UNA FOTO DE ARNO BREKER Y JOSEPH BEUYS
Leí en "El país" de ayer la polémica que se había suscitado en Alemania con la antológica de ese gran artista que es Arno Breker, un escultor vinculado al nazismo, era el favorito de Hitler, y encuentro esta foto espléndida de Gottfried Helwein: el artista, ya veterano, lleva en las manos esta foto de Joseph Beuys, que me ha hecho recordar a Víctor Mira. La cuelgo aquí por si no la conocían los amigos de este blog.
Me gustaría recordar que Breker pidió a la gran saltadora de altura Ulrike Meyfarth, doble campeona olímpica (en Alemania, 1972, y en Los ángeles, 1984) que posase para él para la obra "Ulrike, la diosa griega", y le inspiró algunas otras piezas de carácter amoroso y mitológico. Meyfarth es una de las más grandes campeonas de salto con Sara Simeoni o Stefka Kostadinova, que andan por la memoria de este blog.
Breker, escultor amado por Hitler, recibió del dictador muchos encargos para diversos edificioes y esculturas, mucho dinero y un castillo, aunque luego siguió trabajando y explorando estéticas nuevas. Uno de sus detractores, el artista Klaus Staeck, presidente de la Academia de Bellas Artes de Berlín, dijo -según recordaba ayer Sandra Ellegiers en "El País"- que "Breker fue quien le dio una visibilidad a la imagen del hombre de los nazis, a aquel racismo de la raza superior. Diseñó a los héroes que servían de ejemplo a los soldados y sus imágenes servían de lavado de cerebro".
Leni Riefenstahl rodó un documental sobre el escultor. Dalí dijo, en 1975, "Dios es la belleza, y Arno Breker su profeta". Cocteau dijo que era "el escultor más vital, (...) una gran esperanza para el futuro". Hay quienes dicen que tuvo un lado bueno: salvó a Picasso (del cual de su biógrafo Richardson revela puntos un tanto oscuros, por cierto) de ser deportado a un campo de concentración e incluso hablaban de una "lista de Breker", semejante a la Schindler. Gunter Grass, según recogía ayer ese periodista que está en todos los sitios, ese trabajador incansable y talentoso que es Juan Cruz, se manifestó a favor de esa muestra porque "no se puede contar sólo parte de la historia, sino la historia entera, y es necesario mostrar la obra completa de un autor de la envergadura que tuvo Arno Breker", nacido en 1900 y fallecido en 1901.
Ni la cara de Arno Breker ni la de Beuys anuncian precisamente una inclinación hacia la felicidad.
1 comentario
rodrigo -