Blogia
Antón Castro

EL HUERVA DE VICENTE ALMAZÁN

EL HUERVA DE VICENTE ALMAZÁN

Quien visite de vez en cuando el blog, ya conoce mi devoción por Vicente Almazán. Por él, por su trabajo, por su amor a Zaragoza, por su exaltación de la amistad. Un día, tras muchos años de trabajo, se supo un desvelado y un enamorado de Zaragoza. Cogió primero una cámara modesta, luego la cámara de su teléfono y finalmente una cámara algo más sofisticada, pero ligera y manejable, y ahí sigue: explorando callejas, desempolvando fragmentos de la memoria de la ciudad, descubriendo seres, bodegones, momentos decisivos de la vida, momentos casi inadvertidos que él convierte en decisivos. Lleva algunos días escribiendo del río Huerva descubierto, recuerda sus grandes partidos de fútbol, las emociones del chaval que fue y que vuelve a ser ahora con una cámara entre las manos y los ojos.

 

EL RÍO INVISIBLE

Por Vicente ALMAZÁN

Había una vez un reino que tenía un gran tesoro oculto: un río invisible. En cualquier lugar de la Galaxia darían lo que fuese por tener agua. Pero en este reino, que en otros tiempos dió sus votos por el agua, no querían ni verlo, ni beberlo. Un día decidieron volver a construir un puente levadizo, como el que ya habían tenido y que luego desmontaron, y las obras sacaron a la luz el río invisible. Los niños no tenían ni idea de que allí hubiese algo semejante. Los jóvenes aprovecharon para pintarlo y los mayores se divirtieron viendo cómo trabajaban los canteros. Los que más se alegraron fueron los gorriones que vivían en los plátanos cercanos...

 

*La foto, claro, es de Vicente Almazán.

0 comentarios