POEMAS DE VICENTE PASCUAL CUANDO CAE LA TARDE
[Vicente Pascual busca una ventana a la claridad y a la lucidez. Y cuando una tarde plomiza como esta cae, tocada aquí y allá de ocres y doradas, de naranjas que se desmayen en el cauce del Ebro entre cordilleras, convoca la ausencia y el vacío. Convoca la serenidad y hace acopio de versos directos como espadas, estremecidos como labios. Contempla, se mira adentro y escribe. Acaricia los lomos de sus libros, sus cuadernos secretos, mira en paz y sueña, ve el paso en sombra de Ana, y escribe. Fuera, como si enroscase su talle al sol, se alza la torre mudéjar de Utebo. Cerca, muy cerca, están sus cuadros. Como si esperasen el destello de unos ojos, como si esperaban una mano que llegue y extienda una caricia….
Vicente Pascual me envía estos versos. No es fútbol, juega Holanda y Rusia, mejor los rusos, pero es poesía de verdad. Poesía elevada que brota de un corazón exangüe…]
Abriros
Abriros, vosotros los cielos.
Rasgad, truenos, la afonía.
Horadad, rayos, la umbría.
Qué acaezcan grandes aguas.
Y que alguna me dé alcance
y con ella la entereza,
de vivir mi propia muerte.
Y EN TU AUSENCIA
Y en tu ausencia
nada encuentro.
Ni aun siquiera la nostalgia,
ni aun siquiera larga espera.
Mas me han dicho lo que dicen,
lo que dicen los que saben,
que el ausente te conoce,
que te ama y que te siente.
Y los sauces cómo danzan,
cuando el cierzo los encuentra.
*La ilustración es de Katerina Belkina.
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