EL CANON DE MIGUEL ÁNGEL LAMATA*
[Ese joven espigado y sentimental, lo es tanto que su pasión oculta es la poesía, Jonás Trueba, lleva algunas semanas realizando el canon de películas de distintos directores en su blog y en el de Plot. Hace unos días incluía el del director aragonés, aragonés de Zaragoza, Miguel Ángel Lamata. Lo copio aquí y lo pongo. Conversaré con Miguel Ángel Lamata el próximo miércoles, en el Centro Valero Lecha de Alcorisa (Teruel), a las 19.30; también iba a estar en la charla Luis Alegre, pero esos días tiene rodaje de "Reservado" en Madrid. El día 28, es sabido, recibirá el premio Goya al mejor documental. O eso espero, claro.]
Una con truco final: El club de la lucha (David Fincher). Hay dos trucos finales por excelencia. 1. El malo no existe. 2. El prota está muerto. Y da igual las veces que los hayas visto; si se hace bien, es cojonudo. En mi opinión, los dos mejores finales con truco son El club de la lucha y Los otros (Alejandro Amenábar). Aunque el truco final de Volver (Pedro Almodóvar) también tiene su guasa: la muerta (Carmen Maura) resulta que al final está viva.
Una de Spielberg: La lista de Schindler. Tiene que haber una de Spielberg. Y si Tiburón o En busca del arca perdida se hubieran hecho antes de 1990, habría tres de él en esta lista.Una ineludible: Pulp Fiction (Quentin Tarantino). ¿Cómo coño no incluirla? Su estilo es el más imitado de las últimas décadas. Y Tarantino el único que ha logrado intelectualizar la macarrada más salvaje.
Una de malos que molan: Uno de los nuestros (Martin Scorsese). No quiera dios que falte en esta lista una buena peli de antihéroes, una de tipejos que no pueden ser más chungos pero que, aún así, molan. Además, es obligatoria; al menos un poco más que Trainspotting (Danny Boyle), El silencio de los corderos (Jonathan Demme) o Sin perdón (Clint Eastwood).Una de modernetes: Olvídate de mí (Michel Gondry). No sé muy bien en qué consiste ser moderno. Pero si existe el colectivo moderno, jamás me admitirán en su seno si no pongo esta peli, o Corre, Lola, corre (Tom Tykwer) o Carretera perdida (David Lynch) o Los Tenenbaums (Wes Anderson)… que modernas o no, me encantan.
Una de misterio: Sospechosos habituales (Brian Synger). Hay pelis que juegan contigo como si fueran una amante caprichosa. Bueno, la verdad es que no he tenido nunca una amante caprichosa, pero como metáfora no está del todo mal, ¿no? Abre los ojos (Alejandro Amenábar) o Seven (David Fincher) también son amantes caprichosas.
Una de risa: Balas sobre Broadway (Woody Allen). A esta la tengo un cariño enorme porque la adapté a la escena en mis años mozos de teatrero universitario. Y porque me hace reír tanto como Atrapado en el tiempo (Harold Ramis), Qué ruina de función (Peter Bogdanovich) o Torrente (Santiago Segura).
Una de las de toda la vida: JFK (Oliver Stone). Es Frank Capra con la locura del Coppola más pirao. Y mola mucho el rollito setentero que tiene a ratos. Además, te toca la fibra sensible. Y resulta que me encanta llorar en la oscuridad de un cine, como hice con Bailando con lobos (Kevin Costner), Ellas dan el golpe (Penny Marshall), Belle Epoque (Fernando Trueba) …
Una macarrada: Terminator 2 (James Cameron). Me gustan las películas de acción. Y cuantas más cosas vuelen por los aires, mejor. Esta es una cumbre del género. Me encantaría hacer una así de mayor. Pero también me vuelven loco Matrix (hermanos Wachowski) y El día de la bestia (Alex de la Iglesia).Una de tipos duros: L.A. Confidential (Curtis Hanson). Disfruto enormemente las de polis que se enfrentan a polis y/o políticos corruptos. (En realidad la que me apetece poner en este último apartado es El último boy scout (Tony Scott) pero me da vergüenza. Así que la nombro entre paréntesis y ya está.)
Miguel Ángel Lamata. Consultar el canon de otros cineastas.
*La foto es de Weegee, conocido como "El ojo público", tal como lo encarnó Joe Pesci.
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