ISIDRO FERRER PRESENTA EL "LIBRO DE LAS PREGUNTAS"
[Esta tarde, a las 19.00, en el salón de té del Teatro Principal, se presenta el “Libro de las Preguntas” (Media Vaca) de Pablo Neruda, ilustrado a dos tintas por Isidro Ferrer. Acudirán al acto el ilustrador, el editor Vicente Ferrer y suponemos que Francisco Goyanes, librero de Cálamo. Éste, medio en broma, medio en serio, anuncia que también asistirá Pablo Neruda. De alguna manera, el seductor de Isla Negra, el enamorado permanente de Albertina Rosa, estará ahí.]
Pablo Neruda representa el talento puro, la facilidad verbal, la riqueza de imágenes, el torrente imparable de la imaginación. Isidro Ferrer se reinventa a diario: tiene algo de mago visual, de alquimista del trazo, de la forma, del volumen. De alguna manera, el poeta Pablo Neruda influyó en el artista y diseñador Isidro Ferrer. Y como dice Herrín Hidalgo, Ferrer –premio Lazarillo en 1995, premio Nacional de Diseño en 2003 y premio Nacional de Ilustración en 2006- ha convertido Huesca y su estudio en su Isla Negra particular, en ese territorio de objetos donde todo es posible. Poco antes de morir en 1973, coronado ya con el Premio Nobel, Pablo Neruda ultimaba su “Libro de las preguntas”, un volumen que tiene algo de “Libro de Job”, de manual libre de haikus, y que arrancaba de ese ejercicio de libertad que se llamó “Estravagario” (1958). El libro apareció en 1974 en la editorial Losada, y tres años después en Seix Barral.
Neruda parte de varias cosas: de las “lunerías” y las atmósferas oníricas de su amigo García Lorca, de las “Greguerías” de Ramón Gómez de la Serna, también podríamos adivinar la huella de las “Chilindrinas” de Seral y Casas, de la frescura y la libertad de los ismos, es decir, el eco, el color y el arrebato de las vanguardias artísticas. El libro descansa en la fulgurante magia de las palabras, en la exaltación del ingenio, en la potencia de los acertijos. Escribe Neruda: “Dime, la rosa está desnuda // o sólo tiene ese vestido?”. O: “Hay algo más triste en el mundo // que un tren inmóvil en la lluvia?”. O: “Qué pesan más en la cintura, // los dolores o los recuerdos?”. Y a todo este mundo de preguntas sin respuesta, de incógnitas tanto poéticas como telúricas o metafísicas, les ha dado respuesta Isidro Ferrer con sus ilustraciones para la editorial Media Vaca, en la colección “Libros para niños”.
En la nota epilogal dice Herrín Hidalgo: “En lugar de proponer respuestas imposibles a preguntas imposibles, Isidro Ferrer ha perseguido el imposible máximo, que es convertir un libro de poemas en un teatrillo a medio camino entre La Barraca de Lorca y el circo de Calder. Neruda hace el papel de Neruda y también el de Capitán del Submarino Amarillo; Isidro representa todos los demás papeles”. La explicación es precisa: desde las primeras páginas, asoma un rostro de Neruda en un libro-retablo, y luego, página a página, vemos multitud de figuras y de formas siempre en blanco y negro que sugieren el rico mundo del poeta. Isidro Ferrer construye y recoge objetos, alza volúmenes y los fotografía, y pone ante los ojos del lector barcos, sirenas, manos, laberintos, pulpos, ciudades, un poeta-payaso, ballenas, peces, libros, casas, libros que son casas o refugios de palabras hechizadas.
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