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Antón Castro

PARTIDO TENSO Y PENALTI DE CHISTE: GANA EL UTEBO

PARTIDO TENSO Y PENALTI DE CHISTE: GANA EL UTEBO

El equipo de juveniles de Garrapinillos visitó esta mañana el campo del Utebo. Conozco a  varios jugadores “azules” del año pasado, entre ellos el ecuatoriano Luis, que posee un bajo centro de gravedad y hace pensar en el Kun Agüero y en Romario. Sus entrenadores de este año, dos chicos jóvenes, no son tan entusiastas como yo de su juego: sólo ha marcado tres goles. El Utebo había buscado un central en el equipo de cadetes, y eligió al portugués Claudio. Entre otros, además, también juega Miguel Aibar, hijo de Miguel Aibar, aquel compañero que conocí hace más de un cuarto de siglo en mis tiempos de camarero en el Napolitano de la calle Ávila. El Utebo está mejor colocado en la tabla. Miguel y Diego tuvieron una primera parte muy disputada. Miguel jugaba el año pasado en cadetes y aquí ha mejorado mucho.  

El primer tiempo fue especialmente tenso. Se jugó con intensidad y brío, quizá atacasen más los azules, pero el Garrapinillos se defendió muy bien, con un espléndido Alejandro Longo: se anticipó, secó y paró a Luis. Y en un contraataque, Rodrigo, que no había entrado mucho en el juego, se labró un gol: sacó el máximo rendimiento a un momento de indecisión y barullo.

En la segunda parte, el Utebo empató en una jugada confusa, en la que había dos jugadores en fuera de juego. Eso me pareció. El árbitro –que era de ésos que aparentan ser buenos y son bastante malos y muy caseros- no vio nada. Gol del Utebo. Poco más tarde, un disparo lejano y potente fue enviando por el arquero Gayoso, en su intento de despeje, a gol.

El Utebo remontaba y tomaba la delantera; apenas un minuto después, Luisito Salas empataba de nuevo. En ese instante, con el viento a favor, hubo unos minutos de control del Garrapinillos: Diego se zafó de varios defensas por la banda derecha y quedó en óptima posición, pero disparó mal, se precipitó. Estaba solo ante el peligro y ante el arquero, pero no se dio cuenta.
 

Cuando languidecían el tiempo y el choque, el riguroso árbitro pitó un penalti de chiste. El ingenuo Diego Arturo se protegió la cara en un lance sin importancia, y debió sacar las manos. El entrenador visitante diría luego: “Si nos hubiesen pitado contra nosotros eso, me habría cabreado a gusto”. Y así, con el tanto de penalti, concluyó un buen partido, intenso, de alternativas, de pelea, en el que el Garrapinillos trabajó duro y bien. El Utebo jugaba en casa y creó más ocasiones, pero tampoco hizo nada del otro jueves. Cualquier resultado hubiera sido  bastante justo; incluso la victoria vistante. Como suele pasar siempre, los cinco cambios desequilibraron por completo al equipo de Garrapinillos. Y una vez más, la retirada del campo de Luisito Salas, que tiene gol, fue innecesaria. Era como servirle al rival el sello de la inoperancia.

*Diego Rodríguez Gascón, el ocho del Garrapinillos, en otro partido.

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