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Antón Castro

SANTIAGO FUMAZ, ADIÓS A LAS FOTOS

SANTIAGO FUMAZ, ADIÓS A LAS FOTOS

HA MUERTO EL FOTÓGRAFO AMBULANTE

SANTIAGO FUMAZ, CENTENARIO

 

Por Estela PUYUELO 

 

Fumaz Cazcarra, Santiago. Fonz (Huesca), 24.VII.1912- 02.XII.2012. Fotógrafo ambulante.

 

La primera profesión de Santiago Fumaz fue la de peón de albañil, pues su padre y sus dos hermanos pertenecían a este gremio, pero quiso la desgracia –o la buena fortuna- que a los 18 años cayera de un andamio y una pierna le quedara inutilizada. Dadas las circunstancias, su padre le aconsejó ejercer un oficio que se pudiera desempeñar sentado y en Barbastro (Huesca) aprendió los de zapatero y barbero. Pronto, la llegada de la guerra y la emigración le ofrecieron una nueva posibilidad allí donde lo visual acerca lo ausente: la fotografía. En Lérida compró su primera cámara y en el año 1938, con un carro y una caballería, el retratista de Fonz comenzó su andadura con la fotografía del minuto (según el tiempo en el que transcurre el revelado) buscando posados de fiesta en fiesta. Estos primeros pasos terminarían completando un largo, infatigable y fiel recorrido por la provincia de Huesca y algunas localidades cercanas, especialmente ilerdendes, que duraría 40 años. Cuando se retiró, en los 80, había gastado siete coches.

A lo largo de cuatro décadas de vida como fotógrafo, Santiago Fumaz llegó a formar un voluminoso archivo del que se conservan algo más de 15.000 negativos.  Datan mayoritariamente de los años 50 los más antiguos, fecha en la que Fumaz ya compra cámaras con negativo de 35 mm.,  y de la década de los 70 los más actuales. Son testimonios de las fiestas populares de una parte importante de las localidades oscenses, de entre las que destaca Fonz: orquestas y bailes, romerías, procesiones, bodas, bautizos y otros actos sociales quedan retratados en una época en la que todavía no se habían generalizado las cámaras particulares en el Alto Aragón rural.

Conscientes del valor testimonial de estas fotografías, la Diputación de Huesca, a través de su Fototeca Provincial, llegó a un acuerdo con Santiago Fumaz para reproducir su colección en soporte digital e  incorporarla al proyecto Memoria Gráfica del Alto Aragón.

Tuvimos la suerte, junto a José Luis Pano, de acceder a estos fondos fotográficos para estudiarlos junto al autor de las fotografías para escribir sus memorias. Fumaz nos regaló sus recuerdos, puso voz a muchas de las imágenes, nos brindó su amistad y vio su libro publicado en vida. Hoy, a sus 100 años de vida, el retratista de Fonz ha emprendido el viaje más largo pero, como los grandes hombres, no se ha ido del todo. Nos ha dejado un rico patrimonio visual a los aragoneses: todas las sonrisas que pudo capturar en las fiestas rurales de la Postguerra. Y sus memorias.

 Solo falta una exposición fotográfica itinerante que muestre el trabajo de un experto en caminos, lugares y gentes, testigo de romerías, bailes, tradiciones, amigo de músicos, cantadores y danzantes. De otros fotógrafos. De otros ambulantes. De la gente que vivía en los pueblos. Todos nuestros abuelos fueron fotografiados por Santiago Fumaz Cazcarra. Solo tuvieron que decir sí a la pregunta habitual: ¿Quieres un retrato? ¡Cuánta magia encierra una fotografía! Gracias, Santiago por agitar tu varita para convertir instantes fugaces en eternidad.

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