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Antón Castro

JAVIER BLASCO Y PILAR CELMA, EN ZARAGOZA

JAVIER BLASCO Y PILAR CELMA, EN ZARAGOZA

A Javier Blasco le tomé mucho cariño hace dos o tres años en un viaje a Valladolid. En realidad, fue su mujer Pilar Celma, zaragozana y catedrática de Literatura como él, quien me invitó a hablar con otros compañeros –Blanca Berasategui, José María Guelbenzu, Juan Antonio Masoliver, Fernando Valls, etc.- de suplementos literarios. Pilar domina muchos campos: es una experta absoluta en la obra de Miguel Delibes, dirige su cátedra en Valladolid y Nueva York, y es una gran estudiosa de la escritura de mujer: desde Concepción Arenal hasta María Zambrano, pasando por María Lejárrega, María Teresa León o Rosa Chacel. Con Pilar y algunos compañeros de prensa pasamos horas espléndidas, y luego conversé con Javier en la propia estación de autobús en un tiempo en que los debates sobre la identidad de Alonso Fernández de Avellaneda estaban a la orden del día.  

Javier, meticuloso y con alma de detective literario, había analizado al máximo una posibilidad: Avellaneda era fray Baltasar de Navarrete, autor también de “La pícara Justina”. Javier Blasco ha publicado varios opúsculos sobre este asunto, y en concreto hoy me ha regalado uno que publicó en el “Boletín de la Real Academia Española”, titulado “La lengua de Avellaneda en el espejo de ‘La pícara Justina”, que es un minucioso análisis comparativo del lenguaje en cuanto a estructura, a términos, a sintaxis. Javier Blasco admite otras conjeturas acerca de la identidad de Avellaneda: no descartaría que pudiese ser Liñán de Riaza, Tirso de Molina o Cristóbal Suárez de Figueroa, como también se ha escrito (y él explica de inmediato los matices que, seguramente, nos llevarían a descartar esos nombres) pero tiene claro que Jerónimo de Pasamonte, el soldado escritor de Ibdes, no puede serlo de ningún modo. Esa tesis la anunció Martín de Riquer en 1967 y Juan Antonio Frago de la Universidad de Zaragoza publicó un libro en Gredos con la misma idea. A Javier Blasco Pascual le encantaría hacer un guión de cine sobre este inmenso enigma y la relación que existió entre todos ellos con Cervantes. El año que viene aparecerá un trabajo de unas 200 páginas sobre “estas batallas policíaco-eruditas”. Y próximamente, en la espléndida Biblioteca Castro, aparerá la edición del Quijote de Avellaneda, con el nombre de su atribuido, entre paréntesis: Fray Baltasar de Navarrete. 

Javier Blasco es, por otra parte, uno de los grandes conocedores de Juan Ramón Jiménez, y él es el  director de la edición de las obras completas del poeta de Moguer que está publicando Visor y diversas instituciones. Ya han aparecido algunos tomos: “Animal de fondo”, con prólogo de Vicente Gallego, y “La estación total con las Canciones de la nueva luz”, con delantal de Francisco Díaz de Castro. Los libros, delicados y frágiles como el poema más bello y alado de JRJ, llevan en la portada la característica hoja de perejil del escritor. Esta edición forma parte de los proyectos que desarrolla el Comité Organizador para el Trienio Zenobia-Juan Ramón Jiménez 2006-2008, que corresponde al cincuentenario  del Premio Nobel y del óbito de Zenobia en 1956 y al cincuentenario de la muerte del poeta. 

Javier Blasco me comentó que es un gran seguidor del Real Zaragoza desde Valladolid. Habla dos o tres días a la semana con sus sobrinos y familiares para saber cómo va el equipo, qué novedades hay, las vísperas de cada encuentro. Decía esta mañana que el partido de ayer le había parecido estupendo, a pesar de la justeza del marcador. Pilar Celma, que lleva casi un mes y medio aquí en un tribunal de cátedras, asentía con un dulce ademán de cansancio. Sueña con volver a casa.


 

*Este espléndido retrato de Juan Ramón Jiménez es de Joaquín Sorolla.

 

3 comentarios

Carlos -

Me parece un post muy petulante sobre estos dos catedráticos, que si hubiera tenido en gracia como "docentes" no creo que suscribiere, pues en ese aspecto se desvela la mezquindad que domina sus aspiraciones.

Marga -

excelente cuadro, palsma de maravilla al Doctor Blasco, tuve la gran oportunidad de concoerlo en gto, mexico
Felicidades un beso

Magda -

Que precioso cuadro, Antón. Espléndido, como bien dices, conozco otros pero éste me parece el mejor. Nunca lo había visto.