ANA LABORDETA Y LAS OTRAS: 'PLANES PARA MAÑANA' EN EL PALAFOX
Goya Toledo, Juana Macías, Ana Labordeta y Aura Garrido. Arriba, Ana Labordeta; abajo, Carme Elías y Goya Toledo.
Anoche, en la sala 3 de los cines Palafox, se realizó el preestreno de la película ‘Planes para mañana’, de la joven directora Juana Macías. Se trata de una película de emociones y sentimientos en torno a la vida de cuatro mujeres, que de repente viven experiencias inesperadas y traumáticas: un embarazo, que abre una brecha en la relación de pareja, dos rupturas conyugales y una historia de amor de dos jóvenes que se alza en medio de este estallido de crisis, en el que también irrumpe la fatalidad. ‘Planes para mañana’ es una película de actrices, de un soberbio reparto: Goya Toledo, Carme Elías, Ana Labordeta y Aura Garrido. La directora, que procede del mundo del corto, ha hecho una película arriesgada: una película de amor y desamor, de fracasos y esperanzas, contenida, como un poema intenso y seguro sobre los secretos y la incertidumbre, sobre lo inconfesable y las soledades que se venían acumulando y se desatan de golpe. Juana Macías –que trabajó con su hermano, con su hermana y con su marido en esta “película tan familiar, tan de verdad”, tal como diría Ana Labordeta- coloca la cámara muy cerca de los ojos de sus protagonistas y así transmite cercanía, obsesión, intensidad, unos turbadores mundos interiores. El contrapunto lo pone la historia de amor entre los dos jóvenes que se desarrolla a través de internet y de la webcam, y que ofrece instantes de frescura y de humor. Suenan, como música de fondo, entre otros temas, canciones de Anni B. Sweet o Alondra Bentley. ‘Planes para mañana’ tiene un aroma a cine independiente vitalista y sincero, a cine arrebatado por la compleja autenticidad del existir y de la poesía. Cine sobre las relaciones peligrosas con el amante, con el marido, con los hijos y con uno mismo.
En el preestreno, Ana Labordeta fue presentada, con precisión y mucho cariño, por Ramón Tejedor y por Pepe Quílez, y estuvo acompañada por familiares, amigos, gentes de la cultura. Se creó un clima especialmente afectuoso y ella, conmovida y agradecida, sintió que tenía un nudo en el estómago o un nido de mariposas amarillas en la garganta. Ana, como todo el reparto, está estupenda en este su primer papel protagonista.
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