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Antón Castro

MONTECARLO, 3 - GARRAPINILLOS, 1

MONTECARLO, 3 - GARRAPINILLOS, 1

El Garrapinillos de Primera Regional jugó ayer en el campo José Luis Violeta del Montecarlo. Perdimos 3-1 en un partido intenso, donde se impuso la calidad y la fuerza física del rival. El Montecarlo es un equipo muy sólido, trabajado en todas sus líneas, con jugadores muy jóvenes, entre los 18 y los 21 años, que se enriquecen con el apoyo de un par de veteranos. Y juega a un buen nivel: posee una buena mecánica de pases, combinaciones y de paciencia. Ayer, además, el Montecarlo contaba con todo el bloque, algo que no nos ocurrió a nosotros: teníamos sancionados a Mateo y Said; estaban lesionados Ito, Quique Romero y Alberto, cinco jugadores muy importantes para el bloque, sin contar a Mario Martín, que este año se está pasando más de media temporada en blanco, ni a Álex Velilla, que estaba fuera. Además, ayer, Eloy (que había marcado por partida doble ante el Picasso y es una referencia constante en ataque) no pudo participar de entrada: salió, muy tocado, los últimos veinte minutos y revolucionó la delantera.

No es una excusa. Lo teníamos claro: salimos a ganar, pero nos faltó un poco de pegada arriba y nos sobraron los despistes defensivos: en un error en la permuta de los centrales y en dos fallos de marcaje marcó Montecarlo. Pudo haberlo hecho en un par de jugadas más elaboradas, sobre todo en el primer tiempo, que detuvo muy bien Sergio Calvo. Luego, Jorge Rodríguez realizó la mejor jugada del partido, burló a cinco o seis contrarios y con el arquero batido remató a la base del poste. Habría sido el 2-1 cuando finalizaba el partido: el azar o los dioses del fútbol no fueron generosos con el mejor detalle de la tarde con el jugador más joven y más pequeño sobre el campo: era el juvenil que habíamos pasado esa tarde al primer equipo. Y en la segunda parte, nos anularon un gol por fuera de juego, muy riguroso. Los jugadores del Garrapinillos creían que no lo había sido, decían en la caseta. Nada que objetar al choque ni al resultado: ellos estuvieron un poco por arriba, no demasiado a mi juicio, con la tranquilidad que da un resultado a favor y ese punto físico superior, y ganaron justamente. Eso sí: el Garrapinillos siempre buscó la posesión del balón, buscó el buen juego. Y el partido, cuando se puso cuesta arriba, también tuvo el valor de un ensayo sobre lo que pueden hacer en el Garrapinillos del futuro los hermanos Diego y Jorge Rodríguez Gascón.

Nosotros hicimos un buen partido, hecha la salvedad de algunos despistes defensivos, aunque nos faltó conectar más la línea de centrocampistas, conectar y desplegar hacia arriba, y nos faltó una mejor llegada de las alas. Formamos así: Sergio Calvo; Jesús Ángel, Javier Lacabe, Jorge Blasco, Eduardo Pirri; Quique Alcubierre, Diego Rodríguez; Francho Garza, Jorge Rodríguez, Alex García; Rubén. También jugaron el arquero Gayoso, Diego Royo y el citado Eloy. No ha sido un buen resultado para nosotros, interrumpe la buena racha que llevábamos, tres victorias en los tres últimos choques, pero seguiremos trabajando. Nos quedan cinco partidos. Ha cambiado el espíritu del conjunto, se ha renovado el clima de camaradería y se ha intensificado el compromiso, pero aún nos quedan muchas cosas que pulir para salir de la zona baja, tan peligrosa.

[En la foto de Aloma Rodríguez, Javier Lacabe, uno de nuestros capitanes (el otro es Jorge Blasco), que ayer también jugó tocado y realizó un buen partido. La temporada de Javier es estupenda: manda, corrige, resuelve el uno contra uno, y este año ha asumido mayor protagonismo en el equipo. Hace algo que sabe hacer muy bien: salir con el balón jugado, lanzar las faltas desde nuestro campo y colocar una y otra vez a sus compañeros. Es un modelo de jugador de equipo con una calidad espectacular. Posee y reparte confianza.]

1 comentario

Elías -

Era de esperar, antón.
Jugando contra el Montecarlo, el resultado no podía ser otro.
La banca siempre gana.

Un abrazo de consuelo.