpios de Henrik Larsson. Ya lo he dicho: quería que ganase el Barcelona: creo que lleva tres años realizando un espléndido fútbol y ha encontrado espléndidos jugadores que lo hacen bello, eficaz y a veces mágico. Aunque Ronaldinho encontró un rival de su altura, o quizá superior, en Tierry Henry. Llamé a mi hijo Jorge, que se había puesto la camiseta del Barcelona. “No me molestes. Déjame disfrutar”, me dijo de inmediato. Cuando Koeman marcó en Wembley en 1992 aún no había nacido. Esta mañana se ha ido al colegio con la camiseta blaugrana. Es la pasión.
*Ronaldinho, ya campeón, abraza la Copa de la Champions Ligue.
5 comentarios
ROMULO REYES SANDOVAL -
JAIMAR -
`fan del barça -
Chorche -
rafa -