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Antón Castro

ENTREVISTA DE IRENE SANCHO

ENTREVISTA DE IRENE SANCHO

IRENE SANCHO CONVERSA CON ANTÓN CASTRO 

- ¿Por qué decidiste ser escritor?
-En realidad, no sé si me decidí ser escritor en algún instante. Había algo que me arrastraba. En 1982 entré a trabajar en un bingo, aprendí a escribir a máquina en una de aquellas inmensas Olivetti de carro grande y empecé a escribir mis primeros relatos y mis primeros poemas, con mi primer hijo de meses en brazos. Entonces, me obsesionaba el mar que había dejado en Galicia, me obsesionaba el paisaje de mi infancia y adolescencia, y también aquel mundo vinculado a las historias, al cine, a la memoria, a mis primeros amores más o menos imaginarios. Galicia, entonces, era un territorio mítico para mí, y todo lo que escribí eran intentos de rescatar historias del mar con un barniz céltico. Así empecé. Y escribía en los papeles de envolver los cartones: las estrías del papel eran como líneas de pauta, y allí, y en servilletas de celulosa de los bares, nacieron mis primeros borradores. La literatura me permitía vivir otras vidas, me permitía volver a vivir mi infancia, me permitía sentirme marinero, vagabundo y enamorado. 

- ¿En qué te inspiras para escribir tus obras?
-En casi todo. En lo que leo, en lo que sueño, en lo que me cuentan, en las personas que conozco, en los periódicos. Siempre estoy con la antena puesta: allí donde percibo que puede haber una historia, allí me dirijo. Mi obra, en el fondo, nace de la realidad. La realidad me ha dado mis mejores libros. La frase no es mía, pero creo firmemente en ella: “La realidad siempre supera a la fantasía”. Las historias más fantásticas e irreales que he oído están en la realidad y no en los sueños. El escritor es un observador que no debe perder jamás la curiosidad por los seres vivos. 

- ¿Qué te gusta más, la actividad de escritor de relatos y novelas o la de periodista?
-Con el periodismo he disfrutado muchísimo. Y disfruto. Si soy algo, se lo debo al periodismo. El periodismo es el arte de la verdad, de la fidelidad, de intentar conocer las cosas y de contar cómo son. La literatura es otra forma de ver, pero en este caso subjetiva. El escritor, con sus relatos y sus novelas, con mayor o menor fortuna, crea un mundo y recrea el mundo a su antojo. El periodismo y la escritura son una forma de aventura. Miro hacia atrás y veo que he hecho grandes aventuras para contar una historia y encontrarme con un personaje. Luego, he visto que ahí había una maravillosa historia de ficción, personajes, hechos, atmósferas. 

- Aunque eres gallego, has escrito mucho sobre Aragón, ¿qué obras has escrito sobre nuestra tierra?
-Muchas. Más de la mitad de mi obra está inspirada en Aragón: alrededor de diez o doce libros. Te citaría mi primer libro de relatos, “Los pasajeros del estío” (Olifante, 1990), una colección de cuentos que sucede en Camarena de la Sierra (Teruel), “El testamento de amor de Patricio Julve” (Destino, 1995  y 2000), que transcurre en el Maestrazgo turolense a lo largo de 150 años, “Los seres imposibles” (Destino, 1998), que propone una colección de cuentos de trasfondo legendario y onírico en todo Aragón, etc. Hay otros tres libros sobre Aragón que son muy queridos por mí: “Aragoneses ilustres, ilustrados e iluminados” (DGA,1992), probablemente mi mejor libro (o uno de los más queridos), “Arquitecturas imaginarias de Aragón” (Ibercaja,  1994), que tiene algo de poemario y de viaje, y por supuesto “Vidas de cine” (Ibercaja, 2004), un libro de conversaciones con cineastas aragoneses. Tampoco hay que presumir, pero también he escrito un “Bestiario aragonés”, que recibió el premio nacional al libro mejor editado de 1992, y el libro institucional “Aragón” (DGA, 2001). 

- De Golpes de mar, ¿cuál es tu cuento favorito? ¿Por qué?
-Quizá el último, “Carta de invierno al más allá”, porque narra una historia familiar, y a mí siempre me han gustado mucho los secretos de familia, sobretodo cuando se percibe la complicidad, la ternura, la pasión por contar historias. Ahí se cuenta la historia de una familia de cuatro hijos, cuyo padre, que se dedica a la captura de percebes, se ahoga en el mar. La madre espera su vuelta y los hijos le mandan todos los fines de semana una botella con cartas, recuerdos, confidencias, etc. Aunque mi favorito quizá sea “Una lección de fotografía”, donde vinculo Aragón y Galicia a través dos fotógrafos: el gallego Seara de Castro y su maestro el aragonés Patricio Julve. 

