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Antón Castro

LUISA MIÑANA: DE LA ARQUITECTURA DE LOS HUESOS

LUISA MIÑANA: DE LA ARQUITECTURA DE LOS HUESOS

[Conocí a Luisa Miñana con motivo de la publicación de su novela Pan de Oro (Mira), un libro que mezclaba la pasión por el arte, los secretos de la Restauración y la vida oculta de los talleres de los artistas en Zaragoza. Luego la he seguido a través de su blog: le apasiona la literatura, la poesía, la amistad, el arte. La Vida. Su blog es como su obra en marcha: se ramifica, se despliega, y todo lo abarca. Como un abrazo gigantesco del cierzo o de un río. Igual ocurre con ese libro híbrido que hoy nos presenta: en él está Luisa Miñana siempre al acecho, la mujer que paladea la obra ajena, la mujer que oye, la mujer que rinde homenajes a sus amigos, la mujer que construye poco a poco su órbita, su sensibilidad, sus delirios. En este libro, Luisa Miñana lo mismo medita que construye un cuento, lo mismo pasea que hace un sombrero a su imaginación, compone poemas, mira y glosa fotografías, establece un hilo de complicidad con su amigo Miguel Ángel Latorre o con su amado Fernando Sarría. Andamos y salimos de este libro, La arquitectura de tus huesos, que es un friso de ángeles y de devaneos, un jardín con flores y aromas, salimos y andamos del libro que, a veces, tiene algo de novela, de compendio de quimeras, de vergel en libertad, más allá de cualquier límite, mucho más allá de cualquier género. 

Luisa me manda un par de textos, y aquí está el primero de ellos. Hoy, sabedlo, es el cumpleaños de Luisa. Aún no he visto el poema que le he dedicado su marido Fernando Sarría.]    

BOLA DE NIEVE
 

Ya no nieva como antaño. Tampoco llueve igual que antes. Ni las cosas duran tanto como lo hacían. No duran los televisores, ni los frigoríficos, ni las lavadoras, ni los zapatos. No duran los amores, amor mío. Por eso no me ha extrañado verte esta tarde bajar las escaleras, subida muy alta, como una diosa antigua, sobre tus tacones, prolongados hacia arriba en la línea posterior de las medias. Escoltada por ese otro que ha venido a buscarte, te ha besado en los labios y ha cogido tu maleta. Muy educadamente me ha sonreído. Y muy amablemente yo he cerrado la puerta sin hacer casi ruido. Me he quedado pegado a la mirilla, viendo cómo caía la nieve en el rellano y asomaba un extraño y antiguo paisaje por el hueco de la escalera.

5 comentarios

Luisa -

Permite, Antón, que use este espacio para agradecer la gentileza y generosidad de las comentaristas. Besos.

Magda -

No conozco el libro 'La arquitectura de tus huesos', pero sí conozco a Luisa desde hace tiempo, desde que inició con su blog nos conocimos, dentro de lo que la distancia permite (aunque espero que venga por estos lares algun dia). Se que es encantadora, inteligente, sensible, una persona a la que guardo mucho cariño. Y me encanta cuando escribe un poema, lo hace estupendo. Su novela 'Pan de oro' me encantó.

Un beso para ella.

Un abrazo, Antón.


Mónica -

Por lo poquito que tengo la suerte de conocerla, es cierto. Es de esas personas que desprenden energía positiva allá dónde vayan.
Le deseo toda la suerte del mundo con los proyectos que emprende, entre otras cosas, porque es de las que la merecen.

Blanca -

Que bonito!! Feliz cumpleaños Luisa!! ;)

Luisa -

Ay, Antón, qué majo. Te agradezco muchísimo tus palabras, tu esfuerzo en medio de tantas obligaciones y tantos sueños como tienes por participar en la presentación de La arquitectura.... Y gracias por estos dos pedazos de posts con estas fotos.
Besos, besos