TRES POEMAS DE LA AUSENCIA*
PRESO
El lamento de un hombre preso
hay que buscarlo más allá de la luz,
y, aun así, dudo de que alguien lo pudiera hallar.
Pedro Betancourt
TELURIA
Sentir un país abandonado
y huérfanos de la tierra sus objetos.
Zócalos y cenefas vítreas
por los cauces de mis viejas venas de enebro,
pendientes de las cuerdas
del pétreo recuerdo,
sobre mis sueños dolientes
y doloridos encajes.
Día a día: ¡Teluria...!
Tierra de infinitos relieves
e inevitables zarzales blandos.
Bosque sensorial de amplio estado
en ambas direcciones girando,
como un disco sin rastro.
Ardid apaisado de arabescos
y estremecedores endriagos.
Jordi Fernández Tordera
SOY UN «ROLLING STONE»
Soy un «Rolling Stone».
Voy por la vida dando tumbos;
no me puedo parar
o se me pegaría el musgo.
Soy un nómada sin rumbo;
me importa todo un comino.
Cualquier dirección es buena;
nunca elijo el camino.
Soy de las estrellas un vagabundo,
un cometa errante y vacilón,
un anarquista del espacio
que, surcando el cosmos infinito,
gira y gira sin ningún fin.
Y es que, si me paro, me apago.
Cuando nací aquel día maldito,
alcé mi vuelo empujado por el viento,
me alejé de este desolado planeta
buscando una quimera;
y sigo a ciegas dando vueltas
y haciendo eses, a la aventura, al albur.
Y, aunque sé que es una locura,
prefiero seguir rodando
sin que acabe esta borrachera.
El lamento de un hombre preso
hay que buscarlo más allá de la luz,
y, aun así, dudo de que alguien lo pudiera hallar.
Pedro Betancourt
TELURIA
Sentir un país abandonado
y huérfanos de la tierra sus objetos.
Zócalos y cenefas vítreas
por los cauces de mis viejas venas de enebro,
pendientes de las cuerdas
del pétreo recuerdo,
sobre mis sueños dolientes
y doloridos encajes.
Día a día: ¡Teluria...!
Tierra de infinitos relieves
e inevitables zarzales blandos.
Bosque sensorial de amplio estado
en ambas direcciones girando,
como un disco sin rastro.
Ardid apaisado de arabescos
y estremecedores endriagos.
Jordi Fernández Tordera
SOY UN «ROLLING STONE»
Soy un «Rolling Stone».
Voy por la vida dando tumbos;
no me puedo parar
o se me pegaría el musgo.
Soy un nómada sin rumbo;
me importa todo un comino.
Cualquier dirección es buena;
nunca elijo el camino.
Soy de las estrellas un vagabundo,
un cometa errante y vacilón,
un anarquista del espacio
que, surcando el cosmos infinito,
gira y gira sin ningún fin.
Y es que, si me paro, me apago.
Cuando nací aquel día maldito,
alcé mi vuelo empujado por el viento,
me alejé de este desolado planeta
buscando una quimera;
y sigo a ciegas dando vueltas
y haciendo eses, a la aventura, al albur.
Y, aunque sé que es una locura,
prefiero seguir rodando
sin que acabe esta borrachera.
José Martín Rufete
[El próximo día 11 de mayo, a las 11 horas, en la prisión de Daroca, se presentará el libro "Poemas de la ausencia", que acaba de publicar Manuel Martínez Forega en Lola Editorial (Colección Berna). Es una antología de tres poetas: Pedro Betancourt (Las Palmas, 1960) y residente en La Gomera; Jordi Fernández Tordera (Alicante, 1963), músico y poeta fascinado por Giaccomo Leopardi, y José Martín Rufete, que dice: "Mi poesía es salvaje; se planta y rebela contra las tendencias dominantes...". La fotografía es de Michel Sandre]
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