- ¿En qué consiste tu trabajo en el periódico "Heraldo de Aragón"?
-Soy el coordinador del suplemento literario “Artes & Letras”. Elijo contenidos, portadas, edito, escribo, y además colaboro asiduamente en cultura y en opinión, ahora algo menos que en otros momentos. Durante un año y un par de meses hice una sección de entrevistas “Clásicos y modernos”, que fue una preciosa experiencia para mí. En “Artes & Letras” trabajo con muchos colaboradores y ellos son muy importantes para mí. 

- He oído que haces un programa en la televisión aragonesa (Borradores), ¿de qué trata?
-Es un programa cultural de una hora con actuaciones musicales en directo. Entrevisto a los músicos, recibimos a artistas, escritores, pintores, actores, arquitectos, etc., y además ofrecemos distintos reportajes de todas las actividades culturales. A mí personalmente me gustan mucho las visitas a las bibliotecas. Es un programa realizado desde el respeto, la pasión por entretener y la ausencia  de complejos. Borradores es un proyecto plural en el que participan varias chicas: Teresa Lázaro (realizadora), Ana Catalá (redactora), Yolanda Liesa (ayudante de realización), César Quílez y Mamen Delpón (producción)... Existe una gran complicidad en el equipo y llevamos casi cien programas. Borradores se emite los jueves hacia las 0.30 y se redifunde los viernes a las 2.30 de la mañana, aunque ese horario no es estable. 

- Estuve visitando la exposición del Real Zaragoza, ¿qué destacarías como director de esa exposición?
-Yo creo que era una exposición emocionante, una exposición pensada para todos los públicos, incluso para aquellos a los que no les gustase el fútbol. Hicimos una apuesta por las nuevas tecnologías (el montaje en 3D, los audiovisuales, la cortina de niebla, las proyecciones...),  por la fotografía, por la cartelería, por los grandes montajes y también por los pequeños objetos. Se trataba también de inscribir al club en una ciudad, en un territorio, y de darle el protagonismo decisivo a la afición que es fundamental para el fúbol. Intenté  otra cosa más: para mucha gente el Real Zaragoza es el equipo del alma y, además, es un equipo importante por sus títulos. Nueve, nacionales y europeos. Y por supuesto quisimos que participase mucha gente: fotógrafos,  pintores, diseñadores, ilustradores, dibujantes de cómic, realizadores  de vídeo, escritores... Colaboró mucha gente con intensidad: Videar, Esfera, Letra, Decoday, coleccionistas, y por supuesto el Real Zaragoza... La lista de gratitud es infinita.

 -Por último, ¿qué aficiones tienes?
-Me interesa la vida, la gente, estar con los amigos.  Pasear e ir al cine con mis hijos.  Pero mis grandes aficiones son la fotografía y los libros de fotografía,  el arte y las publicaciones de arte, oír la radio en el coche y dar vueltas y más vueltas mientras habla la gente, y, sobre todo, contar historias. Contar y oír historias. 

*Antón Castro (Santa Mariña de Lañas, Arteixo, 1959) es periodista y escritor. Coordina el suplemento “Artes & Letras” de Heraldo de Aragón y dirige y presenta el programa  Borradores de Aragón Televisión. Ha sido el comisario de la exposición del Real Zaragoza, “1932-2007. Los años magníficos”, y su último libro publicado ha sido “Golpes de mar” (Destino, 2006), una colección de 18 cuentos en los que ha trabajado durante un cuarto de siglo, desde que empezó a escribir hasta su publicación. Es una auténtica obra en marcha que resume su vida, su sensibilidad y su afición al mar. 

[Hace unos días me remitió esta entrevista la joven estudiante Irene Sancho. Éstas fueron las respuestas; introduzo pequeñísimos matices y subsano algunos olvidos. Me encanta ir a los colegios, conversar con ellos, sentarlos a mi lado durantes las charlas. Tengo algunos sueños truncados, y uno de ellos es el de haber sido profesor. Cuando vine a Zaragoza, recibí una llamada que me decía que tenía una beca para hacer Filología en Santiago de Compostela; inexplicablemente, dije que no. Pero lo cierto es que tampoco me arrepiento. Como me gusta alimentar siempre el blog, cuelgo aquí las respuestas. Utilizo como motivo gráfico esta ilustración de Blanca BK Gimeno, que aparecerá en breve en el libro colectivo “Cuentos a patadas”, que edita el Real Zaragoza.  Es uno de los cuatro que ilustran el relato de Víctor Juan Borroy, un zaragocista acérrimo.] 

1 comentario

Blanca -

Realmente leyendo este post, me doy cuenta que si, que tienes madera de profesor. Creo que lo eres, nos enseñas a todos, dia a dia, a compartir los detalles más pequeños de la vida. Gracias Antón. ;)