UN MICRORRELATO DE JUAN JOSÉ ARREOLA
UNA DE DOS
Yo también he luchado con el ángel. Desdichadamente para mí, el ángel era un personaje fuerte, maduro y repulsivo, con bata de boxeador.
Poco antes habíamos estado vomitando, cada uno por su lado, en el cuarto de baño. Porque el banquete, más bien la juerga, fue de lo peor. En casa me esperaba la familia: un pasado remoto.
Inmediatamente después de su proposición, el hombre comenzó a estrangularme de modo decisivo. La lucha, más bien la defensa, se desarrolló para mí como un rápido y múltiple análisis reflexivo. Calculé en un instante todas las posibilidades de pérdida y salvación, apostando a vida o sueño, dividiéndome entre ceder y morir, aplazando el resultado de aquella operación metafísica y muscular.
Me desaté por fin de la pesadilla como el ilusionista que deshace sus ligaduras de momia y sale del cofre blindado. Pero llevo todavía en el cuello las huellas mortales que me dejaron las manos de mi rival. Y en la conciencia, la certidumbre de que sólo disfruto una tregua, el remordimiento de haber ganado un episodio banal en la batalla irremisiblemente perdida.
*Relato de Juan José Arreola, escritor mexicano nacido en 1918 y fallecido en 2001. Es autor de libros espléndidos como Confabulario (1952), que aumentó a Confabulario total y Confabulario definitivo, y Bestiario (1972). Fue encuadernador en sus inicios, corrector, autor de solapas, director de talleres literarios, catedrático de creación literaria, fue amigo de Juan Rulfo y descubrió a un joven escritor, Carlos Fuentes. Transmitió para Televisa los Juegos Olímpicos de Barcelona, 1992, lo cual (y aún no lo he podido confirmar) me hace una especial ilusión. Una de las fotos más conocidas de Arreola: jugando al ajedrez. No sé a quién corresponde, ni a qué archivo, esta imagen. Si alguien lo sabe, me encantaría ponerlo...
2 comentarios
Magda -
Y fue mi maestro en la UNAM, Antón, era una belleza de persona y un estupendo escritor.
Niggerman -