Blogia
Antón Castro

GONZALO SUÁREZ: CINE, FÚTBOL Y LITERATURA

GONZALO SUÁREZ: CINE, FÚTBOL Y LITERATURA
Gonzalo Suárez realizó un paseo por las Cortes de Aragón en compañía de Fernando Sanmartín y dijo: “He pensado quedarme a vivir aquí”. Antes de participar en el ciclo “Conversaciones en la Aljafería”, visitó la torre del Trovador y evocó a García Gutiérrez y a Giuseppe Verdi. Añadió: “Sería bonito rodar aquí la ópera de Verdi”. Suárez es como un libro abierto, capaz de atender a los pequeños detalles que se convierten en pesares casi infinitos: su hija Anne-Helene, magnífica traductora de chino, lo llamó para decirlo que tendría que sacrificar a su gato, y el cineasta parecía tan compungido como ella. Luego, durante la tertulia con la realizadora Paula Ortiz y conmigo, realizó, con numerosas pinceladas de humor, una travesía por su obra. Una frase, pronunciada sólo al final, pareció deambular por la sala: “El cine es una historia de fantasmas, y nosotros también lo somos. Nos iremos, y aquí quedará nuestro fantasma”. Suárez señaló que no es partidario de la escisión entre realidad y ficción, que ambos, vida y sueño, se mezclan y conforman un todo, una unidad. Y que él, en el fondo, suele crear a partir de la ficción.

         Gonzalo Suárez llegó al cine casi por casualidad. Antes que nada, reveló, fue la literatura, una disciplina que le contagió su padre, que poseía una espléndida biblioteca. Uno de sus autores de referencia, “mucho antes de entenderlo”, fue Sigmund Freud, donde encontró muchas cosas: “aventuras, un abismo, una invitación al sexo. Yo me sentía perdido en aquel mundo, y llevaba a cabo algo importante: me sentía como un explorador”. Más tarde, hacia finales de los años 50, desembocó por puro azar en el periodismo. “Yo era entonces hijastro de Helenio Herrero, que se casó con mi madre, y tuve dos hermanos de aquella unión. Y él, que era el entrenador del Inter de Milán, me encargaba que le hiciera informes técnicos de los equipos a los que se iba a enfrentar. Eso me permitía entrenarme con los grandes jugadores del conjunto y aburrirme en mis viajes por Italia. Me pedía cosas muy complicadas: quería que le hablase de cómo se movían los jugadores, de los espacios libres. Y un día, en uno de mis viajes a Barcelona, con escala en Niza, le hice una entrevista que llevé al diario ‘Dicen’. La dejé en la redacción, y al final me dijeron que no estaba firmada. Busqué un nombre: pensé en Girard, el apellido de mi madre, y recordé que un amigo me había dicho que Martín era un buen nombre de periodista”.

Y así, de sopetón, nació un pionero del nuevo periodismo: Martín Girard, que se parecía a un personaje de Raymond Chandler que realizaba un periodismo subjetivo en la forma, pero objetivo en el fondo, y que desayunaba siempre café con cruasán. Parte de esos cientos de trabajos se han reunido en un espléndido libro: “La suela de mis zapatos. Pasos y andanzas de Martín Girard” Seix Barral, 2006), donde Gonzalo Suárez recoge entrevistas con Pelé, Fred Galiana, Manuel Viola, aquel árbitro llamado Amor, o su encuentro con Luis Buñuel en 1963. Suárez, tras pasear con el cineasta en compañía del malogrado Joaquim Jorda, redactó con su característico estilo una amplia nota con lo que había dicho Buñuel; se la llevó antes de publicarla, y el cineasta “se puso hecho un basilisco. Aunque luego se atemperó, me la censuró en algunas declaraciones y me autorizó a publicarla”.

Gonzalo Suárez dijo que su primera película se la había pagado Moratti, el presidente del Inter de Milán; evocó su amistad, un tanto tumultuosa, con Sam Peckinpah y definió su cine como “de una gran potencia lírica con un extraordinario guión. Él encarna la emoción cinematográfica plena por su concatenación de planos”. Dijo que le interesaba mucho la integración de la pintura, “Patinir es uno de mis artistas favoritos, y la música en su obra, “aunque tenga mal oído desde niño”. Anunció que está trabajando en una comedia que va a rodar y que tiene actores: Carmelo Gómez, Aitana Sánchez-Gijón, Maribel Verdú, Jorge Sanz y Najwa Nimri, entre otros. “Pero no puedo decir más: si les cuento el argumento, a lo mejor ya no me apetece hacerla. Llevo seis años sin hacer películas, pero no he parado: he escrito mucho, he dirigido teatro y ópera, he recuperado algunas de mis películas”. Y no sólo eso: hace años, un actor Michael Pollack, le dijo que “tenía los ojos de París”. Y él recordó una delirante noche de parranda a la que siguió una no menos delirante mañana en la que el actor se puso a andar a las cuatro patas y acabó mordiendo a un perro, que “se quedó estupefacto. Jamás le había sucedido tal cosa”.

3 comentarios

Susana -

Le invito a visitar nuestra exposición de Manuel Viola

carol -

hola!! por si eres una persona apasionada del cine como yo, te diré q el próximo 14 de Julio se estrena en las salas de cine

de toda España "H6" Diario de un asesino, un thriller psicológico que narra la historia de Antonio Frau, una persona

aparentemente normal pero que en realidad es un despiadado asesino en serie.
Es una película estremecedora, cruda y realista, cuya trama desmenuza a la perfección la enrevesada mente de un psicópata!!
Fui con mis amigas al preestreno y nos encantó, de hecho es una película para ir acmpañada/do porque es muy fuerte en

contenido e imágenes.

El Trailer está en Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=ShreQb_2-us

Más info en http://www.diarioasesino.com y consultad la cartelera porque los 3 primeros días de estreno si envías tu entrada

a una dirección que da la web puedes cenar con el asesino, entre otras promociones... la caña!!!

Saludos y bonito blog!!

Javier -


¡Es curioso! el deseo de vivir en un edificio singular creo que atrae a todo el mundo.

Desde que era un crio me gustó el Torreón de la Zuda, cuando lo restauraron esperé dos cosas: que pusieran el rótulo de "Se Vende", y que me tocara una Primitiva.
Ninguna ocurrió..., mucho mejor así.

A ver si me buscas el artículo de "Puchete" Antoncico.

Abrazos, J. ;)