JOSÉ PERIS CON HAYDN ANTE EL PAPA
El músico aragonés presentará el 19 de marzo en el Vaticano la obra ‘Las últimas siete palabras de Cristo’ con el cuarteto Henschel, que él ha completado en un proyecto artístico que incorpora a la soprano Suzanne Kelling. El día 24 de marzo se presentará en La Seo
La vida musical de José Peris Lacasa (Maella, Zaragoza, 1924) tiene muchas anécdotas para la leyenda. Fue discípulo dilecto de Carl Orff, estudió con Turina y Guridi, y sedujo con su rigor y la pasión por el trabajo bien hecho a Óscar Esplá, que lo reclamó a su lado, en Alicante, poco después de retornar del exilio. Su tendencia a vivir experiencias intensas va a tener un nuevo hito: el próximo día 19, a las 18.00, en la Sala Clementina del Vaticano, presentará ‘Las últimas siete palabras de Cristo’ de Joseph Haydn (1732-1809) ante el Papa Benedicto XVI, Joseph Ratzinger. El cuarteto Henschel de Munich, acompañado por la soprano italo-germana Suzanne Kelling, ofrecerá esta obra de 900 compases que dura en torno a una hora y cuarto y que nació de un encargo a Haydn de unos ilustrados españoles de Cádiz que se reunían en una cueva a celebrar de un modo especial la Semana Santa. José Peris ha completado la pieza: en vez del sermón habitual del sacerdote, ha compuesto música para una soprano.
José Peris Lacasa dice desde su casa madrileña: “No he movido ningún hilo. Soy muy malo para las relaciones. Todo ha venido rodado. El Papa es un gran enamorado de la música y se dice que toca el piano todos los días”, dice. Sin embargo, el “concierto en honor al día de la onomástica del Papa” del día 19 en Roma tiene una historia anterior. En el año 2008, Peris presentó, con un cuarteto y con la soprano Ana María Sánchez, esta obra en el Palacio Real. Y al año siguiente fue invitado al Festival de Semana Sacra de Nüremberg, que se inauguró con la composición de Haydn.
El interés papal
“Lo que ocurrió luego no lo sé con certeza. Gente de los círculos musicales debió hablarle al Papa Benedicto XVI de ‘Las últimas siete palabras de Cristo’ y él mismo dijo: ‘Quiero escuchar esa obra’. Y así comenzó todo: he recibido cartas, llamadas; se ha dirigido a mí el prefecto de la Casa Pontificia, Hannes Harvory”. Haydn concibió un desarrollo orquestal de este proyecto al principio, pero poco a poco fue derivando hacia la búsqueda de una mayor profundidad del drama y de “una intimidad más íntima”, y la adaptó para cuarteto, porque “el cuarteto con dos violines, viola y violonchelo es el que más se acerca al registro de voces humanas”. El propio Joseph Haydn -“el mejor músico religioso del mundo en su tiempo”, según José Peris- señaló: “Hace quince años que el canónigo de Cádiz [José Sáenz de Santamaría] me pidió hacer música instrumental para ‘Las últimas siete palabras de Cristo’ en la Cruz (...) Después de la introducción, subió el obispo al púlpito, pronunció una de las siete palabras y habiendo terminado bajó y se arrodilló ante el altar. Esta pausa fue completada por la música y así una y otra vez hasta la conclusión...".
El origen de la petición de esta obra está vinculado con la cofradía de la Madre Antigua que se congregaba en la Iglesia del Rosario de Cádiz, que contaba con tres lienzos de Francisco de Goya. Sus integrantes, que eran ilustrados, descubrieron por puro azar una cueva subterránea y continuaron en ella sus reuniones y sus rezos. A través del canónigo don José Don José Saénz de Santamaría, le escribieron a Haydn. “Imagínese de qué estamos hablando. Haydn se quedó asombrado cuando leyó cómo se celebraba la Semana Santa, con todas las imágenes tapadas, incluso el órgano, ese universo oscuro o morado de nuestros ritos. Él aceptó el desafío, le puso música, y yo lo que he hecho es completar algunas cosas durante los distintos sermones, cambiamos a la soprano por el cura habitual de entonces, y añadirle algunos compases con el mismo ritmo, la armonía y el estilo de una pieza que marcó un nuevo camino. Es una música profunda y genial”.
El concierto ante el Papa de ‘Las últimas siete palabras de Cristo’ de Haydn también llegará a Zaragoza cinco días después: se estrenará el próximo 24 de marzo en La Seo, a las 20.15, en este caso con la soprano española Ana María Sánchez. “Me hace muchísima ilusión. Siento una especial vinculación con La Seo. Tanto el Cabildo como la consejera de Cultura, Educación y de Deporte María Victoria Broto se lo han tomado muy en serio y patrocinan el concierto. Les estoy muy agradecido y soy muy feliz. Fui muy amigo de Joaquín Broto, el gran organista de La Seo, y he estrenado varias obras en la catedral. En otro sentido, entiendo que ambos conciertos son también un respaldo a un proyecto de un misticismo evidente e intenso que nace en España con la ilustración”, concluye José Peris Lacasa.
DESPIECE
José Peris Lacasa es uno de los músicos aragoneses más completos. Según uno de sus mejores conocedores, “habría podido ser el Carl Orff” aragonés. Se formó en Zaragoza, París (donde estudió con Nadia Boulangier) y Munich, y estableció lazos con la generación de la República. Combina todas las facetas: compositor de obra sinfónicas, de pequeñas piezas y de música religiosa, divulgador musical, responsable de proyectos de investigación, cursos y festivales (entre ellos, el Festival Internacional de Música de Alicante, entre 1978 y 1984), y pedagogo en Alicante y en Madrid, donde fue Catedrático Numerario de Música de la Facultad de Filosofía y Letras, en la Universidad Autónoma. Ha rendidos diversos homenajes a la poesía: ha compuesto obras para Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas, García Lorca, Aleixandre y Alfonso X el Sabio, entre otros. Por su ‘Concierto espiritual’ recibió el Premio Nacional de Música en 1965, y nunca ha dejado de crear. La pieza ‘Música grave’ para cuarteto de cuerda es un homenaje a Severo Ochoa y ‘O Sacrum convivium’ fue redactada en memoria de las víctimas de la riada de Biesca, y se estrenó en la catedral de Huesca por el Coro de Cámara de Praga.
*(En la foto, Joseph Haydn por Hardy).
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