CÓMO MOLA SER FRIKI*, POR MARIANO GISTAÍN
De "La ciudad de las gaviotas" / Mariano Gistaín.
Lo friki no sale en el DRAE pero está muy bien explicado en la Wikipedia.
Aunque la definición de que un friki es alguien obsesionado o interesado con algún hobbi o tema raro o estrafalario, se queda corta enseguida.
El último de esos temas “frikis” fue la informática, que ya es una obsesión obligatoria, una necesidad básica, aunque las autoridades la sigan condenando, como el inglés, a ser una asignatura maría. Dentro de unos meses empresas indias gestionarán las nóminas, los seguros, las pensiones, etc., de los aragoneses, que por suerte cada vez son más rumanos, peruanos, ecuatorianos, subsaharianos, etc. (Releer “La tierra es plana”).
Hasta hace unos meses decir de alguien que era un friki tenía un leve matiz peyorativo, como de la definición original (freak, monstruo, la maravillosa “La parada de los monstruos”), y de ahí uno que estaba “chiflado” –friki de la época anterior- por los cómics, el manga, la ciencia ficción, el software… Ahora friki es la mejor palabra que hay para definirse. Cuando alguien se divierte con lo que está haciendo, se dice: “soy un friki”, “qué friki soy”. O mejor aún: “somos unos frikis”.
La palabra se ha lavado sola, se ha ido elevando por entre los marrones cotidianísimos y las brasas habituales del poder, los poderes. Cómo definir esas brasas: todo aquello que al ser enunciado hace que se te bloqueen los sensores. Da igual que lo repitan un millón de veces en el telediario o donde sea: tus células se han inmunizado, tu ADN no puede recibir ni una molécula más de esa intoxicación masiva y unánime. Como el mundo estándar se ha apelmazado tanto (aunque intenta jorearse, ay, como TIME y su portada pelotillera), cada cual busca –y encuentra- sus nichos de estar bien, sus aficiones y sus colegas. En dos clics está en una comunidad. Da igual lo que sea, nunca será demasiado raro (friki), siempre habrá alguien, quizá al otro lado de la calle, que disfrute con lo mismo. El grado extremo de frikismo es que, a fuerza de disfrutar con lo que se disfruta (se pasa el tiempo y no te enteras ¿se puede pedir más?), se pueda vivir de eso. Cada día es más frecuente: enredando enredando, al final te haces un experto.
Aunque ahora “experto” se ha ampliado/reducido: también significa: “el que conoce los enlaces”. En fin, el mundo esta(ba) cambiando. Quizá ya ha cambiado: mola ser friki. (Urge renovar “mola”).
(Columna en El Periódico de Aragón de ayer, publicado por Mariano Gistaín en su sección "La ciudad de las gaviotas", que ya se merecería un librico. Lleva Mariano haciéndola más de una década. La foto está tomada de www.anieto2.com).
8 comentarios
jaja -
FRIKI PEREZ -
sfsd -
Diego de Rivas -
Un abrazo,
NARUTIN -
ser friki es lo mejor
sha sha -
El rey de todos los frikis es este:
http://www.youtube.com/watch?v=0B0utxq3_RM
Nerea -
Para mí, ser friki es conocer mucho de una cosa. Nació con los frikis de películas, videojuegos o comics.
Esta tarde me encontraré con muchos frikis en la muestra de Comic de Zaragoza en la sala Multiusos. Me pregunto si no seré yo también algo friki en algún aspecto.
Besos!
Fernando -